El conflicto entre IOMA y FEMEBA ha dejado en el ojo de esta tormenta a médicos, pacientes e intendentes que aún no ven horizonte en esta guerra. Manejos erróneos, la política que mete la cola y una bomba de tiempo para toda la Provincia.

En medio de la interna peronista y de los enfrentamientos con el Gobierno nacional, el nuevo mandato de Axel Kicillof debe lidiar con problemas que competen estrictamente al territorio provincial. En este contexto, la pelea entre el Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA), la obra social de la provincia de Buenos Aires, y la Federación Médica de la provincia de Buenos Aires (FEMEBA) llegó a su punto más álgido, donde los pacientes, médicos e intendentes, que son aquellos que bregan por la tranquilidad en sus comunas, han quedado en el medio de esta guerra.

La escenificación de esta disputa, replicable en más de 20 distritos, ha tenido lugar recientemente en Navarro. Allí, una serie de factores confluyeron para que el intendente Facundo Diz, Homero Giles, titular de IOMA, y Mariano Cardelli, vicepresidente, tuvieran que abandonar las instituciones custodiados por las fuerzas policiales.

La concordancia ideológica entre Giles y Diz, ambos de La Cámpora, dio lugar a que la obra social bonaerense corte de cuajo las prestaciones de FEMEBA en Navarro. Sin embargo, una serie de errores en la transición y la comunicación dieron lugar a lo que casi pudo ser una pueblada. La conferencia de prensa a la que asistieron los vecinos, que se acercaron al Palacio Municipal para presenciar y acercar sus consultas a las autoridades, escaló hasta un clima hostil ante las pocas respuestas del Ejecutivo, lo que derivó en una huida por parte de las mismas, custodiados por el GAD.

De acuerdo a IOMA, aún se sostiene el acuerdo entre la obra social y la federación médica bonaerense en más de 100 distritos. Pero uno a uno, la obra social ha decidido prescindir de FEMEBA como intermediario en Alberti, Bragado, Chacabuco, Colón, Florentino Ameghino, General Arenales, General Pinto, General Viamonte, Junín, Leandro N. Alem, Rojas, Olavarría, Azul, Tapalqué, General Alvear, General Lamadrid, Lincoln, Daireaux y Laprida.

En tanto, con más de dos millones de afiliados (a agosto de 2023), IOMA es por excelencia la mayor obra social de la Provincia. Al mismo tiempo, está presente en una gran porción del territorio bonaerense a través de sus 196 delegaciones. Estas son oficinas de atención distribuidas a lo largo y ancho de la provincia de Buenos Aires las cuales están enmarcadas en 14 direcciones regionales: Bahía Blanca, CABA, Dolores, Gral. Pueyrredón, La Plata, Junín, La Matanza, Lomas de Zamora, Morón, Olavarría, Pehuajó, Pergamino, Saladillo y San Isidro.

La política mete la cola

Volviendo al caso de Navarro, en diálogo con La Tecla una edil local explicó que la salud y el hospital local están “muy politizados”, lo que permitió prescindir del servicio de FEMEBA con mayor facilidad y que, en la misma línea, la situación se “caldee” aún más.

“En ningún distrito de la provincia de Buenos Aires sucede (la politización del servicio) de la magnitud con lo que lo hace acá. Sinceramente, Homero Giles cuando hace este cambio lo hizo de una manera intempestiva y acá al intendente no le quedó otra que firmar, sin ningún tipo de transición”, detalló.

Al mismo tiempo, señaló que FEMEBA, haciendo uso de su presencia en la región, interrumpió el servicio en Lobos, Luján y alrededores, por lo que la ciudadanía, totalmente acorralada y con la atención médica frenada, se levantó. “Obviamente la oposición se sumó al reclamó de FEMEBA y el Círculo Médico, que es también su campana”, apuntó.

Por último, agregó: “En Navarro siempre la salud estuvo muy politizada, después de la pandemia se generó un conflicto entre el intendente y los médicos, en ese momento hubo diez médicos que renunciaron. Supuestamente ya está resuelto, pero la mano viene por ahí”.
Quienes quedan en el medio

Por otro lado, un jefe comunal amarillo de la Segunda señaló que la situación en su distrito es “igual de complicada”. “La salud en general es bastante turbia”, afirmó.

“Espero que se resuelva (la guerra entre la obra social y la federación), lo que entiendo de IOMA, en lo que he hablado con médicos de la zona, que te dice que es cierto que este último tiempo le han aumentado esos módulos que cobran, pero le terminan pagando a los 6, 7 meses, y eso es un poco lo que vienen sufriendo”, sentenció.

Tal como señaló uno de los intendentes radicales que recientemente se reunió con el Gobernador, IOMA comienza a entretejer alianzas por fuera de la federación médica bonaerense. “Está en pleno proceso el tema y quedamos en ver si nosotros (el municipio) podríamos ayudar a llegar a una solución”.

En la misma línea, agregó: “Por ahí los municipios articulando directamente con los círculos médicos podemos llegar a algo, pero estamos en el medio. Es un verdadero problema porque hoy los afiliados han quedado realmente como rehenes de la situación”.

Tal como señaló un intendente radical, IOMA tiene entre sus planes comenzar a entretejer alianzas por fuera de la federación médica bonaerense. “Está en pleno proceso el tema y quedamos en ver si nosotros (el municipio) podríamos ayudar a llegar a una solución”.

En la misma línea, agregó: “Por ahí los municipios articulando directamente con los círculos médicos podemos llegar a algo, pero estamos en el medio. Es un verdadero problema porque hoy los afiliados han quedado realmente como rehenes de la situación”.

En diálogo con La Tecla, la secretaria general de ATE en Olavarría, María Luisa Quintana, expuso la situación en la localidad ante el reciente acuerdo anunciado entre IOMA y COCEBA. Cabe recordar que las consecuencias del conflicto en Olavarría dejaron sin prestaciones médicas a más de 25 afiliados, cuyas prestaciones médicas están cortadas desde el 1º de octubre en la región.

El martes se había reunido el Consejo Consultivo Gremial del IOMA, que engloba a los referentes de ATE, SOEME, SUTEBA, UDO-FEB y UDOCBA, entidades que representan a trabajadores estatales de la provincia de Buenos Aires, al respecto Quintana detalló que la intención es saber cuál es la perspectiva de COCEBA, “qué es lo que le ofrece a los médicos y de qué manera van a trabajar”.

“Nosotros nos hemos enterado por los medios y no hemos visto la letra chica, entonces no tenemos información que darle a nuestros afiliados”, afirmó.

En tanto, explicó que la raíz del conflicto se sitúa en los tiempos de pago de cada intermediario. “No es IOMA, es la Federación y el círculo médico que está en el medio. Por ejemplo, con los policonsultorios de Udocba, la gente que trabaja el día 25, el día 5 al 10 del mes siguiente le están pagando lo de IOMA. Los mediadores son los que retrasan idiomas, porque FEMEBA le paga a los 60 días a los médicos y después 30 días más la retiene el círculo médico. Entonces, vos médico, te haces de tu plata a los 90 días. Con los intermediarios se complica todo”, sentenció.

El trasfondo de la pelea

El problema gira en torno a un solo eje: una torta de dinero que supera los mil millones de pesos. ¿Cuál es la raíz del problema? FEMEBA factura per cápita, osea arregla un pago poniéndole un valor a los médicos que pertenecen a la federación y después traslada el total a IOMA. Respecto a estas maniobras, desde IOMA indicaron: "FEMEBA lo que hace es agrupar la negociación de los médicos, discute el valor de la prestación y después lo factura, a ese valor de la prestación, FEMEBA lo paga a 65/70 días. En cambio, IOMA paga a los 30 días", y agregaron: "Es un negocio financiero que utiliza 30/35 días ese dinero y le saca a los médicos por gastos operativos alrededor del 20% de su facturación".

Días atrás, la obra social le pidió a FEMEBA que rectifique un comunicado, allí informaron a las y los profesionales médicos que se completó el pago total por los servicios de julio, de acuerdo con el cronograma y las fechas de presentación de parte de la entidad. A través del cuadro publicado se puede tomar dimensión de lo facturado por FEMEBA y el valor de la torta en disputa.

Lo que sucede es que la federación centraliza y administra la facturación y cobranza de los profesionales de distintas especialidades que prestan servicios al instituto. De acuerdo a IOMA, desde FEMEBA retienen una parte más que considerable de los fondos que IOMA le deposita y que debería tener a los profesionales como destinatarios directos.

Es en estos mecanismos de cobro y pago en los que el Gobierno bonaerense puso la lupa, exigió una auditoría y la Federación se plantó en pie de guerra.

Este coloso en materia de salud que ha sabido construir IOMA a lo largo de los años es un arma de doble filo. El mismo poder de cobertura en toda la Provincia, con atención a gran cantidad de pacientes y contacto diario con los médicos, se convierte en un incordio para la sociedad cuando otro coloso de la salud, en este caso FEMEBA, pone trabas en su funcionamiento con múltiples paros o lockouts.

Vale aclarar que cuando FEMEBA realiza un paro no es un paro como comunmente se lo conoce. Lo que hace la Federación es cerrar el sistema al médico para que no pueda facturar esa prestación, el médico trabaja igual lo que sucede es que le cobra al paciente el pleno de la consulta. Por ejemplo, sin FEMEBA como intermediario para cobrarle esa prestación a IOMA. el médico se la cobra al paciente directamente al total de su valor.

Lejos de resolverse, el conflicto con FEMEBA dejó en evidencia las aspiraciones políticas de la gestión kicillofista y, al mismo tiempo, la capacidad de daño de la Federación.

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Los rehenes de la guerra

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