Quiénes son los dueños y quiénes perdieron el control de la vía pública frente a un escenario económico complejo donde quedó bajo la lupa el poder de movilización, convocatoria y protesta
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La gestión de Javier Milei y sus medidas económicas tuvieron un fuerte impacto en la sociedad y en los bolsillos de los argentinos; y la circunstancia encontró a diferentes actores de la oposición en veredas opuestas, pero no en las calles en sí. El poder de movilización se ha reducido en comparación a otras épocas de la historia reciente, salvo algunas excepciones. ¿Quiénes cuentan con las herramientas para recuperar el poder de convocatoria y marcarle la cancha al Gobierno?
Desde la campaña presidencial, cuando la llegada de Javier Milei al sillón de Rivadavia era un hecho, distintos análisis apuntaban a los focos de resistencia que podría encontrar la gestión libertaria en los partidos opositores, de acuerdo a sus postulados proselitistas. Los más agoreros se animaban a ponerle fecha de vencimiento a la gestión mileísta, sin embargo, nada de ello sucedió. Desde la Casa Rosada dejaron ver que no habría tolerancia a las manifestaciones y así se demostró cuando la policía y fuerzas de seguridad respondieron duramente a las mismas en cada oportunidad, dejando en claro que son los que han tomado el control sin dar el brazo a torcer.
Si bien el Gobierno tuvo presencia opositora en las calles, las mismas no han sido una bisagra, salvo la excepción de la marcha universitaria que obligó a rever las partidas presupuestarias a las casas de altos estudios. Luego hubo otras medidas, que, si bien fueron contundentes, no le movieron el amperímetro al Gobierno, como los paros generales, la marcha contra la aprobación de la Ley Bases o la realizada el día de San Cayetano. Otras medidas coercitivas, como la quita de subsidios o planes sociales que afectan a los sectores más postergados y vulnerables tampoco generaron una reacción social que mellara a Milei.
En comparación con otros momentos desde el retorno de la democracia y frente a gobiernos de oposición al peronismo, los gremios se mantienen en alerta, sin embargo, han perdido el protagonismo central en la toma de los estandartes de cualquier reclamo. Lo mismo ha pasado con los movimientos sociales y otros partidos que ya no cuentan con la adhesión de otros tiempos.
La Izquierda, por su parte, con sus diferentes fracciones, ha sabido mantenerse y estar presente en cada marcha y medida de fuerza, pero -por el momento- su influencia no alcanzó para llamar la atención del Gobierno a pesar de sus legítimas intenciones. Otros actores circunstanciales, como lo fue el campo durante los gobiernos kirchneristas, encontraron algunas respuestas a sus reclamos con medidas que han frezado sus posturas y presencia en las calles.
Otro elemento importante es el peronismo – kirchnerismo, que encontró en el Gobierno un enemigo con el cual pararse de manos. No obstante, sus conflictos internos tras la experiencia del mandato de Alberto Fernández y el no poder retener la conducción del Ejecutivo con Sergio Massa, lo dejó al margen de las grandes convocatorias.
Este presente del principal espacio opositor generó cortocircuitos puertas adentro y así lo hizo notar el legislador Leandro Santoro, que cuestionó a los dirigentes que no acompañaron la movilización de los jubilados en el centro de la Ciudad de Buenos Aires. ”No fue una movilización de cientos de miles de personas, estoy bastante caliente con los que están para la televisión y twitter, pero cuando hay que poner el cuerpo para defender a los jubilados no vienen”, sostuvo ante las cámaras de televisión el diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires.
En un escenario convulsionado, el Ejecutivo encontró focos de resistencia en otros ámbitos y muy lejos de las calles, donde quienes tuvieron el protagonismo en otros tiempos deberán analizar las estrategias para recuperar el terreno perdido. Antes, los partidos y espacios opositores deberán resolver sus propias cuestiones e internas, como así también sus liderazgos para retomar el manejo de las calles y su capacidad de convocatoria, si es que alguna medida de fuerte impacto no vuelca al pueblo a manifestarse o la irrupción de algún nuevo actor toma el protagonismo marcando un antes y un después.
Julio Bárbaro - dirigente y pensador peronista “No está el poder de convocatoria”
Respecto al rol del peronismo en su poder de convocatoria, el dirigente Julio Bárbaro señaló que “el peronismo no existe”, al tiempo que señaló que “no son la expresión de una sociedad porque no se moviliza a nadie. Se imagina a Víctor Santa María convocando a peronistas o a Alberto Fernández. Hoy no está el poder de convocatoria, porque el gobierno se está desinflando y la oposición no encuentra su sentido. La Argentina está en una crisis de decadencia política porque no se distingue en qué circo estamos entre el payaso que se fue y el payaso que vino”.
Sobre quien puede recuperar el rol de movilización, el exfuncionario y exdiputado nacional manifestó que “por ahora nadie. La historia nos devuelve personas, pero no sabemos cuándo. Los vacíos generan quien los ocupe, es difícil preverlo porque ahora no hay nadie. Para los radicales veo a Maximiliano Pullaro (gobernador de Santa Fe) y para el peronismo a Martín Llaryora (Córdoba) y Axel Kicillof (Buenos Aires)”.
Carlos Fara - analista y consultor político “No hay ánimo de sumarse a alguna movilización ajena”
El analista y consultor político, Carlos Fara puntualizó que “por una combinación de cuestiones está claro que hay menos movilización de lo que suponíamos. Primero, porque se cambió el circuito de financiamiento de las organizaciones sociales con mucha firmeza. Segundo, porque hay una amenaza concreta a la represión que es mucho más dura de lo que fue en su momento con el gobierno de Mauricio Macri. Y tercero, porque el Gobierno mantuvo o incrementó las partidas sociales, con lo cual eso ayuda a amortiguar también el clima de movilización”. En esta línea consideró que “parece que lo que hoy se está movilizando es todo muy estructurado y no veo mucha espontaneidad en ese tipo de cuestiones”.
Por otra parte, y en referencia a quiénes tienen el manejo de la calle, Fara subrayó que “el que domina la calle es el Gobierno. Además el clima de corte de calles que había desapareció bastante. Hay algunas movilizaciones, pero han desaparecido mucho los cortes que entorpecen todo el tránsito”.
Sobre quien puede recuperar el manejo de la calle, el analista destacó que “lo veo complejo, porque estas cosas dependen mucho del clima social y no es que sea bueno por nivel de recesión, pobreza, etcétera, pero esto pasa porque hay una sociedad que ya estaba cansada, independientemente de lo que piense el gobierno de Milei. Hay una sociedad que llega a esta etapa sin energía y con los brazos caídos. No hay banderazos, no hay cacerolazos, no hay bocinazos, no hay nada. Por eso veo muy difícil que vayamos a volver a ver los niveles de movilización de los últimos ocho años, y que además hay unas centrales sindicales que bajaron bastante su volumen “.
Sobre el rol de los partidos como el peronismo, Fara dijo que “en el peronismo eran los sindicatos, los intendentes, los gobernadores y me parece que ahora no hay, digamos, ni siquiera de la CGT o de parte de los intendentes del PJ, ánimo de sumarse un poquito a alguna movilización ajena”.
Gustavo Marangoni - analista político “Las movilizaciones y presencia en las calles es muy poca”
El consultor y analista político, Gustavo Marangoni habló sobre quienes manejan la calle, las convocatorias y medidas de fuerza, como también quienes tienen posibilidades de recuperar el terreno perdido, al respecto puntualizó que “las movilizaciones y presencia en las calles son muy pocas por parte de la principal fuerza de oposición, que entendemos es Unión por la Patria. Se moviliza más la izquierda y algunos sectores periféricos al kirchnerismo, con la excepción de lo que fue la marcha universitaria, que fue masiva y de distintos factores, pero el resto fueron muy quirúrgicas. Después, se retrocedió y hay un vacío en el manejo de la calle, porque antes de comenzar la presidencia de Milei había dudas de cómo se iba a manejar la calle, pero resultó ser lo más fácil de controlar. En parte por la mayor presencia es de la izquierda, que tiene un bajo nivel de aceptación. El Gobierno tiene mayores críticas en los mercados y los economistas que en la calle, porque frente a un ajuste de características importantes todavía hay tranquilidad”.
Sobre el rol de los actores que participaron de distintas movilizaciones y la posibilidad de recuperar la vía pública, el analista puntualizó que “la calle se puede llegar a movilizar por alguna protesta puntual que no esté en agenda y puede ser por un episodio de seguridad o por un aumento en particular, como lo es el transporte. Puede ser cualquiera de los que no estamos esperando, pero no veo que sea por parte de los actores de siempre, porque esos son los que están más
desprestigiados para convocar cualquier tipo de protesta. Entonces en un tiempo, el Gobierno puede ser frágil frente a alguna marcha de carácter espontáneo, y digo lo del transporte porque no me parece un tema menor, esas cosas son las que afectan y molestan a la gente. Pero en lo inmediato no creo que los dirigentes tradicionales sean un problema para Milei, porque son los que tuvieron un mayor protagonismo en lo que sucedió”.
Sobre el rol de actores como Axel Kicillof, Marangoni expresó que “el Gobernador no puede escapar al destino que está escrito en su condición de referente del progresismo para el Gobierno. Kicillof está condenado a ser el principal rival, pero esto es una pelea larga".
Hugo “Cachorro” Godoy - CTA Autónoma “Vamos a encontrar la forma de ponerle freno a tanta ignominia”
El Secretario General de la CTA Autónoma, Hugo “Cachorro” Godoy señaló que “donde algunos dicen que hay poca movilización de la gente, yo contesto que en ocho meses de gobierno, ninguna administración ha tenido dos paros nacionales, un paro nacional de mujeres y movilizaciones multitudinarias en cada una de estas actividades”. Además agregó: “El Gobierno apuesta a desalentar la movilización con la represión, no solamente con palos y gases, sino también con advertencias de que el que moviliza no cobra y utilizando la represión contra las manifestaciones, además de quitar derechos. Nosotros apostamos a que el estado de movilización se mantenga permanente, por eso estamos en distintas marchas que van creciendo todas las semanas”.
Sobre la pérdida del manejo de la calle y la capacidad de movilización, el dirigente gremial afirmó que “en algunos casos, como en el peronismo, lo que hay es un deterioro por el fracaso de su última experiencia de gobierno, además del vacío de liderazgo que eso genera. En el caso de los movimientos sociales, los recortes y la represión ha limitado, pero no extinguido, su capacidad de movilización. Pero, cuando se potencia la unidad entre sindicatos, movimientos sociales y organismos de Derechos Humanos, las movilizaciones son masivas, porque nuestro pueblo no se resigna a que lo maten de hambre o a palos”.
En referencia a la necesidad de recuperar la calle y plantarse el peronismo como un actor de oposición, el dirigente manifestó que “en tanto y en cuanto sea consecuente con los postulados históricos y no se vuelva a menemizar, es probable que sea así; pero eso va a requerir recrear liderazgos y una actitud no hegemónica y una capacidad de convocatoria de otros sectores del campo popular".