El presidente, Alberto Fernández, brindó declaraciones sobre los principales temas de agenda del país. Además de la crisis interna del Frente de Todos (FdT), abordó la situación económica del país y focalizó en la escalada inflacionaria. A su vez, admitió que por el momento no posee diálogo con la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
El Jefe de Estado fue entrevistado en la TV Pública y allí dijo que el país"tiene un montón de problemas, no solo con el Fondo Monetario, pero con el acuerdo hemos logrado sacar un problema que es la angustia de pagar 19 mil millones de dólares" de la deuda externa en lo inmediato, y sostuvo que su Gobierno está "resolviendo un problema que no generamos, que Argentina tuvo que hacerse cargo", aludiendo al empréstito tomado por el expresidente Mauricio Macri.
Asimismo, sobre el acuerdo con el FMI, dijo que "tengo la impresión de que nos sacamos la soga del cuello y siento que es un buen momento en un mal momento repleto de dificultades” y agregó que “no hubiésemos querido tomar esa deuda y estamos pagando las consecuencias de los que la tomaron".
Luego expresó que "tnemos un problema que es la inflación autoconstruida. Que está en la cabeza de la gente. La gente lee que los precios de los alimentos suben y todos los precios, suben. Vamos a seguir trabajando en medidas concretas para enfrentar el problema".
También señaló que “hace una década que la Argentina tiene dos dígitos de inflación” y que bajarla “no es como dijo Macri, que se terminaba en 5 minutos”. “Son múltiples las causas que hay y hay que atacarlas al mismo tiempo”, consideró y agregó que “para un gobierno como el nuestro, que está decidido a que los salarios le ganen a la inflación, es necesito que la inflación se modere”.
“Hay diablos que hacen subir los precios y lo que hay que hacer es hacer entrar en razón a los diablos”, sentenció.
Más adelante, sobre la crisis interna del FdT, admitió que no posee diálogo con Cristina Kirchner desde el 10 de marzo. “Si hablo con Cristina el problema es que hablo mucho y que me impone cosas. Si no hablo con Cristina, el problema es que no hablo”, opinó y manifestó que "es un tema que sabremos resolver. No tengo ganas de hablar del tema. Estoy seguro que nadie quiere romper nada”.
“Podemos tener una diferencia. No me siento el dueño de la verdad. Hay una clara vocación de que esto no se rompa”, dijo y aseguró que "la unidad es una condición necesaria para que podamos hacer frente a una derecha que existe”.
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