Tiempos difíciles en el Conurbano

Al comenzar el siglo XIX, la esclavitud, que durante miles de años vinculó a personas a través del trabajo, perdió fuerza en un mundo signado por el avance del sindicalismo y de la democracia. Esta forma de relación que hoy nos horroriza fue sustituida por el trabajo asalariado, la forma de empleo más extendida a nivel mundial y conocida como “en relación de dependencia”.

Las variables de este tipo de relación se encuentran sujetas a los avatares de la economía, sufriendo un impacto negativo ante cada crisis, con el costo social que ello implica.

Los últimos sacudones de la economía argentina y el impacto de los tarifazos, entre otras cuestiones macro y microestructurales, muestran un deterioro de la tasa de empleo en varias zonas del país, con una caída del empleo asalariado formal más pronunciada en la provincia de Buenos Aires.

Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), las dos regiones con mayor nivel de desempleo a nivel nacional se encuentran en territorio bonaerense: General Pueyrredón y el denominado Gran Buenos Aires.

Un estudio de la Asociación de Industriales de la provincia de Buenos Aires (ADIBA) muestra que la tasa de desocupación en el Conurbano Norte es de 9,5%; en el Conurbano Oeste, del 11%; en el Conurbano Sur, del 13,2%; y en el Interior de la Provincia, del 7,3%.

El promedio, ubicado en el 11,3%, se sitúa dos puntos por encima del promedio nacional, una realidad que la entidad adjudica, en parte, a “la aplicación de políticas sin un plan industrial”.

Los empresarios de la industria bonaerense vinculan, de manera directa, al desempleo con un menor nivel de actividad. En ese sentido testearon que existe un efecto “insuficiencia de ingresos”, es decir que hay una mayor cantidad de miembros de un hogar que buscan incorporarse al mercado laboral.

De acuerdo con el relevamiento, las fábricas bonaerenses son las responsables del 13,5% de la pérdida de puestos de trabajo en la muestra total.

El mal momento que atraviesan la producción y el empleo en la Provincia está patentizado en otros datos: el promedio histórico del sector de la industria está por debajo de los dos dígitos. Desnuda el efecto que está teniendo la crisis en el entramado industrial bonaerense.

Al respecto, desde la Unión Industrial Argentina (UIA) advirtieron que “si no hay cambios en la macroeconomía, vamos a estar ante un mercado desplomado para fin de año”.

El relevamiento de ADIBA muestra, además, que en el primer trimestre de 2018 se había registrado ya un magro crecimiento, de 0,6%, en la tasa de empleo, con valores similares a los del primer trimestre de 2014.

Las cifras coinciden con el panorama planteado por el grupo Produce BA, que reúne a 28 municipios bonaerenses identificados con el peronismo. Los alcaldes denunciaron que, según los doce bloques industriales que mide el INDEC, seis mostraron caídas acumuladas en 2017: papel y cartón (-0,2%), sustancias y productos químicos (-1%), refinación de petróleo (-1,4%), industria alimenticia (-1,4%), industria del tabaco (-4,7%) e industria textil (-6,7%). Además dijeron que desde 2015, 7.500 pequeñas y medianas empresas cerraron y otras tantas tuvieron que discontinuar su actividad, por la suba de tarifas en materia de energía, la contracción de la demanda interna y la invasión importadora.

Los rubros textiles y calzados, a la cabeza entre los sectores afectados

Acerca de los motivos para que ADIBA se enfoque en el desempleo, el titular de la entidad, Silvio Zurzolo, aseguró que están “convencidos que de esto salimos juntos: empresarios, sindicatos, oposición y Gobierno”. Y añadió: “Nos preocupa que la Provincia tenga ese nivel de desempleo porque, también, afecta a las Pymes, que vivimos del mercado interno. Si el trabajador no tiene plata, no compra, y si no compra, nosotros no vendemos”.

En cuanto a la situación social dijo que “las Pymes, siempre, trabajamos con lo social. Vos vas a encontrar a muchas que van a estar colaborando con un club de barrio o algún comedor, pero hay indicadores que preocupan, y creemos que se puede llegar a una crisis social. Tenemos que estar atentos a que esto no suceda”. Zurzolo agregó que “los sectores que registran más dificultades son el textil y el del calzado, que están pasando momentos muy complejos. Y eso se refleja en la caída del empleo en los últimos dos o tres meses”. Por otra parte manifestó que “la capacidad instalada de la industria en la Provincia está entre el 60 y el 65 por ciento, y eso se refleja en que no haya más horas extras para los trabajadores o que tengas que tomar decisiones”.

Ocho de cada diez empresarios no piensan aumentar su personal

El futuro no ofrece mejores perspectivas para el empleo, según ADIBA. “La estructura productiva nacional presenta limitantes estructurales para la creación de empleos de calidad de manera sostenida”, señalan en su informe de situación recientemente presentado.

La organización considera que las deficiencias estructurales “se ven acrecentadas por una economía que modera sus perspectivas de crecimiento e incluso revierten su signo a negativo. En este escenario, las proyecciones del mercado laboral ofrecen un escenario de tasa de desempleo de dos dígitos para lo que resta de 2018 y comienzos de 2019, ubicándose en un rango entre el 10% y el 13%”.

En tal sentido, consideran que “el mayor dinamismo de la inflación, la caída de los salarios reales, las elevadas tasas de interés, la incertidumbre cambiaria, el ajuste de la obra pública y el aumento de las importaciones explican los motivos que llevarán a la economía real a su fase recesiva a lo largo de 2018”. Esta situación -observan- impactará en el empleo: el relevamiento arrojó que 8 de cada 10 empresarios no tienen previsto aumentar personal en los próximos seis meses.

Más de medio millón sin empleo

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) informó en mayo que en el Conurbano bonaerense hay más de 500 mil personas sin trabajo, lo que representa a más del 40% de los desocupados del país.

Las cifras arrojan otros datos: a las 649 mil personas (11,6%) que se encuentran subocupadas en el Conurbano, es decir, aquellas que trabajan menos de 35 horas semanales por causas involuntarias, se les suman las 883 mil (15,8%) que tienen trabajo pero buscan otro. Sumados, desocupados, subocupados y ocupados suman dos millones de personas con problemas de empleo.