Ulises Giménez: "Necesitamos poder aplicar sanciones intermedias"
El responsable las investigaciones en los jury contra funcionarios de la Justicia habla de la Secretaría, de las causas, del libro que escribió sobre enjuciamientos y de las modificaciones que debería tener la ley
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Ulises “Coco” Giménez, Secretario Permanente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, apoderado del PJ, apasionado de las motos y músico rockero en los pocos ratos libres, recibió a La Tecla en su despacho horas antes de presentar su libro El Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios en la Provincia de Buenos Aires. El trabajo de la Secretaría, la posibilidad de cambios en la ley de Jury, por qué han mermado las denuncias, el promedio de presentaciones por año y cuántos funcionarios judiciales han sido separados desde que se creó el organismo.
-¿De qué trata el libro que va a presentar y del que es autor?
-Cuando se creó esta Secretaría de Enjuiciamiento se derogó la vieja ley 8.085, que es reemplazada por la ley 13.661, y ahí comenzamos con un procedimiento diferente y con actores diferentes. Por ejemplo, no existía la Comisión Bicameral que tiene un rol muy importante, porque yo entiendo que el juicio político es de raigambre netamente legislativa. De eso trata el libro, de toda la experiencia que hemos recogido acá durante todos estos años y de explicar cómo se lleva adelante este procedimiento, que es nuevo y que muchas veces los abogados y los magistrados denunciados desconocen. Recibimos muchas consultas al respecto. Entonces, desnudamos el nuevo procedimiento y hablamos del denunciante, de cómo se hace una denuncia, derecho y obligaciones del denunciante y de los denunciados, el rol de la Procuración, el rol de la Comisión Bicameral, el rol de la Secretaría de Enjuiciamiento, el rol del jurado. Es una visión integral sobre el sistema de enjuiciamiento de magistrados, al que le agregamos bastante jurisprudencia de casos que hemos tenido. Hay muchos fallos que hemos incorporado y también incorporamos un derecho comparado. Hacemos un pequeño repaso por los sistemas de enjuiciamiento de las demás provincias del país.
-¿A partir de esa experiencia, habría que modificar algo sobre el sistema de jury en la Provincia?
-Sí. Desde que salió la primera ley, nosotros tuvimos que incluir modificaciones, fueron cinco las que incluimos hasta el momento. Hubo que ir haciendo retoques porque esto era un formato nuevo, con actores nuevos como la Secretaría de Enjuiciamiento y la Comisión Bicameral. Cuando uno hace una ley, hace una abstracción de lo que supone que va a pasar y después la realidad te indica que hay cosas que no tuviste en cuenta. Entonces, sí hubo varias modificaciones. Creemos que todavía le faltan a la ley algunas cosas. Pensamos, por ejemplo, que la Legislatura tendría que establecer algunas sanciones intermedias, acortando la distancia entre la remoción y la reprensión.
-¿Cómo es eso?
-Muchas veces nos encontramos con situaciones donde la sanción prevista por el disciplinario es poco; o tal vez hay una reiterancia, pero quizás esa reiterancia tampoco justifique que vaya a la remoción. Entonces, necesitamos tener alguna herramienta intermedia, como tienen otras provincias, para poder aplicar sanciones intermedias, suspensiones.
-O sea que es tirón de orejas o remoción, sin otras penitencias.
-No hay nada en el medio. Es muy grande la distancia, entonces creo que necesitamos una herramienta que nos permita no quedarnos con gusto a poco, o por ahí pensando si hicimos bien o mal.
-¿Ha hablado de lo que hay que arreglar en la ley con los legisladores, con el Presidente de la Corte?
-Sí, lo hemos charlado, hemos conversado con el Presidente de la Corte, el doctor (Daniel) Soria. Es coincidente su opinión con el tema de estas sanciones intermedias. Y también coinciden los legisladores. Cuando se dan estas situaciones, se conversan, se hablan, y están todos de acuerdo, porque además lo vivencian; ellos mismos tienen que fallar sobre algo que necesitaría alguna herramienta que les diera la posibilidad de ir por el medio y no la tienen. Los legisladores se comprometieron a hacer un proyecto en ese sentido.
-¿Cuántas causas llevan tramitadas desde que se creó la Secretaría?
-Hasta la fecha se han recibido setecientas catorce denuncias, que implican a más de mil integrantes del Poder Judicial y del Ministerio Público, incluyendo jueces de distintos fueros – civiles, penales, laborales y de familia – así como fiscales, defensores oficiales y camaristas. Aproximadamente ochenta magistrados y funcionarios han sido separados de sus funciones como resultado de estas denuncias
-¿Y cuántas hay en proceso en la actualidad
-Hay unas cien denuncias activas en proceso.
-¿Hay algún jury que esté próximo a realizarse?
-Hoy no hay ningún juicio en curso. Tenemos varias causas activas, pero no tenemos todavía ningún debate oral convocado.
-¿Cuántos se hicieron este año?
-Este año hicimos un solo debate (los jueces Francisco Gómez Urso y Pablo Viñas, que fueron absueltos) y después hicimos audiencias. Porque el jurado no solamente se reúne para los debates, se reúne también para las audiencias intermedias. Es importante decir que cada denunciado tiene un jurado distinto.
MENOS CANTIDAD DE CAUSAS “Hay muchas denuncias que se han desestimado por improcedentes”
-¿En promedio, cuántas denuncias se hacen por año?
-Veníamos con un ritmo de aproximadamente 60 denuncias por año. Ahora es un poquito menos. Obviamente nos ha pasado muchísimas veces que los denunciantes vienen a buscar acá una solución que les tiene que dar el propio Poder Judicial. El Jurado en Enjuiciamiento no es la alzada de una decisión judicial, no está para revisar fallos. Acá se evalúan conductas que pueden representar faltas o delitos. En el caso de los delitos ya sería otra situación porque ahí interviene la justicia ordinaria y nos mandan a nosotros el pedido de desafuero, que se hace a través del artículo 300 del Código Procesal Penal. Ahora bien, hay muchas denuncias que se han desestimado, porque eran improcedentes. Algunas han sido desestimadas in limine por el presidente del jurado, otras en la primera reunión del jurado y otras en distintas etapas. Algunas han llegado a proceso y en otras han renunciado los magistrados denunciados. El sistema de enjuiciamiento de magistrados no tiene naturaleza penal, no se persigue una sanción al magistrado, lo que se busca es mantener la buena salud de la justicia y remover a ese elemento disruptivo dentro del servicio de justicia. Por lo tanto, nosotros creemos que el sistema funciona no solamente cuando se remueve un magistrado por el debate oral, sino también cuando renuncia para no enfrentarse al jurado.
-¿Por qué cree que ha mermado la cantidad de denuncias?
-Yo creo que es multicausal. Primero, cuando tuvimos que presentar la Secretaría en sociedad y salir a cumplir el objetivo que dice la Constitución, que cualquiera del pueblo pueda denunciar a un juez, se denunciaba mucho sobre la sentencia. Y también venían muchas denuncias de abogados que, a lo mejor, querían recusar a un magistrado y pensaban que con la simple denuncia acá bastaba. Pero no es así. Todo ese tipo de prácticas fueron disminuyendo. Se fue depurando el propio sistema.
LA SALUD DEL PROCESO Y LOS TIEMPOS “Para nosotros no es una buena noticia un juez removido”
-No todos los juicios terminan con los magistrados destituidos. ¿Eso también habla de que el jury funciona bien?
-Sí. Para nosotros no es una buena noticia un juez removido, por más que sea nuestra tarea, ni nos alegramos por cada denuncia que entra. La regla general es que no se puede destituir a un magistrado por el contenido de sus sentencias. También está el error judicial; un juez puede equivocarse, por supuesto. Entonces, tenés el error judicial, el error judicial reiterado y el error judicial que causa perjuicio irreparable. Son distintos niveles de responsabilidad que le podés endilgar. Ahora, en línea general, nosotros no nos podemos meter en la sentencia. Por supuesto que leemos la sentencia para saber si hubo abuso de poder, si hubo desvío de poder o prevaricato
-¿Está conforme con los tiempos del proceso, o debieran ser más cortos?
-Los tiempos del proceso en algunos casos debieran ser más cortos, en otros no se puede. Y ahí nos vamos a meter en un tema, que es bastante trillado en el derecho, que es el plazo razonable. Inclusive la propia Corte Interamericana de Derechos Humanos tiene dicho que el plazo razonable tiene que ver básicamente con dos o tres cuestiones, con la complejidad de la causa, con la actividad del denunciado en la causa y con la actividad del juez. No hay una vara para medir. Para nosotros el anhelo es que las causas se resuelvan rápido para un lado o para el otro, no queremos tener magistrados denunciados con la espada de Damocles esperando a ver qué pasa. Que las causas se resuelvan rápido es bueno para el denunciante, para el denunciado, para la justicia y para la sociedad.
Cuando la acusación es sostenida por un particular
La acusación en un jury la hace la Procuración o la Comisión Bicameral (integrada por 12 legisladores), pero también la puede hacer un particular (persona física u organismo). “Si la acusación de los institucionales es aceptada después por el jurado desplaza al particular, pero lo pone en calidad de adjutor, que tiene posibilidad de intervenir en el debate del juicio. En el caso de que lo institucional no se constituye en parte acusatoria, ahí sí puede quedar el particular. Pero ahí el presidente le fija una fianza para que se haga cargo ese denunciante, si el jurado decide absolver al acusado, de las costas del proceso”, explica Giménez.
GUITARRA Y VOZ “Tocar con el grupo de música es como salir al patio a jugar”
Las motos y la música son los dos hobbies del Secretario de Enjuiciamiento y las que le dedica el tiempo libre. Cuanta que toca la guitarra desde pibe y que integró varias bandas. Ahora es guitarra y voz en la banda Garaje. “Tocamos rock and roll, rock nacional. Somos un grupo de amigos que nos juntamos a tocar, y hacemos una presentación por año, es como salir al patio a jugar”, asegura. Garaje está preparando un recital para cerrar el 2024, sin fecha confirmada todavía.