18 de abril de 2011
¿SOLO FUTBOL?
Quilmes Atlético Club pacto y política
La estrecha ligazón que ata al deporte con la política no comporta ninguna novedad. Mucho menos la del fútbol argentino, que detenta una larga data de antecedentes en los que la fusión de los dirigentes de clubes y las autoridades estatales, siempre caminó por senderos conducentes de intereses
Uno de los casos más significativos de la actualidad es el de Quilmes Atlético Club, en donde se mezclan figuras nacionales, provinciales y locales. En sólo una institución, el Jefe de Gabinete nacional, el hombre que le cuida la espalda a Grondona, un candidato a intendente y varios “personajes” más se juegan la ropa manipulando a cada uno su mesa chica.
El fútbol, el poder y los millones, un trinomio anidado para jugar en primera, o, en este caso, para intentar el salvataje del club bonaerense, presto a perder peso específico y la categoría. Por eso, para prevenir “la caída del halcón”, nada mejor que el vuelo de los ávidos por atar todo con alambre, hacer borrón y cuenta nueva.
Las elecciones
El domingo primero de agosto de 2010, los socios del club asistieron al cuarto oscuro para determinar quién iba a conducir los destinos de la institución. Quien se impuso en los comicios fue la lista Azul y Blanca, encabezada por José Luis Meiszner, secundado por el padrinazgo de Aníbal Fernández. Obtuvieron 1.836 votos, es decir, el 67 por ciento, contra los 904 que recabó la oposición.
“Hoy ganó Quilmes. Hace 25 años que Aníbal y yo estamos en el club Quilmes. Yo ya he sido 17 años presidente y él ha sido vocal, asambleísta, presidente de la Asamblea de Representantes y vive a 200 metros de la sede del club” marcó entonces, emocionado, el flamante presidente y actual secretario ejecutivo de la AFA.
Esta cercanía que Meiszner relató en su momento viene ligada a operaciones conjuntas desplegadas por la dupla siempre dispuesta a afinar: fueron socios en un estudio jurídico años atrás y, además, trabajaron “mancomunadamente” durante los ‘90, cuando Aníbal F. conducía el municipio de Quilmes, y Meiszner era el titular del club. De hecho, las gestiones que hizo el funcionario nacional fueron cruciales para que el “cervecero” pudiera obtener los créditos necesarios para edificar su estadio.
“En el ‘90, se nos ocurrió hacer una cancha y si van al estadio, verán una placa de 1995 que dice: ‘José Luis Meiszner presidente, Aníbal Fernández presidente de la Comisión de Obras’”, sostiene el presidente en licencia.
Las internas
El último balance que realizó la institución arrojó como resultado un pasivo total de 28 millones de pesos. Miembros de la comisión relatan que el principal problema entre los dos hombres fuertes de Quilmes es que el funcionario K no cumplió con su palabra. Según sostienen, Aníbal se comprometió a acompañar a Meiszner con la promesa de aportar suntuosas partidas. A cambio, le ofrecieron ocupar el seductor puesto de vicepresidente que, en caso de una buena campaña futbolística, lo posicionaría con una buena imagen frente a la sociedad, como ocurrió con los casos de Mauricio Macri en Boca Juniors o Sergio Massa en Tigre.
De hecho, el jefe de Gabinete es quien encabeza el programa Fútbol para Todos, por lo que prever una ayuda al club no resultaba para nada ilógico.
Sin embargo, los malos resultados deportivos llevaron a que la sociedad político-deportiva se congelara, abriendo las hipótesis sobre cómo continuaría el vínculo carnal construido por el dueto.
El presidente tomó un período de licencia debido a una larga data de problemas: el primero y principal, la pobre actuación del primer equipo en el torneo clausura “Néstor Kirchner” que, sumado al débil desempeño en el “Apertura Iveco del Bicentenario”, lo lleva a estar último en la tabla acumulada de los descensos, con serias y cada vez más crecientes chances de retornar a la segunda categoría del fútbol argentino.
A eso se le suman, además, las amenazas que recibió por parte de la barra brava del club, que lo culpa, entre otras cuestiones, de los magros resultados. También adujo que se abocaría full time a la organización de la Copa América, certamen del que fue designado como presidente del Comité organizador. Sin embargo, la falta de apoyo económico por parte de su “contacto” en Nación es el argumento que, tras las sombras, han hecho correr desde su entorno.
En agosto de 2010, luego de difundirse un pasivo de 28 millones de pesos, se contrataron a 22 jugadores para encabezar la primera división. Además, desde agosto a la fecha ya han pasado tres entrenadores por el cargo: Hugo Tocalli, Leonardo Carol Madelón y el actual DT Ricardo Caruso Lombardi. A todo esto y bajo este submundo, el club ocupa la última posición en la tabla de descenso. Ya en los primeros días de marzo, el presidente en licencia informó que el déficit operativo del club por mes es de 80 mil dólares, es decir 3.840.000 pesos al año.
Este descanso dejó a Aníbal como presidente, pero una decisión judicial le impide que sea él quien quede al frente del club. La justicia lo inhabilita para que ocupe el cargo por su activo rol en el programa nacional Fútbol para Todos, sin embargo, podrá seguir siendo directivo.
Por ello, quien está al frente de la institución es el vicepresidente segundo, Juan Carlos Coloma. La determinación llegó tras un acuerdo político entre los viejos socios. Ocupará ese rol hasta la finalización de la Copa América, fecha que en la suerte del Cervecero en la primera división ya va a estar echada.
Dentro de la lista de autoridades de la Comisión Directiva del club, hay un nombre que no pasa desapercibido en el cargo de cuarto vocal titular: Andrés Meiszner. Es el hijo del José Luis y es, además, la persona que tenía en mente el jefe de Gabinete para que sea su candidato a intendente en la localidad. Pero las diferencias con el padre, sumadas a la falta de tracción electoral, llevaron a que desde el anibalismo piensen en otros dirigentes para disputarle el poder a Francisco Gutiérrez -ver recuadro-.
Pese a las diferencias, Meiszner hijo no se baja de sus sueños municipales, por lo que envió un guiño al funcionario ultra K empapelando el distrito con su cara y el lema “Juntos podemos hacerlo”. El joven milita en la agrupación “Arturo Jauretche”, que responde a Aníbal, y es además el director nacional del Registro Nacional de Armas del ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación.
Fútbol, poder y política, un trinomio perfecto que los directivos y los dirigentes han sabido amasar al calor de furiosas mesas chicas, pero que en Quilmes AC, por ahora, no han logrado poner en ventaja al club, socavando “desde arriba” las propias bases institucionales.