Kicillof mantiene a sus interlocutores en la búsqueda de consensuar el Presupuesto y la Impositiva. En el Legislativo le piden cambios. Los canales cortados y las interferencias que dificultan la relación
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Por Hernán Sánchez y Javier Garbulsky
Dos no pelean si uno no quiere. El mismo refrán vale para decir que dos no pueden dialogar si uno no quiere; y aunque públicamente todos los actores interesados dicen querer, los hechos concretos van en dirección contraria. El diálogo entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo bonaerense está dañado, difuminado entre las neblinas de la política, donde lo que parece verse es diferente a la realidad. La postergación del tratamiento de las leyes de Presupuesto e Impositiva sumó certezas sobre las dificultades del Gobierno para llegar a consensos en la Legislatura, y también sobre los inconvenientes para encontrar posturas comunes entre sectores de un mismo espacio.
Los esfuerzos de Axel Kicillof y sus ministros para señalar a la oposición como responsable de no contar con la Ley de Leyes caen de declamaciones para la tribuna cuando, en realidad, la pelea intestina de Unión por la Patria tiene un alto porcentaje de responsabilidad en el fracaso legislativo de fines de año. En tren de especulaciones, no pocos sospechan que el Gobernador está cómodo sin Presupuesto y que, por eso y pese a los intentos de última hora del 27 de diciembre, optó por altos grados de intransigencia frente a las propuestas surgidas desde la Legislatura. Puertas afuera se apunta a la oposición, puertas adentro en el Ejecutivo hablan de otra zancadilla de Máximo Kirchner, apoyada por Sergio Massa y Martín Insaurralde.
A mediados del año pasado, Kicillof decidió que la interlocución del Ejecutivo con el Parlamento pasara de Carlos Bianco a Agustina Vila. Trocó el estilo más confrontativo del ministro de Gobierno, que había recibido cuestionamientos de sectores opositores e incluso propios, por la apacibilidad de la Secretaria General. Y cuando lo que se discute son cuestiones económicas e impositivas el responsable del diálogo es el ministro de Economía, Pablo López. Ellos fueron quienes encabezaron las negociaciones en diciembre y lo seguirán haciendo en más. “Los encargados de hablar son Pablo y Agustina, eso no va a cambiar porque así lo decidió Axel. El resto de los ministros trabajamos para que haya Presupuesto, pero los encargados de hablar con la Legislatura son López y Vila”, reafirmó un miembro del gabinete a La Tecla.
De bajísimo perfil, Vila cuenta con la extrema confianza del mandatario para ser la portavoz del Gobierno en las negociaciones legislativas. El problema es que del otro lado, en muchos casos, terminan por no considerarla un par; además, voces del propio Ejecutivo dejan entrever que cayó en una encerrona de La Cámpora.
“Vila habla con (Facundo) Tignanelli y con (Juan Pablo) De Jesús. Ellos trasladan las demandas de la oposición, y le han pedido que no se reúna con los demás bloques, entonces ahí hay un teléfono descompuesto. La Legislatura la maneja Tignanelli y cierra los canales de diálogo con el Ejecutivo de los otros espacios”, disparó un dirigente encolumnado detrás de Kicillof y que propondría a otro negociador político por parte del Gobierno. Parece demasiado rebuscado, pero no deja de ir en línea con la queja al unísono de las conducciones de las bancadas no peronistas, que insisten en que el Ejecutivo debería convocarlos. “Pero tampoco ellos se pueden jugar mucho porque La Cámpora les va a cortar el chorro en la Legislatura si hablan por afuera con la gente de Axel”, agregó la fuente.
Desde que llegaron los proyectos de Presupuesto e Impositiva, desde el palacio legislativo enviaron señales para convencer a Kicillof que pusiera al frente de las negociaciones a “alguien con un perfil más político”. Tanto para oficialistas como para opositores, uno de los que reúne las condiciones y “sabe de lo que se trata esto” es Gabriel Katopodis. Pero en la desconfianza del Gobernador opera la lógica de “si me lo piden es porque es negocio para ellos”, por eso insiste en que la batuta la siguen teniendo la Secretaria General y el titular de la cartera económica. Esta teoría fue avalada por un miembro del PRO al afirmar: “Si salimos a plantear que el Ejecutivo tiene que cambiar de interlocutores, lo único que vamos a generar es que el Gobernador no cambie. Así que no vamos a decir nada. Es un problema de él”.
Katopodis se metió en el jaleo a pedido del mandatario, mientras regresaba de un viaje del interior. El ministro de Infraestructura fue el bombero que apareció en la Legislatura el 27 de diciembre, junto a Vila y López, cuando ya la suerte de la sesión estaba echada pero era necesario apagar el incendio antes que destruyera en su totalidad la convivencia entre Ejecutivo y Legislativo. Katopodis y Vila trataron de convencer al Gobernador aquella noche para que la Legislatura tratara el Presupuesto sin endeudamiento (para lo cual se necesitan los dos tercios que sólo garantiza el interbloque de los exsocios de Juntos para el Cambio). “Todo o nada”, respondió Kicillof sin ocultar su enfado. “Si los que mandٔás a negociar cierran un acuerdo y vos después no lo avalás también es un problema”, se quejó un jefe de bloque.
El exintendente de San Martín construye puentes para reencauzar las charlas. Por caso, ha hablado con presidentes de bloque opositores después de la frustrada reunión pactada para el 7 de enero que luego el Ejecutivo decidió postergar porque “no hubo un cambio de postura de la oposición”. “El problema que tiene Katopodis es que no está habilitado por Kicillof para ser interlocutor, pero tiene claro cómo resolver esto”, dijo uno de los que ha hablado en los últimos días con él. ”Por ahí no lo pone porque no lo quiere resolver”, fue la irónica respuesta que surgió de un despacho de la propia estructura de gobierno.
Katopodis es un hábil negociador. Una de sus estrategias es llevar las charlas hasta la cornisa, a sabiendas que el consenso buscado no va a caer al vacío y en el final de la historia habrá sacado un mejor rédito para su lado y habrá conformado a la otra parte. ¿Podrá lograrlo si Kicillof le vuelve a pedir que entre en el juego? El panorama se presenta difícil, sobre todo porque a medida que pasa el tiempo se hace cada vez más fuerte la discusión electoral, un tema que agrava el enfrentamiento entre Kicillof y La Cámpora.
¿Y si se logra el consenso, qué pasará después? Es recurrente la queja de que el Gobierno se “olvida” de cumplir parte de los acuerdos con la oposición. Es por eso que la interlocución se hace más difícil. “Nosotros queremos que después se cumpla con todo lo acordado, y el único que puede garantizar eso es Kicillof”, repiten los ex Juntos por el Cambio. Razón por al cual piden que sea el propio Gobernador quien se comprometa con lo pautado. Como contrapartida ponen como ejemplo la convivencia legislativa. Es unánime la sentencia de que el diálogo entre todos los sectores en la Cámara de Diputados es óptimo, y todo parte de un cumplimiento a rajatabla de los convenios internos, cuyo garante es De Jesús, quien ejerce ese rol desde la administración anterior.
Otra cuestión que ha cambiado en cuanto las relaciones es que, el Gobernador en particular y su Gobierno en general, no han encontrado síntesis del otro lado, producto de las internas de cada espacio, empezando por el propio. Los legisladores que responden a dirigentes aliados del jefe provincial están fuera de la mesa legislativa que decide, donde se sientan el cristinismo, el massismo y el insaurraldismo.
En cuanto a las demás expresiones políticas, la atomización producto del resultado electoral 2023 y los reacomodamientos de lo que era Juntos por el Cambio complicaron los canales de diálogo del Ejecutivo. Con el PRO había sintonía por el lado de Néstor Grindetti y con el radicalismo con Maximiliano Abad. Ahora, la relación con los amarillos debiera concentrarse en Cristian Ritondo (presidente del partido) pero no ha terminado de afinarse. Con Abad sigue existiendo una línea directa y el Gobernador habló con él el 19 de diciembre antes que se cayera la primera sesión frustrada del Presupuesto. Sin embargo, tras la interna radical el partido sigue con bloque divididos y el Foro de Intendentes manejado por el sector que perdió la interna. Todo eso hace más difícil encontrar una sola voz que aglutine toda la demanda del partido como era durante el primer mandato.
Con los libertarios, en tanto, la relación nunca fue del todo buena. Al principio hubo varias charlas con Sebastián Pareja, pero se fueron perdiendo con el tiempo. La conexión más cercana que hay es la que tienen la vicegobernadora Verónica Magario y el titular de la bancada libertaria en el Senado, Carlos Curestis, quien también ha encontrado interlocución con Teresa García, presidenta del bloque de UP. En cuanto a la vicegobernadora, es la espada más fuerte con la que cuenta Kicillof en el Parlamento provincial. Es quien accionó para frenar la votación del Presupuesto modificado el 19 de diciembre y quien desde su posición de presidenta del Senado opera como filtro sobre leyes que el Ejecutivo no desea.
El teléfono entre el Gobierno y la casa de las leyes tiene la pantalla rota, hace interferencia y en la agenda figuran demasiados usuarios. Pues deberán arreglarlo y convenir quiénes tendrán potestad y facultades para buscar los consensos sin los cuales será imposible la convivencia.
MATIAS RANZINI - PRESIDENTE BLOQUE PRO “Somos un poder aparte, no somos la escribanía del Gobernador”
-¿Cómo ven desde el PRO la situación del presupuesto y el diálogo con el Ejecutivo?
-Si miramos las negociaciones del 2022, el Gobernador criticaba al PRO por no tener interlocutores. Hoy, pasados dos años, la situación se invirtió, el PRO está ordenado, la oposición está ordenada, y el que no tienen interlocutor válido es el Gobierno provincial. Interlocutores válidos que nos validen cada una de las propuestas que hicimos para llegar a un texto de la Ley Impositiva y del Presupuesto. Nosotros, tanto el 19 de diciembre como el 27 de diciembre, estábamos listos para bajar al recinto. De hecho, el 19 bajamos y fueron los mismos senadores oficialistas los que levantaron la sesión en el Senado. Es evidente que el Gobernador se autovolteó la sesión, porque obviamente le iba a salir un texto que a él no le gustaba, porque le eliminábamos las discrecionalidades.
-Pero habían cambiado demasiado el texto y es difícil llegar a entenderse si no hay diálogo.
-Claro. El Gobernador tiene que entender que en la Cámara de Diputados el bloque oficialista son 37 de 92; o sea que tiene que haber un diálogo casi obligadamente. Nosotros somos un poder aparte, no somos la escribanía del Gobernador. Ahora, somos racionales y buscamos consenso y diálogo. Si Kicillof no tiene una persona designada y no tiene alguien que lleve la propuesta y tenga un diálogo con la oposición, es un tema de él
-¿Qué cambió en la estructura legislativa como para que esa vía de diálogo que hubo en años anteriores se haya cortado? ¿Es por la interna del oficialismo o porque son otros los interlocutores de la oposición?
-Yo creo que pasó un poco de todo. Hay un poco de interna del oficialismo y también hay un reacomodamiento de la oposición, que el oficialismo en su interna no sabe cómo encarar. Repito, nosotros íbamos a bajar con un texto el 19, íbamos a bajar con un texto el 27 del 12 y, lejos de que la oposición rechazó el presupuesto, íbamos a sacar uno.
-Uno que era distinto.
-Sí, era distinto; pero el Gobernador no puede decir que por culpa de la oposición no tiene Presupuesto. Creo que tiene que mirar mucho más para adentro, porque se pudieron sacar muchas leyes durante el año. La verdad es que tiene que hacer una autocrítica política en base a eso.
DIEGO GARCIARENA - PRESIDENTE BLOQUE UCR + CF “Estamos para sesionar, pero primero hay que hablar”
-¿Cómo está la relación entre entre la Legislatura y el Ejecutivo? -Vengo diciendo hace un año que no hay diálogo.
-¿Y ese diálogo lo tiene que proponer sí o sí el Ejecutivo?
-No, pero nosotros le estamos diciendo que estamos abiertos al diálogo. Si vos mandás un proyecto de ley a la Legislatura, por ejemplo, de salud, ¿quién lo tiene que explicar? ¿Yo se lo tengo que explicar al Gobernador o él tiene que venir o mandar al ministro de Salud a explicármelo a mí? El diálogo es eso. Ahora, si vos mandás un proyecto de ley y nadie habla, nadie explica, nadie dice. El año pasado no hubo Presupuesto, y el anteaño sí hubo. ¿Quiénes venían a explicar presupuesto? Todos los ministros. El ministro de Salud venía a explicar el presupuesto de Salud, el de Educación venía a explicar el de Educación, el de Gobierno venía a explicar los programas del Gobierno que necesitaban. Y eso ahora no pasó.
-¿Ustedes creen que Kicillof no quiere tener presupuesto?
-Yo no soy un exegeta del Gobernador. A mí me parece que la Provincia necesita un Presupuesto, pero las leyes hay que acordarlas, hay que hablarlas, hay que construir mayoría; más cuando no tenés mayoría propia. Hablar es algo elemental y nosotros nunca interrumpimos la vocación de diálogo.
-¿Y a qué le atribuís ese cambio de que ya no van los ministros?
-No soy un intérprete del Gobernador. Él sabrá por qué hace eso, pero está claro que el resultado no es bueno, porque no permite avanzar en las leyes o en las herramientas que el Gobierno necesita. Y nosotros estamos dispuestos a dárselas, dentro de discusión razonable y aceptando diferencias en algunas de las modificaciones que proponemos. Tampoco somos necios, no le decimos que todas las modificaciones que proponemos tiene que aceptarlas, pero los casos gruesos los tiene claro.
-¿Será porque no quiere negociar los cargos de la oposición?
-Para mí eso es menor. No es una cuestión de cargos. En pleno enero lo nombró al “Chiqui” Tapia, así que un problema de cargos no es. Nosotros estamos dispuestos a dialogar. Si el Gobernador quiere que sesionemos la semana que viene, estamos para sesionar la semana que viene, pero primero hay que hablar.
CARLOS CURESTIS - PRESIDENTE BLOQUE LLA “El gran problema del oficialismo es su interna, no somos nosotros”
-¿Cuál es el diálogo institucional con el Gobierno de la Provincia?
-No existe ningún diálogo. El Gobernador piensa que todos sus problemas pasan a nivel nacional. O sea, las terminaciones de obra y todo eso él lo toma como que le cerró el grifo el Presidente, y nosotros tenemos bien auditado que no es así. De hecho, ahora terminan de ejecutar en la Provincia los porcentajes de obra que en muchos lados se debían. Este Gobierno va a seguir dando y va a empezar a haber más obras. Lo que pasa es que el Gobierno provincial entiende que Milei está equivocado en la ejecución económica, y día a día vemos que eso no es así. El RIGI que ha hecho Kicillof no se accionó en ningún distrito, y el nuestro sí. Este es un año difícil en el cual van a mantener distanciamiento e ir en contra del Gobierno nacional en todas las decisiones.
-¿La interna del oficialismo afecta la relación con otros espacios?
-El gran problema que tienen ellos es su interna, no somos nosotros. El gran conflicto que tienen es la toma de decisiones, porque hay una interna en la que no se quieren acompañar el uno al otro, No hay un ordenamiento. Se pensó que Cristina en una simple reunión iba a lograrlo, y está muy lejos que suceda. Lo vimos en las sesiones que fuimos pasando en diciembre, donde los problemas pasaron internamente.
-¿Están marginados de la discusión por los cargos?
-No. Creemos que esos cargos son de la casta. Podríamos haber tenido la posibilidad de discutir alguno, pero no nos interesa. Estamos seguros que lo mejor es pelear por la Provincia y hacer grandes modificaciones cuando seamos gobierno. Y esa ambición se termina, porque por más que seas oposición sos cómplice de una gestión; para mí, esos cargos en la política sirven para hacer caja.
GUSTAVO CUERVO - PRESIDENTE BLOQUE URYF “Hoy nuestro diálogo está acotado a las autoridades de la Cámara”
El titular del bloque Unión Renovación y Fe, Gustavo Cuervo, destacó que hubo “varias reuniones con el ministro de Economía, con el director de ARBA y con la Sec. General de la Gobernación, a las que en últimos días del 2024 se sumó el ministro Katopodis”. Y remarcó que “las reuniones previstas para retomar las conversaciones fueron postergadas por decisión del Ejecutivo. Hoy nuestro diálogo está acotado a las autoridades de la Cámara y a algunos representantes del bloque oficialista”.
“Aguardamos retomar el diálogo con el Ejecutivo”, insistió Cuervo. En cuanto a las leyes en sí, señaló: “Nos hubiera gustado que los proyectos reflejaran una mayor preocupación por la reducción del gasto público y la simplificación de impuestos. Sabemos que esa posibilidad no está presente en el pensamiento del Gobernador. En función de eso hemos planteado algunas observaciones para que sean consideradas. Entre otras: nos parece excesivo el endeudamiento; excesivo el plazo de prórroga de las emergencias, que debería ser no mayor a un año; nos parece necesario establecer mayores controles sobre las facultades delegadas; y cuestionamos la discrecionalidad que otorga el Art. 163, que introduce un coeficiente de actualización poco claro, y nos preocupa el mantenimiento y aumento de las sobre alícuotas portuarias”.
“Creemos que el Ejecutivo debe completar los cargos que tradicionalmente le corresponden a la oposición y, como espacio opositor, aspiramos a ocupar algunos de esos lugares. No obstante, estamos convencidos que la peor opción es la ausencia de un Presupuesto y una Ley Fiscal Impositiva, por eso reiteramos nuestra disposición para retomar el diálogo entre todos los espacios para lograr las leyes que el Ejecutivo necesita con el mayor consenso posible”, finalizó.
CLAUDIO FRANGUL - PRESIDENTE BLOQUE AC, UCR + GEN “Deseosos de una convocatoria para que haya Presupuesto”
“Para que haya diálogo tiene que haber voluntad de todas las partes”, afirmó el titular del bloque Acuerdo Cívico – UCR + GEN, Claudio Frangul, ante la consulta de por qué se ha complicado la interlocución. “En nuestro caso, desde el primer día dijimos que había que trabajar para que haya un Presupuesto razonable, con el fondo para intendentes, con todo lo que ya se sabe que planteamos. Y debe haber voluntad de diálogo de todas las partes”, insistió.
“Lo ideal sería que se pueda retomar ese diálogo”, aseguró el dirigente radical, y aunque evitó entrar en polémicas sobre quién obtura la posibilidad de sostener las conversaciones, subrayó: “Nosotros estamos dispuestos a dialogar con el Ejecutivo cuando quiera. Hace falta juntarse para destrabar esto. Si nos convocan, nosotros vamos a estar, con la idea de que haya Presupuesto”.
Acerca de los interlocutores que dispuso el Gobierno y la demanda de algunos espacios legislativos en que haya modificaciones en ese sentido, Frangul señaló que “esa es una facultad del Ejecutivo. Hablaremos con los funcionarios que ellos designen. Estamos deseosos de que se haga una convocatoria para que haya Presupuesto. Queremos que esté el fondo para intendentes, que haya mecanismos razonables de actualización con el tema de los impuestos, y ese tipo de cosas que venimos planteando desde el primer día. Además, que haya Presupuesto para que no haya discrecionalidad por parte del Ejecutivo”.
PABLO PETRECCA - INTENDENTE PRO “Kicillof tiene poca o nula relación con los intendentes del PRO”
Nula comunicación con el Ejecutivo tienen los intendentes del PRO. “Antes podíamos llegar a los ministros, a algunos, a través de Alejandro Rabinovich (extitular de la bancada en la Cámara Alta) o Agustín Forchieri (santillista que comandó el bloque en Diputados hasta finales de 2024), pero ahora no hay ninguna comunicación con el Gobierno de manera directa. Sólo a través de los legisladores de UP, especialmente con Juan Pablo de Jesús”, señalaron a este medio desde la trinchera amarilla.
Así, los alcaldes amarillos articulan con los legisladores provinciales, con quienes conforman una mesa ejecutiva. En ella están integradas las conducciones de los bloques de Diputados y Senadores (el ritondista Matías Ranzini y el angelicista Christian Gribaudo, respectivamente) y referentes del poder territorial del partido. En dicha función resaltan las figuras de dos intendentes referenciados en Jorge Macri: Pablo Petrecca, de Junín, y Soledad Martínez, alcaldesa de Vicente López. También participa el diputado Cristian Ritondo, presidente del partido a nivel provincial.
Acerca del conflicto por el Presupuesto, Petrecca aseguró que “el gobernador Kicillof, que tanto critica al presidente Milei, por lo visto ha tomado algunas conductas que lo imitan. Evidentemente no quería contar con un Presupuesto. Esto le permite aplicar de manera discrecional los recursos que la Provincia recibe”.
Además, sostuvo que “Kicillof tiene poca o nula relación con los intendentes, puntualmente con los del PRO y hay muy poca relación de la Provincia con Junín. Si se analiza el anexo de obras, prácticamente no hay para nuestro distrito. Son las mismas de la época de María Eugenia Vidal que no se terminaron durante el mandato de Kicillof, con lo cual prima facie no tiene ningún tipo de comunicación: Junín no es tenido en cuenta por la Provincia”. En cuanto a la interlocución, Petrecca sostuvo que la misma “es a través de nuestros legisladores, pero tranquilamente podríamos tener una interlocución directa”.
UCR Otros puentes, empoderamiento y la interna que no se toma respiro
Tras la designación de Miguel Fernández como candidato a vicegobernador del amarillo Néstor Grindetti en 2023, el poder intendentista en el radicalismo pasó a manos del rauchense Maximiliano Suescun, relevo del hoy titular del Comité Provincia. En tiempos del trenquelauquense era el entonces diputado provincial y titular del Comité bonaerense, Maximiliano Abad, quien ejercía la interlocución con el Ejecutivo provincial, junto al veterano exalcalde. La llegada de Fernández con el gobierno de Axel Kicillof se mantiene, especialmente Agustina Vila, una de las negociadoras oficiales. Abad sigue hablando con Kicillof, y lo hizo antes de la frustrada sesión del 19 de diciembre.
En el caso de los jefes comunales, tienen llegada vía Suescun e, incluso, a través de algunos alcaldes como Miguel Lunghi, de línea directa con Gabriel Katopodis y otros miembros del gabinete. Este empoderamiento de los mandamases territoriales genera incomodidad entre los legisladores, habituados a descargar la responsabilidad de peticionar y negociar en Abad, hoy senador nacional.
Las internas del año pasado dejaron su huella. El oficialismo partidario, con abrumadora mayoría en el Foro, señala a Suescun como representante del eje Manes-Lousteau, que mantiene una batalla judicial por el control del partido en la Provincia. “El Foro está liquidado”, aseguró un legislador radical, furioso tras el encuentro que los alcaldes mantuvieron con el bloque de los “rebeldes” tiempo atrás. Y reconocen que no tienen diálogo con sus intendentes. “Cada uno pelea la propia. La interna afectó la relación”, dicen, y apuntan a que la oposición obtuvo el triunfo sólo en dos de los distritos de la Quinta sección: Tandil y, precisamente, Rauch. “El presidente quedó deslegitimado”, insisten, admitiendo que una movida para desbancarlo próximamente podría estar gestándose.
Tampoco existe unanimidad de criterios en cuanto a la forma y el contenido de lo que se negocia, como quedó evidenciado con el Presupuesto. El radicalismo cerró un principio de acuerdo con UxP en la Legislatura pero sin que ello tuviera el visto bueno del Ejecutivo y eso generó hasta discusiones internas. La idea de la conducción, no obstante, es reencauzar el camino del diálogo con el Gobernador, pero éste debería comenzar a concretar algunos acuerdos que la oposición reclama con razón.
