La antesala del momento político que atraviesa la diputada nacional Margarita Stolbizer fueron las últimas elecciones. No porque su performance en las urnas haya servido para alcanzar los objetivos electorales que su partido buscó -teniendo en cuenta que quedó en quinto lugar-, sino porque esos guarismos la obligaron como dirigente a reposicionarse en el escenario político.
La forma que encontró fue denunciar actos de corrupción desarrollados durante el gobierno de los Kirchner, poniendo la lupa de la Justicia sobre la ex presidenta Cristina Fernández. Aunque el tema sea judicial, la agenda sigue siendo política.
“A pesar del resultado, ella apareció en el escenario nacional porque fue una figura que estuvo bien en los debates, en las encuestas. Creo que la sociedad eso lo percibió como un dato positivo, significativo, y hoy lo reconoce. Las pruebas que Margarita ha presentado para dar curso a determinadas denuncias también marcan una realidad que se ha dado muy pocas veces en Argentina”, sostuvo a La Tecla el ex diputado provincial y vicepresidente del GEN, Juan Carlos Juárez. Sin embargo resaltó que “Margarita no es solamente una dirigente política que denuncia. Margarita tiene propuestas, tiene seriedad, tiene racionalidad en lo que dice y en lo que hace. La distinguen claramente del resto de la dirigencia política”.
El perfil que adoptó la diputada nacional seduce tanto a oficialistas como opositores a los gobiernos nacional y provincial.
“La posibilidad de que María Eugenia Vidal y Margarita Stolbizer trabajen juntas por la Provincia genera una gran expectativa en los vecinos bonaerenses”, señaló hace un tiempo el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Manuel Mosca, ilustrando brevemente la impresión del macrismo. En el mismo sentido se expresó el senador del Frente Renovador José Luis Pallares, quien indicó que “sería un orgullo tener a Stolbizer en nuestro espacio, porque representa a un auténtico progresismo”.
Desde la consultora Circuitos, Pablo Romá, consideró que el tironeo por Margarita, atado a las denuncias que ella viene impulsando, responde no sólo a que la líder del GEN tiene “un perfil republicano, demócrata y que goza de mayor de credibilidad que Carrió”, sino también a la búsqueda de “Stolbizer de un lugar dentro del arco político”.
Por su parte, Roberto Bacman, de CEOP, expresó que en todo esto “hay un tema de posicionamiento”, y remarcó que “habrá que ver qué pasa con los oficialistas que la apoyan en el momento que Stolbizer se ubique como candidata, porque el GEN, desde el punto de vista ideológico, está en las antípodas del modelo de gestión oficialista”.
Además del perfil denunciante, en términos de poder político, Margarita Stolbizer y su espacio, el GEN, han podido retener pocos lugares para defender su posición ideológica y sus objetivos políticos.
En este sentido, el partido no cuenta con ningún alcalde en el territorio bonaerense. Hasta antes de las elecciones, los dos jefes comunales que ha-bían llegado al sillón municipal respaldando a Stolbizer migraron a Cambiemos. Lo mismo sucedió con la entonces candidata y actual intendenta de Baradero, Fernanda Antonijevic, que a la hora del cierre de listas se anotó con Cambiemos. Su esposo, el diputado Leonardo Santiago, es uno de los cuatro representantes legislativos del GEN en la Cámara baja. En el Senado provincial, el único legislador creó un monobloque por “diferencias con el espacio”. En tanto en el Congreso, Omar Duclós no logró renovar su banca en Diputados, y sólo Stolbizer y el senador Jaime Linares son los representantes del GEN en el parlamento nacional. Según el partido, 24 son los ediles en la Provincia que responden a Margarita, aunque el partido tiene “anotados” a varios concejales más que ya saltaron a otros frentes.
Es claro que esta estructura política no es la que seduce al oficialismo y al FR. Sí la decisión de Stolbizer de llevar ante la Justicia a los máximos representantes de la denominada “década ganada”. |
