Argentina
Viernes, 19 abril 2024
CRISIS POLITICA Y ECONOMICA
21 de agosto de 2019

Sálvese quien pueda

El Gobierno no encuentra el rumbo. Mientras, en la Provincia y en los distritos comandados por el oficialismo buscan estrategias para zafar de la caída. Efectos del cambio en Hacienda y los deseos de despegarse que nunca se concretan

Sálvese quien pueda - La Tecla

En estado de shock, Mauricio Macri dejó escapar el dólar, se enojó con quien no debía, reaccionó mal y en pocas horas agravó la catástrofe electoral que sufrió el oficialismo el 11 de agosto. La intención por recuperar la iniciativa con medidas espasmódicas y electoralistas, que costarán, como mínimo, cien mil millones de pesos, más el cambio de ministro de Hacienda, tampoco parecen alcanzar para revertir el revés en las urnas y el daño que el propio Presidente se hizo a sí mismo en las horas posteriores.

Los desaciertos económicos llevaron a la inesperada (por la diferencia) derrota en las PASO, y arrastraron por efecto dominó a María Eugenia Vidal y a la mayoría de los intendentes que compitieron con la boleta de Juntos por el Cambio. Hasta Horacio Rodríguez Larreta pagó un costo en la Ciudad de Buenos Aires, que lo tiene preocupado. Tanto que él y la Gobernadora fueron quienes le dijeron a Macri que cambiara el tono desquiciado del lunes poselecciones, y le advirtieron que desde ahora, la campaña debían hacerla ellos solos, sin la figura presidencial al lado.

“Esto es sálvese quien pueda”, reconoció ante La Tecla un legislador bonaerense que se juega la reelección. Los que están en las listas de Gobernador para abajo cambiarán la campaña, la centrarán en lo local, seccional o provincial (de acuerdo al cargo), y tratarán de prescindir lo más posible del jefe de Estado. Pero no es fácil, en Nación hay quienes argumentan que “para que Macri llegue al balotaje es necesario que haga campaña en la Provincia”.

La tensión entre la Rosada y La Plata es evidente en este punto, aunque también es cierto que cerca del Presidente, muchos piensan que la suerte está echada y es momento de priorizar aquellos municipios donde gobierna un amarillo y si se focaliza la estrategia electoral en el distrito se podrán conservar más cuotas de poder que si se arriesga otra vez con una campaña en la que Macri siga siendo figura central. De todos modos, en algo coinciden tanto en Provincia como en Nación: “Al final del cuento, en octubre en la boleta del intendente y la Gobernadora también va a quedar pegada a la de Mauricio”.

En la provincia de Buenos Aires, el gobierno dedicará estos días a la contención interna de intendentes, legisladores y dirigentes que tienen que trabajar para buscar la heroica como máxima y, de mínima, recuperar municipios que hoy se están perdiendo y asegurar bancas en la Legislatura y el Congreso.

“Hubo un claro voto castigo a Mauricio y a su política económica de todos estos años. Hay que escuchar ese mensaje y ser conscientes de que pasó eso. Debemos seguir trabajando para mostrar lo que hicimos en la Provincia”, indicó a La Tecla un funcionario bonaerense que va por la estrategia de “mostrarla más a ella” y a los intendentes que tienen logros de gestión visibles. “Se va a buscar en los próximos dos meses que ella debata temas provinciales, y vamos a hacer una campaña autónoma todo lo que podamos”, confesaron en el entorno de la Gobernadora, desde donde aseveraron que “María Eugenia está con mucho ánimo para dar la pelea”.

Quienes creen que el voto en las PASO “fue claramente un castigo a Mauricio y a toda la boleta completa del PRO por las políticas económicas” confían en que en octubre, algo de eso puede cambiar. Son conscientes, de todos modos, de que es muy difícil revertir el resultado en la Provincia. No así en algunos municipios donde la victoria del Frente de Todos a nivel local obedece a la sumatoria del conjunto de candidatos que participaron de las PASO. También está el caso de General Pueyrredón, donde la más votada individualmente fue la opositora Fernanda Raverta, pero la sumatoria de Juntos por el Cambio cosechó más adhesiones.

Además de ese distrito, los esfuerzos se centrarán en La Plata, Lanús, Quilmes, Tres de Febrero, Morón y Bahía Blanca, hoy comandados por hombres del PRO en riesgo de perder. “Hay intendentes que hicieron buenas gestiones, que creemos que no estuvo valorado en las PASO, pero que en la general, la gente sí puede llegar a observar más la boleta local”, dicen en Gobernación. Como ejemplo de ello ponen el caso de Néstor Grindetti, en Lanús, donde el oficialismo perdió frente a la suma de las alternativas peronistas, pero podría recuperarse.

Con los resultados puestos, en Provincia volvió el malestar porque en su momento, el Gobierno nacional no permitió el desdoblamiento de las elecciones. “Tenemos la conciencia tranquila que lo planteamos, lo llevamos hasta la última consecuencia, lo militamos; después tuvimos que aceptar la decisión del Presidente, que es quien decide dentro del espacio”, asegura una fuente de la Gobernación. Siempre dejaron en claro que llevarían los planteos hasta el final pero sin correrse un grado de las coordenadas políticas marcadas por el primer mandatario.

El problema es que en el ahora extinto Cambiemos son cada vez más quienes se plantean qué autonomía tiene Macri en esa delimitación, sobre todo por la injerencia de Marcos Peña, a quien se le atribuyen demasiados desaciertos políticos. La relación de Peña con Vidal parece haber tenido solamente un intervalo de paz, cuando en el armado de las listas bonaerenses, la Gobernadora tuvo vía libre para desplazar a los legisladores que responden a Emilio Monzó, enemigo interno de ambos. Por lo demás, y aunque nunca lo dirá, Vidal estaría muy satisfecha si Peña dejara de ser parte del Gobierno.

De todos modos, y aunque el Presidente vea a la mandataria provincial como un producto político brillante de su invención, nunca alcanzó para que ella tuviera la in-fluencia necesaria sobre Macri como para que éste diera un golpe de timón en la conducción política de su gobierno. El jefe de Gabinete sorteó siempre los cuestionamientos que hicieron sobre él tanto Vidal como Horacio Rodríguez Larreta. Desde hace por lo menos un año, los dos conductores de los distritos más importantes del país le piden a Macri que haga un cambio, y el Presidente nunca les concedió ese deseo.

¿Hasta dónde mostraron energía para lograrlo?. ¿Hasta dónde Vidal y Larreta se animaron a presionar para conseguir un cambio? ¿Si verdaderamente estaban convencidos de que el camino no era el correcto, fueron hasta el límite o abandonaron demasiado rápido? Nadie se anima a responder y son preguntas que difícilmente queden aclaradas. Lo que sí tuvieron siempre presente la Gobernadora y el jefe de Gobierno porteño es que quienes enfrentaron a Peña terminaron afuera o en el ostracismo del espacio.

“Si no mostrás nunca rebeldía, tampoco podés quejarte demasiado”, le dijo a este medio un legislador oficialista, quien abona la teoría de que ahora, la campaña debe ser absolutamente local. Aparece como un desafío probable para los intendentes pero muy difícil para la Gobernadora. Mientras en calle 6 hablaban de provincializar la campaña en el intento de despegar un poco a Vidal de Macri, la mandataria se vio obligada a participar de una reunión de gabinete ampliado donde el Presidente fue el principal orador. Como frutilla del postre, Presidencia difundió una foto donde él le besa la mano a Vidal en un gesto cortesano.

En la estrategia del “sálvese quien pueda” sobrevuela permanentemente el temor de los salvavidas de plomo que puedan tirarles desde el Gobierno nacional, donde la premisa es colocar a Macri en el balotaje, cueste lo que cueste, aun cuando ese costo pueda ser arrastrar a todos al precipicio.

Una estrategia común para los distritos que se quieren preservar

“La estrategia de campaña local va a ser consensuada con la gente de María Eugenia, muy centrada en lo local pero en la misma línea que se determine para los municipios en los que hay posibilidades de ganar”, contó a La Tecla un jefe de campaña de uno de los candidatos que buscan preservar el distrito para el oficialismo.

La Plata, Lanús, Quilmes, Tres de Febrero, Morón, General Pueyrredón y Bahía Blanca son las comunas que compartirán una estrategia común, aunque, claro está, cada uno tendrá puntuales diferencias, teniendo en cuenta las necesidades de cada comunidad específica.

En ese sentido habrá un trato diferenciado en General Pueyrredón, donde -el único caso- la polarización con el Frente de Todos no se reduce solamente a un candidato del oficialismo contra uno de la oposición. “Acá, nosotros competimos contra dos opciones del kirchnerismo, y eso nos va a hacer variar algunas cosas, pero en líneas generales va a ser la campaña trazada por Provincia”, contó uno de los colaboradores cercanos de Guillermo Montenegro, el postulante de Juntos por el Cambio.

Es que en el distrito, además de la candidata del Frente de Todos, Fernanda Raverta (la más votada en las PASO), también está en carrera el exintendente Gustavo Pulti, quien, con la boleta corta de Acción Marplatense, sacó más de 65.000 sufragios.

Trabajar para que los votantes de Pulti no lo abandonen y se vayan con Raverta, e incluso acompañen a Montenegro, es una de las tareas de los militantes oficialistas, y también atender la situación de un alto voto en blanco y de barrios en los que Juntos por el Cambio anduvo bien pero la participación del electorado fue baja en las primarias. En los demás distritos, ese tercer actor no está, y lo que deben buscar en el oficialismo es que no se amalgame completamente la oposición detrás del ganador de la interna del Frente de Todos.

Carlos Fara: “Ahora, la marca es mancha venenosa y los baja a todos”

-¿Está bien lo que se plantea desde la Provincia, de hacer una campaña más solitaria,sin Macri?. ¿Hay alguna chance haciendo eso?
-Separarse de Macri es lo lógico; ahora, que vea posibilidad de revertirlo, no. Tenés algo de donde rascar, pero estás muy complicado y no te alcanza, porque en la Provincia se gana por un voto y no es como la situación presidencial, donde se debe tratar de provocar la segunda vuelta. Además, la propia elección de María Eugenia Vidal fue pobre. Hubo mucho menos corte del imaginado, y en algunos lugares del interior donde debiera haber hecho una muy buena elección hizo una elección pobre. Se quedaron muy cortos. Obviamente, si va más gente a votar se va a achicar la diferencia, pero hoy veo más probable la posibilidad de un balotaje presidencial que María Eugenia pueda dar vuelta la elección en la Provincia.

-¿La imagen de Vidal no era tal como reflejaban las encuestas, o la economía opacó todo eso?
-Ella estaba dentro del barco, y la campaña en Provincia quedó muy macrizada. Por otro lado, el punto a determinar es si ella, además de tener buena imagen, era una líder, porque es en el rol de liderazgo donde podés obtener votos. Tener prestigio es condición necesaria, pero no suficiente para juntar votos. Y el gobierno de la provincia de Buenos Aires es siempre un liderazgo que termina tensionando con el del Presidente, aun dentro del propio signo político. La diferenciación que hicieron Scioli en su momento, o Duhalde o Ruckauf, no la pudo hacer Vidal.

-¿No pudo o no quiso?
-Es un gran interrogante respecto a cuánta inserción tenía ella como para creer que el adelantamiento o el “plan V” hubieran dado resultado. Por los números (de la elección), esas dos alternativas lucen que tampoco hubieran ayudado mucho.

-En los municipios que todavía tienen chances, ¿está bien la estrategia del sálvese quien pueda y cada uno centre su campaña en lo local, obviando a Mauricio Macri?
-No te queda otra. Los lugares donde se salvaron un poco fueron donde, efectivamente, tomaron distancia, como, por ejemplo, San Miguel. Pero donde estuvieron pegados a las otras dos imágenes (Macri y Vidal), la pasaron muy mal. Así como la marca en 2017 era genial y los subió a todos, ahora, la marca es mancha venenosa y los baja a todos. No les queda otra a los intendentes, porque cualquier otra alternativa estratégica sería pedirle a tu propia tropa que se inmole, y directamente, el proyecto político deja de tener sentido hacia delante. Si vas a perder la Presidencia y la Provincia, por lo menos dejar caciques locales que puedan empezar a reconstruir el proyecto de abajo para arriba.

Piden que les “abran la canilla” para el sprint final de la campaña
“¿Cuánto nos van a dar?”, fue la primera contestación de un intendente del interior bonaerense cuando recibió el mensaje de WhatsApp de Jorge Macri convocando a la reunión de esta semana con las autoridades provinciales. El alcalde en cuestión mostró, de manera directa y casi brutal, un sentimiento común en sus colegas: reclaman más recursos para llevar adelante la campaña y, en muchos casos, dar vuelta una elección que en las PASO perdieron por escaso margen, en general contra una oferta de varios candidatos del Frente de Todos que, en la suma, superaron al jefe comunal de Cambiemos.

Con la devaluación como excusa, los intendentes quieren “que la Provincia abra las canillas”, como sostuvo uno de ellos ante La Tecla. El derrame de recursos extra les permitiría realizar una campaña más agresiva en presencia y en anuncios.

En rigor, también enfrentan una realidad que les demanda respuestas inmediatas. Reconocen los jefes comunales que la crisis se hace sentir en los distritos y cada vez más vecinos se acercan a golpear las puertas de las municipalidades para solicitar ayuda.

El cambio de ministro de Economía entusiasma a los responsables de las municipalidades. Es que Damián Bonari, el nuevo titular de la cartera, es quien manejó hasta ahora los recursos municipales, tiene el diálogo fluido con ellos y a quien ven como “menos duro que (Hernán) Lacunza para soltar un mango”.

De todos modos, la Provincia no está para nada holgada en materia económica, y con el nuevo paquete de medidas, obligadas a partir de lo que anunció la semana pasada la Nación, se les demandará a las arcas provinciales un esfuerzo casi imposible. Así como los intendentes le reclaman a Vidal más recursos, la Gobernadora necesitará una soga de Nación para costear también las erogaciones de una campaña que se encareció tras la catástrofe electoral del 11 de agosto.

“El dinero es fungible”, es una de las muletillas que usa Hernán Lacunza cuando explica la finitud de las arcas públicas, lo que hace imposible cubrir todas las de-mandas. Esa fungibilidad la sufren como nadie ahora todas las instancias de gobierno de Cambiemos. Se necesita mucho más de lo que hay.

El pensamiento y la mira hacia futuro

La realidad marca que la lucha bonaerense por retener la Gobernación se presenta poco menos que utópica. Por eso, en el equipo de gobierno ya piensan a futuro. Mantener un importante cúmulo de legisladores e intendencias aparece ahora como un objetivo a alcanzar en las elecciones de octubre.

“Si perdemos seguiremos estando en la vereda de enfrente del kirchnerismo”, aseveró un ministro provincial en diálogo con La Tecla. En este contexto, el funcionario ubica a Vidal como una figura central en la futura oposición junto a otras figuras del actual oficialismo, “como Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau”, por ejemplo. “María Eugenia es joven y la va a seguir peleando”, prometen en el entorno de la mandataria.

Los problemas del mensaje

Es fuerte el debate interno en el Gobierno nacional acerca de cómo encarar la campaña con miras a octubre. “Hay que resetear la estrategia de campaña y cambiar el mensaje”, aseguró un funcionario del área política a este medio. “Basta de Vaca Muerta y de hablar del litio, que a la gente no le importa nada; la estrategia comunicacional no funcionó”, insistió, y afirmó que “vamos a seguir haciendo anuncios para recuperar la iniciativa”.

La preocupación de los más realistas en la Casa Rosada pasa por la Ciudad de Buenos Aires, la gobernación de Mendoza y los municipios grandes de la provincia de Buenos Aires que tiene Cambiemos, todos con posibilidades de mantenerse si se hacen las cosas bien.

En ese sentido, los cuestionamientos al equipo de comunicación del Gobierno nacional son cada vez más frecuentes. Por caso, en algunos ámbitos no se vio con buenos ojos que el viernes de la semana pasada se volvieran a levantar pautas publicitarias que se habían dado de baja en enero. “Nunca debieron haber bajado las pautas, pero qué querés de un equipo de comunicación que festejó el mensaje del lunes y felicitó al Presidente porque dijo que la culpa de la suba del dólar fue de Fernández”, respondió, ofuscado, un funcionario consultado por este medio al respecto.

Intendente confiesa que militarán mucho más la boleta distrital

“Perdimos porque la crisis pegó fuerte y hubo una motivación de votos que mezcló la advertencia y la sanción. Una parte de ese voto es difícil de recomponer, porque el dolor está, y no se va a solucionar en estos próximos meses. Desde ese punto de vista hay que tener la máxima autocrítica”, afirmó Diego Valenzuela en el programa Debo decir, de Luis Novaresio. Inmediatamente dejó al descubierto cuál será su estrategia para remontar el resultado adverso de las PASO en Tres de Febrero. 

Con el permiso de Vidal de “hacer lo que sea necesario” para preservar los distritos, Valenzuela adelantó que los intendentes “tenemos la alternativa de tratar de recuperar lo más posible y de hablarles a todas las personas que quieren acompañar un proyecto municipal también, porque el derecho a elegir está en la posibilidad de combinar diferentes categorías. Vamos a dejar el máximo para que mejore el proyecto en general de Juntos por el Cambio, pero también, y es mi prioridad como responsable ante mis vecinos, es que no vuelva lo que estaba antes”.

El alcalde, que lamentó que no se hayan adelantado las elecciones bonaerenses, dejó en claro que militará la boleta corta, la suya.

Saltó un fusible en el gabinete, pero la térmica sigue ardiente

La renuncia de Nicolás Dujovne como ministro de Hacienda descomprimió algo la tensión sobre el gabinete de Mauricio Macri, pero no toda. Con un rotundo fracaso sobre sus espaldas, Dujovne dejó el equipo de gobierno y Macri debió mirar para adentro en la búsqueda de quién comandará los destinos económicos en el fin de su mandato. Eran Hernán Lacunza o Rogelio Frigerio quienes podían tomar ese hierro candente, aunque siempre, la posibilidad del actual ministro del Interior estuvo atada a una modificación ministerial más amplia, que finalmente no sucedió.

Entonces fue el hombre fuerte de las finanzas de María Eugenia Vidal quien llegó para intentar apagar un incendio cuyas dimensiones todavía no se han medido en toda su magnitud. Lacunza deberá restituir una confianza que está perdida y surfear un clima político adverso. En la Provincia, en tanto, será su equipo el que siga al frente, con Damián Bonari en el rol de ministro.

Por mandato de Lacunza, Vidal designó a quien se desempeñaba como subsecretarío de Política y Coordinación Económica para que siga el camino iniciado por el ahora funcionario nacional. Será Bonari, a partir de ahora, quien deberá pedirle a Lacunza los 19.000 millones extra que desde hace tiempo la Provincia espera de Nación, y que necesita como agua en estos dos meses.

La salida de Dujovne sacó un poco de vapor a la presión interna sobre el gabinete, pero lejos está de consolidar la paz interior en el oficialismo. También tranquilizó a muchos que Jaime Durán Barba se tomara un avión para irse al norte del continente. Pero la figura de Marcos Peña vuelve a ser intocable para el Presidente, pese a que muchos le asignan el mote de “mariscal de la derrota”. El Jefe de Gabinete, otra vez, parece haber sorteado todos los embates internos y externos, y eso genera una alta temperatura constante.

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