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Domingo, 22 diciembre 2024
Argentina
24 de octubre de 2024
FUERA DE LA POLARIZACION

Rosca de los terceros en discordia

Cómo se plantan los partidos que quedan relegados por la grieta entre Milei y Cristina. La construcción de una avenida del medio en ciernes que espera la definición de espacios clave para ese armado

Rosca de los terceros en discordia
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La Libertad Avanza se siente muy cómoda polarizando con Cristina Fernández y ella también encuentra en Javier Milei el contrincante perfecto para ganar centralidad. Que dominen la partida de la política los dos extremos, y que estén bien definidos quiénes los encarnan, deja al margen a otros actores y espacios deseosos de ser partícipes del juego. En este caso, pone en tensión a todas las sociedades preexistentes, aún aquellas que se mantienen vigentes. Quienes polarizan buscan un truco mano a mano, y quienes se sienten fuera quieren que, al menos, sea un truco gallo.

“La aparición de Cristina representa el espacio que gobernó 16 de los últimos 20 años, y ha chocado a la Argentina. Ha sido un fracaso absoluto, y su presencia contrapone a un modelo superador como el nuestro. Ella puede polarizar bien y está bien que así sea; nosotros nos sentimos totalmente confiados que enfrentándonos a ese modelo lo vamos a ir dejando cada vez más chico. Es una etapa triste de la historia que queremos dejar atrás. Es el modelo ese, que fracasó, o el modelo este, que está saliendo de ese fracaso”, dice Martín Menem. Confirma la comodidad que le provoca a los libertarios la reaparición de la expresidenta. Desde el kirchnerismo el reenvido llega con la misma contundencia, porque “estamos en las antípodas de Milei y de su concepción de la política y el Estado”.

Sebastián Pareja, el armador de La Libertad Avanza en la Provincia, apunta que “ir a desempolvar a Cristina Kirchner para que se ponga a conducir un proceso quiere decir que no ha habido un crecimiento dirigencial, que ha sido muy mediocre producto de lo que hemos vivido en los últimos 20 años”. Desde esa mirada debe reconocerse que el proceso superador en las estructuras tradicionales demora en llegar. El mismo concepto de desempolvar lo que se suponía etapa superada podría caberle también a Mauricio Macri, en cuanto al rol de ordenador del PRO, quizá el espacio más incomodo entre las opciones de pegarse a Milei o ser parte de una tercera posición, y, sin dudas, el partido más afectado por la dicotomía entre libertarios y kirchneristas

El camino por el cual discurra el futuro del PRO es uno de los más inciertos. Ante la posibilidad concreta de ser parte del Gobierno de una manera más institucional se contrapone la chance de volver a concretar una alianza con los socios de los últimos años, y ampliarla. Pero en ninguno de los casos sería con todos sus dirigentes. También el radicalismo enfrenta una dura contienda interna; una de las razones es con quien construir alianzas e incluso hay quienes proponen volver a la histórica lista 3. La disyuntiva también interpela a la Coalición Cívica, el GEN, y el peronismo no kirchnerista y hasta partidos provinciales. En ese sentido, la rosca está a la orden del día y, con el objetivo de las legislativas 2025, se dibujan diferentes mapas posibles en busca de ese tercio que quedaría fuera de la dicotomía Milei-Cristina .

En el centro quedaron un montón de jugadores, a los que todavía les falta articulación, pero casi todos apuntan al mismo norte. Son, entre otros, Horacio Rodríguez Larreta, Martín Llaryora, Facundo Manes, Martín Lousteau, Florencio Randazzo, Emilio Monzó, Juan Schiaretti, Miguel Pichetto, Marhgarita Stolbizer, Elisa Carrió. Todos se hablan con todos mientas acomodan a sus propios espacios hacia dentro. También empiezan a moverse en tándem. Un ejemplo, el viernes de la semana pasada Rodríguez Larreta y Monzó organizaron actividades en Suipacha. Una primera salida de lo que será una recorrida por varios puntos de la Provincia.

“Todavía no tenemos una estrategia definida, pero sí tenemos la táctica, y nos estamos juntando todos los actores en diferentes reuniones para poder armar un centro, ni mileísta ni kirchnerista”, le contó a La Tecla uno de los activos armadores. Desde el espacio aseguran que hay de 15 a 20 puntos electorales que hoy nadie capta, y que con esa base en 2025 quedarían muy bien posicionados hacia 2027. Además, se entusiasman porque advierten que “cada vez se desgastan más Milei y Cristina y lo que pierdan los dos indefectiblemente va a decantar en el recipiente del centro”. Y también ven una oportunidad en lo que podría perder Sergio Massa, a quien le cuesta reposicionarse.

En Unión por la Patria la polarización entre Milei y Cristina excluye a sectores que preferirían otro universo en el cual moverse en la previa de las próximas elecciones. Más allá de la interna que se vive en el peronismo, donde un sector busca nuevas canciones y la reaparición de la exvicepresidenta genera tensión, Sergio Massa empieza a verse cada vez más corrido de la marquesina donde aparecen los actores principales. Es otro de los terceros en discordia, con menos margen de maniobra porque le será difícil salirse de la coalición peronista para formalizar un espacio de centro que lo tenga como bandera, prescindiendo de ella y siendo él quien polarice con el Presidente. 



EL COSTO DE UNA DERROTA
Riesgo para Milei y apuesta centrista para pasar “de la locura a la mesura”

La polarización con Cristina tiene un riesgo para el Gobierno Nacional. Si en las elecciones del año próximo ella va como candidata y gana su triunfo puede ser una mala señal para los mercados, fundamentales en el sostenimiento de la administración libertaria. “El efecto que va a generar sobre los inversores va a ser letal, porque si el Gobierno ya tiene debilidad una derrota en la provincia de Buenos Aires con Cristina sería fatal”, analizó un dirigente que conoce tan bien el territorio bonaerense como las disputas palaciegas del Congreso y la Casa Rosada. 

Para quienes se concentran en el armado de la avenida del medio en los pueblos, en las provincias, la gente votó casta, política tradicional, y no apostó por los anarcoliberales. Eso sólo lo hizo a nivel nacional, en lo lejano. “Entonces, la polarización va a ser de temperamento, parecida a lo que pasó con Trump-Biden, y se va a pasar de la locura la mesura, a eso apostamos nosotros, esa es la gran oportunidad que tenemos y vamos a ir a buscar”, contó alguien al tanto de las negociaciones entre todos los actores que se sienten fuera de la grieta que encarnan el Jefe de Estado y la exvicepresidenta

También está convencido que Milei ya logró armar una oposición, porque hizo que dos tercios de la Cámara de Diputados estén trabajando juntos, que nos sentemos en la misma mesa radicales, peronistas, lilitos y demás. Ha logrado que se forme una oposición, ahora esa oposición debe construirse en alternativa”.



PRO
La distancia entre el deseo y la realidad que inquieta a los amarillos

La triada Karina Milei, Santiago Caputo y Martín Menen aboga por una Libertad Avanza pura, donde se sumen voluntades individuales, convencidas del proyecto, y no estructuras partidarias que, además, el oficialismo asocia a “la casta” que dice combatir. El PRO, en cambio, muestra hasta signos de desesperación por avanzar en una confluencia en la casi utópica idea de Mauricio Macri de compartir gobierno. 

El presidente de la Cámara de Diputados fue claro en el acto de Karina Milei en La Plata, cuando dijo que no habrá alianzas políticas sino ideológicas. “Nosotros queremos armar un espacio congruente, sólido, coherente. No estamos pensando en alianzas electorales, que ya sabemos cómo terminan, necesitamos alianzas ideológicas. No miramos de dónde vienen, pero sí hacia dónde tenemos que ir, que tengan las mismas ideas y convicciones y sean capaces de defender todo lo que venimos proponiendo desde que empezó este espacio político hace tres años”, sentenció Menem. Aunque sostuvo que en el Congreso trabajan muy bien con los diputados amarillos, marcó la cancha.

En el macrismo coinciden en señalar que la polarización con Cristina es a uno de los espacios que más afecta. Incluso, lo ven como una jugada libertaria para encerrarlos cada vez más, encuadrada en una táctica para llevarlos a una negociación al límite. Además, en la Provincia todos saben que la suerte del partido correrá de la mano de lo que suceda en la Ciudad de Buenos Aires. “Macri va a cerrar primero eso y de lo que salga de esa negociación dependerá lo que pase en el resto de los distros”, reconocen.

Por su parte, uno de los armadores del centro, que por ahora no contempla al PRO como partido que pueda integrar esa alianza pero se entusiasma con sumar dirigentes amarillos descontentos con Milei, apuntó: “El PRO se ha diluido en el extremo de Milei, y quienes se caigan de ese recipiente también caerán hacia el medio, que va creciendo mes a mes según las encuestas que manejamos”.

Tampoco descartan de plano los amarillos en un reflote de Juntos por el Cambio si se frustra la confluencia con Milei, pero las condiciones de integración e esa supuesta alianza serán disímiles a las que consolidaron Cambiemos, donde el macrismo fue indiscutido mascarón de proa.



UNION CIVICA RADICAL
Resolver cuitas internas para determinar el camino a seguir

La resolución de la controvertida y judicializada interna bonaerense, ganada por Miguel Fernández (alineado a Maximiliano Abad), decide bastante más que quién presidirá el Comité Provincia de la UCR, porque llega el momento en el que el partido debe decidir quéٞ posición tomar de cara al futuro, a la vez que tensionará hacia arriba por cuál debe ser el rumbo de la UCR nacional. El actual oficialismo provincial marca como límites a Cristina y a Milei, y se muestra proclive a reflotar Juntos por el Cambio, pero por ahora no está alineado al sector centrista que proponen varios de sus exsocios, y en el que sí entran Manes y Lousteau. La ruptura del bloque nacional de legisladores radicales, también le supone un dolor de cabeza los boina blanca bonaerenses. 

La oposición denominada Futuro Radical, con terminal en la UCR porteña, extiende esas limitaciones a un nuevo acuerdo con el PRO y acusa a que quieren colocar al partido cerca de los libertarios. Sin embargo, es más difusa su negativa a coincidir con el kirchnerismo y, de hecho, en la Capital no pocos hablan de una posible comunión con Leandro Santoro, aunque eso pondría en tensión los acuerdos de Emiliano Yacobitti y Martín Lousteau con el PRO porteño, por los cuales la UCR tiene sillas importantes en distintos organismos.

“La polarización entre Cristina y Milei está, se ve entre la gente, pero no es una polarización de 90 puntos, lo que pasa es que es ruidosa”, dijo un senador radical bonaerense para concluir que hay un espacio en el medio que le puede permitir crecer a las demás fuerzas políticas, sin dejar de reconocer que lo ancho o angosto de esa avenida también dependerá de cómo escale la confrontación del Presidente con el kirchnerismo y cuán bien o mal le vaya económicamente al Gobierno.

En el centenario partido ven como muy posible una reinvención de Juntos por el Cambio, con sectores del PRO, la Coalición, Cívica, el Gen y el peronismo no K en una misma oferta electoral. Pero esa conjunción necesita de una herramienta que por estas horas está en cuestionamiento: las PASO. Con primarias abiertas será mucho más fácil de resolver y constituir esa alianza, sin ellas armar las listas sería un caos que podría dejar más enojados que contentos. “Si no llega a haber PASO estamos jodidos”, se sinceró un legislador bonaerense. Son conscientes también en la UCR que acordar con el PRO en la Provincia estará supeditado a si los amarillos terminan o no bajo el ala de Milei, para lo cual es clave lo que suceda en Ciudad de Buenos Aires, donde los libertarios se han convertido en una amenaza a la hegemonía electoral del macrismo.



FRENTE RENOVADOR
La incomodidad de Massa mientras busca el resquicio que lo reposicione

Como socio en Unión por la Patria, Sergio Massa también queda preso de la polarización entre Cristina y Milei y, en su caso, atado a la vicepresidenta. En ese marco, el margen e maniobra del Frente Renovador se acota a los límites de la coalición que gobierna la provincia de Buenos Aires y no es, por ahora, factible un escenario de ruptura, al menos que el propio peronismo con sus peleas le dé la excusa perfecta.

Aún así, para Massa se hace cuesta arriba la permanencia en el primer plano. Trabajador incansable de la rosca, sumamente inteligente para reconstruirse y ser un Ave Fénix casi permanentemente, el exministro de Economía necesita recuperar centralidad. Y no le ha ido bien con los últimos intentos. Fue criticada su asistencia a la marcha universitaria, aunque no recibió los insultos que sí soportó, por ejemplo, Horacio Rodríguez Larreta. Tenía planificada una salida sorpresiva a un punto del Conurbano junto a un cura villero, pero le ganó de mano en esa jugada Cristina Fernández con su recorrida en La Matanza con el padre Nicolás “Tano” Angelotti.

Tampoco se concreta la largamente anunciada presentación de su libro, que sigue sin tener fecha de aparición. A propósito, algunas voces maliciosas siembran la teoría de que los ejemplares debieron ser reeditados y reimpresos porque había referencias a la política de género del gobierno de Alberto Fernández.

Como fuere, el silencio y la ausencia de Massa en el ámbito público se contraponen con la intensa actividad política que sostiene en lo privado. Habla con todos y sus oficinas de Avenida del Libertados nunca dejaron de ser un desfile de dirigentes de la más variada prosapia política. Sigue muy de cerca ese armado centrista que algunos diputados nacionales ex Juntos por el Cambio encaran con entusiasmo.
















 

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