Macri se convence cada vez más que el acuerdo con LLA está lejos. En la UCR necesitan socios electorales. Las charlas para reavivar lo que fue JxC, el enojo del expresidente y los otros actores interesados
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El PRO y la Unión Cívica Radical exploran, con un incipiente avance, la posibilidad de volver a ser socios este año. “La idea es lograr un armado que nos saque de la polarización”, aseveran desde el radicalismo. “No hay que cerrarse a ninguna posibilidad y hay una gran chance de revivir una alianza como fue Juntos por el Cambio. Si Kicillof desdobla, las discusiones son seccionales y distritales y eso favorece a un armado por fuera de La Libertad Avanza (LLA)”, reconocen desde el espacio amarillo, donde algunos todavía empujan una no correspondida alineación a Javier Milei.
Lo que fue Cambiemos en un inicio, luego bautizado Juntos por el Cambio, tiene una chance de resurgimiento, pero será con otro nombre, con actores nuevos y otros conocidos, y con un discurso donde primará la palabra “alternativa”. No quieren que se los llame “espacio de centro”, porque esa denominación no enamora a una sociedad que se queja de la grieta sin dejar de alimentarla.
La idea tomó fuerza a partir del adelantamiento de las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires, de la negativa de Jorge Macri (que cada vez convence más a su primo Mauricio) a cerrar filas con LLA, y porque en ambos espacios entienden que pueden crecer juntos de abajo hacia arriba en la Provincia. El primer paso fue una reunión del Jefe de Gobierno porteño con el presidente en ejercicio de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad, en la costa este verano. A partir de allí tomaron la posta de las conversaciones Néstor Grindetti por parte de los amarillos y Miguel Fernández y Daniel Salvador por los boina blanca. Comenzaron a trabajar en acciones conjuntas, y la primera será el lunes 10 de marzo en La Plata.
Los dirigentes del PRO y de la UCR se reunirán en la capital provincial para dar una demostración de fuerzas, en lo que para algunos es el puntapié inicial del nuevo armado, pero que la mayoría mostrará como la continuidad del trabajo en conjunto que vienen realizado ambos bloques, más la Coalición Cívica, en la Legislatura.
Aunque personalidades del PRO se nieguen a renunciar a sus deseos de asociarse a La Libertad Avanza, el líder del partido se convence cada vez más que esa chance se aleja día a día, y que si no toma acciones rápido los libertarios le seguirán sacando dirigentes, en una táctica hormiga, de a uno por vez. Maurico Macri destila bronca contra el Gobierno nacional, y pese a que sigue creyendo en Milei despotrica donde puede contra el entorno del Presidente, porque “no suma nada y no entiende”.
El pasado 20 de febrero, en la casa quinta de Jorge Triaca, en San isidro, el expresidente reunió a un grupo de sub 40 de todo el país. Había intendentes, legisladores y concejales. Una intención era mostrar renovación en el partido, pero la principal era empezar a marcar la cancha electoral. “Este es un mal momento para el PRO, prepárense para sacar 12 puntos en las elecciones, pero es lo necesario para poder construir algo para el 27”, les dijo. “Si nos toca ser el 50 por ciento de lo que fue la elección de 2023 conformémonos con eso porque servirá para posicionarse para 2027”, reiteró.
Macri mostró su enojo con la caída de la licitación de la Hidrovía y disparó que hay empresas del Estado que no se cerraron, y a su entender debían ser liquidadas, porque se las quiere quedar Santiago Caputo. “Supuestamente van más rápido que nosotros, pero no las cierra porque Caputo se las quiere quedar para él”, soltó. “Yo creo en Milei, pero Milei, por su historia de vida, es un solista, por lo tanto nunca vamos a poder armar equipo porque es él solo”, se resignó. También lanzó críticas contra intendentes que se pasaron a las filas libertarias.
El expresidente evitó hablar de futuras alianzas y se refirió a la escasa chance electoral del PRO si compite solo, pero hubo otros que sí deslizaron en ese encuentro la posibilidad de volver a aunar fuerzas con el radicalismo. Un socio que a Macri lo incomoda, pero el mejor que puede tener si Milei sigue con la puerta cerrada a cualquier acuerdo estructural. En la semana posterior a ese encuentro, en la reunión de la mesa del partido, agregó críticas al Gobierno por la designación por decreto de Ariel Lijo como juez de la Corte.
“La Libertad Avanza plantea la extinción del PRO y eso nosotros no lo vamos a permitir porque no vamos a perder la identidad de un partido que ya tiene 23 años”, le aseguró a La Tecla un senador.
En tanto, desde el radicalismo, un legislador sostuvo que volver a unirse “es un camino tentador para todos; empieza a dar un horizonte y nos saca de la parálisis”. En el centenario partido, pese a que algunos dirigentes fantasearon (y varios todavía lo hacen) en la posibilidad de acordar con el Presidente, no hay afinidad con los libertarios y no pocos aseguran que “es contra natura, él no nos quiere y nosotros no lo queremos a él”. Con el PRO se sienten más cómodos, ya se conocen, y no deja de ser un buen ejemplo el trabajo en conjunto que llevan adelante en la Legislatura bonaerense. Claro que siempre hay excepciones, y en el radicalismo el sector interno que responde a Facundo Manes y Martín Lousteau tampoco quiere saber nada, de momento, con los amarillos.
Por su parte, hay otra pata también interesada en el rearmado de lo que fue Juntos por el Cambio. Es el sector que integran Florencio Randazzo, Emilio Monzó y Miguel Pichetto, entre otros, que además tiene diálogo fluido con Manes y Lousteau. Monzó repitió una y mil veces que un armado de centro (palabra que no gusta del otro lado) debía contener sí o sí al radicalismo.
“Estamos condenados al fracaso y a juntarnos porque Milei no nos quiere. El centro se va a terminar armando entre los que siempre estuvieron distanciados de Milei y de los que quisieron estar con Milei y no pudieron. No acordar y que haya dos opciones de centro significaría que ninguna de las dos alcance los dos dígitos. Si nos juntamos, en el interior de la Provincia le ganamos a LLA”, reflexionó un dirigente alineado al expresidente de la Cámara de Diputados en la era Cambiemos.
Si bien hay conversaciones entre todos, por ahora los dos armados se construyen por separado. En el PRO y la UCR ponen sobre la mesa la cantidad de intendencias y la representación territorial que tienen, y dicen que del otro lado hay menos, sin dejar de reconocer que sería conveniente que esa alternativa a los libertarios o al kirchnerismo sea una oferta electoral unificada.
El camino de la reunificación da sus primeros pasos, con varias incógnitas e incertidumbres y poca seguridad sobre cómo terminará la historia. Sí hay una certeza, y es que no volverá a llamarse Juntos por el Cambio, porque “es un retroceso, es a volver al pasado. Estamos en otro país, cambia todo”, sostuvo uno de los activos participantes para la confluencia de fuerzas en la provincia de Buenos Aires.
LA TERCERA PATA Sin desesperar, la Coalición Cívica espera que los demás se ordenen
En la Coalición Cívica, otra de las patas societarias del extinto Juntos por el Cambio, saben la que el partido terminará siendo parte de alguna alianza de centro como lo ha hecho desde su conformación. Sin embargo, en las huestes de Elisa Carrió no se apuran y esperan.
“No hemos tomado ninguna decisión, porque ni siquiera se saben cuáles van a ser las reglas electorales. Lo único que hemos hecho y funciona es lo parlamentario”, le respondió a este medio una voz referente del partido.
La fuente insistió en que “en lo parlamentario coordinamos acciones con todos los bloques (sobre todo con los que formaron parte de JxC), pero eso no significa que haya avances en cuestiones electorales, sobre lo cual no hemos analizado ninguna variable”.
Sin dudas, esperarán que haya definiciones más concretas por parte de los partidos mayoritarios, y que estos terminen por decidir cuál es el camino electoral que tomarán y resuelvan sus disidencias internas respecto a cuál es el camino a tomar, sobre todo el PRO.
PRO Macri mira otro horizonte para evitar que su partido se desintegre
Jorge Macri fue el primero que intentó ponerle un freno al entusiasmo de su primo Mauricio en cerrar filas con La Libertad Avanza. “Nos van a cagar y no nos van a dejar sin nada”, se cansó de repetir. Ya desde fines de 2024, el ex expresidente comenzó a convencerse que Javier Milei nunca tuvo en sus planes hacer una sociedad con el PRO. Aun así, dentro del partido siguen las posturas disímiles acerca del camino a tomar, y mientras unos se convencen cada vez más de dejar de insistir con un acuerdo, otros aseguran que sí o sí los amarillos deben amalgamarse con los violetas.
Esta postura la enarbolan con ahínco Diego Santilli y Guillermo Montenegro, quienes sostienen insistentemente en que “debemos juntarnos porque sino vuelve el kirchnerismo”. Los santillistas empiezan a ver que “Maurico está cerrando el partido, pero no nos podemos abrazar a la granada de Macri y tenemos que tratar de acordar sin explotar el partido”. Parece difícil. Está más que claro que la estrategia libertaria es chupar dirigentes de a uno sin acordar programáticamente con una estructura. Quizá Santilli y Montenegro terminen recorriendo ese camino, que ya iniciaron, entre otros, los intendentes Diego Valenzuela y Fernanda Astorino.
En una posición intermedia está Cristian Ritondo, el presidente del partido en la Provincia, quien no ve con malos ojos una confluencia, pero sin que el PRO pierda identidad. El jefe de bloque en Diputados de la Nación, no obstante, permanece alineado a Macri.
En la postura más dura de no acordar con LLA iniciada por Jorge Macri y a la que Mauricio parece adherir cada vez más se alinea Daniel Angelici. El “Tano” tiene un intendente (Javier Martínez), el presidente del bloque en el Senado, Christian Gribaudo, y un par de legisladores. Junto a los diputados, senadores e intendentes que responden al jefe de Gobierno porteño y a Ritondo sostienen una estructura que hará lo que Mauricio decida, pero que cuenta con una buena proporción territorial en la Provincia.
Conservar el partido es la premisa, y la primera prueba de fuego será la Ciudad de Buenos Aires, donde desde el propio PRO se reconoce que “tenemos un quilombo importante entre Jorge y Horacio (Rodríguez Larreta)” que suma tensión y riesgo electoral para los amarillos.
UNION CIVICA RADICAL Dos posturas difíciles de amalgamar y posibles caminos separados
Dos bloques en la Legislatura, varias referencias y una interna que no se resolvió con las elecciones partidarias del año pasado que aún aguardan la resolución final de la Justicia. El radicalismo bonaerense, como el radicalismo nacional, quedó inmerso en una disputa cuya solución no parece sencilla, sobre todo porque desde los dos sectores en pugna parecen apuntar a objetivos electorales diferentes.
“Primero hay que unirse, fortalecer la identidad del radicalismo y después ver. Hay que unir al partido antes de pensar en alianzas, definir qué somos”, le dijo a La Tecla un intendente del núcleo enfrentado con la conducción partidaria.
En tanto, otro representante municipal, pero en este caso alineado al abadismo, sostuvo que necesariamente “el partido tiene que ir en un frente electoral”, y coincidió con su colega en que “primero tenemos que solucionar los problemas internos”.
Desde el sector apuestan a que Miguel Fernández, cuando asuma formalmente la presidencia del partido, tendrá que poner todos sus esfuerzos en ello, aunque por estas horas nadie descarta que las divisiones no se solucionen y el radicalismo bonaerense termine dividido con dirigentes en dos coaliciones distintas
“El otro sector del radicalismo para mí está jugando cerca de Kicillof. Ellos están en una estrategia distinta, en un objetivo distinto”, expresó un dirigente de peso del abadismo, donde creen que el espacio referenciado en Facundo Manes y Martín Lousteau coquetea demasiado con el Gobernador. “Nosotros pensamos en un armado y otro sector está pensando en un armado con Kicillof, estamos en las antípodas”, sentenció.
En el radicalismo oficial reconocen que ellos tienen más estructura pero que desde el otro lado cuentan con Manes como el candidato quizá más potente del partido. El neurocirujano es difícil de encuadrar dentro de un esquema aliancista, a la vez que tampoco cree casi nadie que pueda aventurarse a lanzarse solo en una propuesta electoral. “O construye algo propio con Monzó, Schiaretti y el periodismo republicano o arregla con Kicillof”, analizó un dirigente que mira con atención la interna de la UCR.
Lo concreto es que la Unión Cívica Radical orgánica apunta nuevamente los cañones a una alianza donde confluyan varios sectores y la tenga como protagonista. Algunos creen que en ese camino tampoco sería contraproducente dejar de lado a dirigentes que pese a los resultados electorales internos prefieren sostener la división.
PASO SI O NO Disidencias sobre la conveniencia de sostener las Primarias
Cuál va a ser el cronograma electoral y si habrá elecciones Primarias o no en la provincia de Buenos Aires es algo que desvela a la oposición, sin otra alternativa que esperar las definiciones de Axel Kicillof al respecto. El desdoblamiento sería una buena noticia para una alianza de centro, porque la haría más competitiva frente a La Libertad Avanza, con quien disputaría electorado. Sin embargo, no hay consenso entre las filas opositoras acerca de la conveniencia o no de tener PASO.
Mientras el PRO tiene proyectos presentados recientemente en la Legislatura para anular las Primarias bonaerenses, el radicalismo y otros sectores de lo que fue Juntos por el Cambio aseguran que es la mejor herramienta para dirimir candidaturas dentro de una coalición amplia.
“El PRO no la quiere porque Macri no tolera el sistema coooperativo, él siempre pretende ser el epicentro, pero nosotros esperamos que haya PASO, porque es más fácil para ordenar”, aseveró una fuente cercana al armado que encaran Lousteau, Monzó y Randazzo, entre otros.
La Tecla consultó al respecto a un influyente dirigente radical acerca de si el partido defendía la continuidad de la primera vuelta y la respuesta fue contundente. “Obvio que las quiero, ¿sino cómo ordenamos la Provincia? ¿Si hay varios partidos, quién encabeza, quién va segundo? Sino valemos todo lo mismo en la mesa. Sin PASO volvés al pasado, volvés a que el dueño de la lapicera digite todo”, disparó.
Macri debe fantasear con la idea de un Juntos por el Cambio parecido al inicio, donde le PRO ejercía ese poder de lapicera, pero siempre estaban las Primarias para dirimir diferencias. Sus probables socios no se asumen ya furgón de cola de nadie, e incluso creen que en las Primarias les pueden sacar ventaja al partido amarillo, quizá el que más perdió desde la irrupción de Javier Milei.
