Argentina
Jueves, 28 marzo 2024
EFECTO PASO
9 de septiembre de 2019

¿Se pueden adelantar las elecciones?

El cimbronazo electoral de las PASO dejó un clima político enrarecido, con rumores de comicios anticipados para calmar la incertidumbre. La opinión de analistas y especialistas en derecho sobre esta posibilidad

¿Se pueden adelantar las elecciones? - La Tecla

Tras la abrumadora diferencia en las PASO, el posible adelantamiento de las elecciones, que comenzó como un rumor, fue empezando a tener sentido para muchos. Está claro que sería una última opción y que el Gobierno de Mauricio Macri intenta con diversos anuncios y medidas -que viene llevando adelante- contener la situación económica y política para llegar a octubre y entregar el mando en diciembre, en caso de ratificarse el resultado del 11 de agosto. De hecho, aún un sector de Cambiemos mantiene las esperanzas de llegar al balotaje, donde las chances aparecerían, en principio, más favorables para el oficialismo. 

La viabilidad de un potencial anticipo de los comicios es cuestionada desde el punto de vista legal; no por la fecha de las elecciones en sí misma, que igual implicaría un cambio en el cronograma electoral, sino por la entrega de mando, que no puede realizarse de manera anticipada. 

Tanto el Presidente como el vicepresidente y los legisladores tienen mandatos hasta el 10 de diciembre, y no pueden -salvo caso de renuncia- prescindir de esa responsabilidad. Es decir que aunque las elecciones se adelantaran, Macri, de igual forma, debería entregar el mando a Alberto Fernández en diciembre. 

En este mismo sentido, La Tecla consultó al abogado constitucionalista Félix Loñ, quien aclaró que no es posible adelantar los comicios. “El período del Gobierno finaliza el próximo 10 de diciembre y no se puede adelantar el proceso electoral, antes de la fecha establecida por la reforma de la Constitución de 1994”, expresó. 

Loñ indicó además que “en caso de que el Presidente, junto a su vicepresidente, renuncien al cargo, quedaría a cargo del Presidente Provisional del Senado la titularidad del Poder Ejecutivo hasta que la Asamblea Legislativa designe a un nuevo Presidente para completar el período en curso”. 

En esta línea, el abogado recordó el caso del expresidente Eduardo Duhalde, quien anticipó la fecha de los comicios presidenciales por fuera de la ley cuando asumió Néstor Kirchner, en mayo de 2003. 

La Carta Magna argentina es clara y establece en su artículo 81: “El Presidente de la Nación cesa en el poder el mismo día en que expira su período de cuatro años; sin que evento alguno que lo haya interrumpido pueda ser motivo de que se le complete más tarde”. 

En este orden, la ley de Acefalía establece que en caso de renuncias, “el Poder Ejecutivo será desempeñado transitoriamente en primer lugar por el Presidente Provisorio del Senado, en segundo lugar por el Presidente de la Cámara de Diputados, y a falta de éstos, por el Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, hasta tanto el Congreso reunido en Asamblea haga la designación a que se refiere el artículo 88 de la Constitución Nacional”. 

“La única alternativa serían las renuncias del Presidente y su vice. Según la ley de Acefalía deberían asumir el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, o el Presidente Provisional del Senado, Federico Pinedo, o el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Rosenkrantz”, dijo el abogado especialista en Derecho Constitucional Eduardo Barcesat al ser consultado por este medio. 

Por último, sobre la entrega de mando anticipada, Barcesat, argumentó que no es posible legalmente. En este orden indicó: “Se cumplirían las elecciones en octubre y uno de estos presidentes interinos deberían completar el mandato de Mauricio Macri”. 



Julio Burdman (Politólogo Observatorio Electoral)
“Esta vez es más difícil que en 2003”


El analista habló con La Tecla y expresó que “lo que ocurrió en las PASO tiene que ver con lo que estamos viviendo, pero yo no le echaría solamente la culpa al cronograma electoral. Creo que el problema es que estamos ante un inusual debilitamiento del poder de parte del Presidente, porque en América Latina, prácticamente todos los que van por la reelección tienen éxito”. Y agregó: “El gran problema es económico, no hay que engañarse. Lo que está pasando es que la Argentina está teniendo una nueva crisis de deuda, y eso es lo que está impactando en lo político”. 
En la misma sintonía, Burdman señaló: “No veo lo de adelantar las elecciones, por la dificultad que trae y la falta de apoyo, y deseo de que esto suceda. Esta vez es más difícil que en 2003. Para llegar al punto de adelantar las elecciones habría que, en primer lugar, generar la situación de acefalía; luego generar instrumentos legales; y por último sería ne-cesaria una Corte que se haga la zonza con esto, porque en 2003 se violaron muchas leyes, fue una situación muy excepcional, donde todos los actores estuvieron de acuerdo en hacer algo inconstitucional”. Aunque aclaró: “Sí se podrían adelantar del 27 al 13 sin problemas, más es ir en contra de la Constitución. Eso se podría hacer para dar un gesto de distensión”.
Por último, el politólogo remarcó que “poner el foco en las elecciones es que es una forma de subestimar y soslayar lo que realmente está pasando. Acá, lo que hay es un tremendo desajuste que se ha hecho con la deuda pública, que no se puede pagar. Y eso iba a pasar con o sin las PASO”.



Daniela Aruj (Consultora Comunicación Política)
“Las PASO nos mostraron la vulnerabilidad de la Argentina”


La analista afirmó a La Tecla: “Yo no veo la posibilidad de un adelantamiento de las elecciones. De todas maneras, no quiere decir que no pueda ocurrir. Ahora nos dimos cuenta de la envergadura de lo que puede ser una primaria, con el resultado. A partir de ahí se está construyendo todos los días esta historia un poco dramática que estamos pasando”. Además, Aruj disparó: ”En estos casos, siempre me pregunto qué es lo que está mal: si las PASO, que podemos discutirla, o si, en realidad, nos está mostrando la vulnerabilidad de Argentina y por qué el país, a partir de una primaria, termina de esta manera”.
En la misma sintonía, la consultora manifestó que “como país terminamos siendo conducidos por el político de turno. Si gana Alberto, esto va a ir para un lado; si gana Lavagna, para otro; y si gana Macri, para otro. ¿Y hacia dónde va Argentina? Va cuatro años para un lado pero después cuatro  para el otro lado, lo que en el mejor de los casos te deja parado en el mismo lugar”. Agregó: “Creo que la prudencia que mostró ahora Alberto, incluso este viaje, puede calmar un poquito las aguas. Y creo que está bien, él ya tiene poco más por hacer. Es una elección que la veo definida. Entonces, mostrar prudencia, por lo menos hace que el fuego no crezca”.
Además, la analista explicó: “Me parece que Macri nunca tuvo claro el plan que tenía para Argentina. Por lo me-nos, no un plan concreto y definido, que pueda defender con uñas y dientes. Fue haciendo y tomando medidas que terminaban siendo parches o una pequeña porción de lo que podía llegar a ser un plan. Entonces, en ese ejercicio, él se despierta todos los días, ve para dónde sopla el viento y se pregunta qué podemos hacer. Eso no le da estabilidad”. Por último sentenció: “El trata de llegar a octubre, pero sabe que su gestión no termina bien. El FMI le soltó la mano. Macri es insostenible hoy”.



Rumores de pasillos
La jugada anti-K: Macri se bajaría para meter a Lavagna en balotaje


En los últimos días corrió un ru-mor a través de las redes sociales acerca de la posibilidad de que tras el pobre resultado en las PASO, finalmente el presidente Macri desista de sus deseos de ir por un nuevo mandato. La jugada tendría como fin trasladar sus votos a la figura de Roberto Lavagna, un hombre de centro que bien podría nuclear el grueso del voto antiperonista que concentra el líder de Juntos por el Cambio. Los propulsores de esta estrategia aseguran que es la única manera de que no vuelva el kirchnerismo al poder. Pero además, la decisión patearía el tablero y volvería a cambiar las reglas de juego, donde pegó primero Cristina al correrse al lugar de vicepresidenta. Entre los beneficios del sacrificio de Macri se anotan la conversión prácticamente en un patriota del Presidente, que pondría primero el destino de la patria a sus aspiraciones personales, pero sobre todo tendría un efecto rehabilitador sobre las otras dos figuras fuertes del espacio: María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta. En ambos casos se necesitaría un gesto del referente de Consenso Federal para que baje sus candidatos y le sume al oficialismo en Provincia y CABA. Mismo caso para los legisladores. En principio, parece difícil que el creador del PRO decida dar un paso al costado y le entregue sus votos a Lavagna. No obstante, es casi un hecho de que la elección planteada en los términos actuales es cosa juzgada. La retirada de Macri no tendría un saldo peor que una derrota brutal en octubre y el final de su carrera política. El otro ítem no menor a tener en cuenta son todos los hombres del poder que se irían con el Presidente y que deberían sacrificarse con él: Peña y Frigerio, entre otros. Un movimiento audaz para un país gobernado por egos.



Andres Gil Domínguez (Abogado constitucionalista)
“En un contexto de crisis tenemos que cumplir la Constitución”


El abogado constitucionalista habló con La Tecla respecto de la posibilidad de un eventual adelantamiento de las elecciones y subrayó que “la Constitución es clara: el artículo 45 establece de manera taxativa, cerrada, que las elecciones se tienen que hacer dos meses antes de la culminación del mandato presidencial. Las podés hacer en cualquier fecha dentro de esos dos meses previos. Entonces, eso se cumple o no se cumple. Pero fuera de esa fecha, no lo podés hacer”. Y aclaró: “Se podría adelantar del 27 al 13. Ahora, tenés que reformar todo el cronograma electoral; correr eventualmente la fecha del debate, cambiar la fecha de inicio de la campañas”.
En la misma sintonía, Rodríguez apuntó que “lo que tenemos que hacer por primera vez en este país es, frente a un contexto de crisis, cumplir la Constitución. Entonces, Macri y Fernández podrán hablar o no, pelearse, pero saben que no pueden salir de ahí. Las elecciones son el 27 de octubre y el mandato termina el 10 de diciembre. Sobre esa base se tienen que someter los dos, sin excepciones. El día que empecemos a hacer eso con un montón de instituciones vamos a estar, por lo menos, mejor como plataforma”.
Por último, el letrado manifestó que “mientras tanto, Macri tiene que gobernar y Alberto Fernández -sin dejar de ser opositor- tratar de consensuar políticas públicas mínimas. Tienen que funcionar como tiene que hacerlo la democracia, apegarse a la institucionalidad, no buscar excepciones permanentemente”. Y sentenció: “Cuanto más crisis hay, más tenés que sostener la institucionalidad”.


 

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