Unión por la Patria (UP) presenta un campo minado en los diferentes terrenos en los cuales se mueve en la provincia de Buenos Aires y la Legislatura no es la excepción. Las grietas internas trazan un panorama complejo para el oficialismo en el ámbito parlamentario y los acuerdos entre las tribus siempre dejan resquemores. El Frente Renovador ahora desconfía que se cumpla con la palabra empeñada allá por diciembre de 2023 por lo que pone la lupa sobre el grupo comandado por Martín Insaurralde.
Tras la reelección de Axel Kicillof, el recambio de autoridades en el parlamento bonaerense llegó luego de arduas negociones internas en el oficialismo. La salida de Federico Otermín de la presidencia de la Cámara de Diputados dejó una vacante codiciada por diversos sectores que provocó tensiones y dejó heridas que todavía algunas no terminan de sanar.
El tándem Máximo Kirchner – Martín Insaurralde pudo acordar con el espacio liderado por Sergio Massa un esquema rotativo para la titularidad de la Cámara baja. En ese sentido, Alejandro Dichiara fue ungido para ocupar el cargo por todo 2024 con la condición de que en el 2025 el massista Alexis Guerrera lo reemplace.
De todos modos, a lo largo de este año se dieron una serie de episodios que reavivaron viejas rencillas entre el líder del Frente Renovador y el exintendente de Lomas de Zamora. Algunas versiones señalan que las tensiones resurgieron tras el escándalo protagonizado por Julio “Chocolate” Rigau que sacudió a política provincial y que también se sumaron tironeos por las autoridades legislativas y algunos lugares de preponderancia en el Poder Ejecutivo.
En este marco, según pudo conocer La Tecla, un legislador del massismo advirtió: “Yo no creo que se de el cambio de autoridades. Soy pesimista en eso”. La confesión de quien conoce el paño en el terreno legislativo graficó el estado de situación entre dos tribus en Unión por la Patria. De esta manera, abrió la puerta para un sinfín de escenarios posibles en caso de no cumplirse lo acordado.
Sin embargo, descartó la posibilidad de una ruptura del bloque si es que no se rubrica lo pautado. “No es un contexto para tomar esa decisión”, aseguró en relación al impacto de las medidas que implementa el presidente, Javier Milei. Entonces indicó, en sintonía con toda la tropa renovadora, que su pertenencia es la coalición que gobierna la provincia de Buenos Aires. Así, sin esconder cierto fastidio por la situación, se encargó de desparramar un particular paño frío.
De hecho, de manera socarrona, admitió que “el jefe seguramente algo va a negociar” para no dar por perdida la batalla interna. Conocida es la habilidad de Massa para alcanzar acuerdos no solo con sus pares del peronismo, sino también por fuera de las fronteras de Unión por la Patria. En ese sentido, se esperan nuevos capítulos de una historia que refleja escarceos entre los socios oficialistas.
La rebelión del massismo en la sesión del 20 de febrero no solo fue un mensaje a Kicillof, sino también a la Presidencia de la Cámara. El faltazo de los legisladores fue presentado como un reclamo hacia el Gobernador por demandas de los intendentes no resueltas, pero además tuvo la función de mostrar capacidad de daño en el parlamento al no responder a la máxima autoridad institucional.
La tropa que comanda Massa había amenazado con romper a fines de mayo luego de que en Roque Pérez su intendente, Maximiliano Sciaini, recibiera un cachetazo por parte de concejales peronistas y radicales. Tras perder la presidencia del Concejo Deliberante, desde el FR salieron con los tapones de punta y advirtieron con tomar medidas drásticas en los cuerpos legislativos si no cesaban con las hostilidades hacia ellos.
Con tales antecedentes, entre otros, tampoco faltan las voces que desconocen el acuerdo por el que se propuso la rotación de la titularidad. Puertas adentro -y no tan adentro- Dichiara ya dio a conocer que a él no le avisaron nada sobre un mandato compartido y que piensa quedarse dos años como presidente. Las dudas sobre lo conveniado sobran.
No son pocos los que ponen en duda la unidad del peronismo en el 2025, momento en el que las elecciones legislativas los pondrán a prueba otra vez en las urnas. La expresión de deseo de mantenerse bajo el mismo paraguas se hace escuchar, pero por lo bajo nadie asegura que se sostenga. Por lo pronto, hacen gala que, a diferencia del periodo en el que gobernó Mauricio Macri, se encuentran en la misma casa.
“En la Legislatura estamos bien”, dijo una legisladora que no reporta a ninguna de las tribus que se dirimen la presidencia de la Cámara de Diputados. En relación al massismo, contó que “ellos están bien, se mantienen adentro”. No obstante, soltó: “Pero todos sabemos que el Frente Renovador, es el Frente Renovador”.