Nuevo golpe contra la Provincia: ATE confirmó que el Gobierno paralizó el proyecto CAREM e inició el despidos
La Junta Interna de ATE en la Comisión Nacional de Energía Atómica confirmó que la gerenta del proyecto CAREM-25 informó su paralización. “El resultado inmediato es que se frenan o se descontinúan los trabajos en el predio CAREM-Lima”, advirtieron.
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El Centro Nuclear Atucha, ubicado sobre el margen derecho del río Paraná de las Palmas en la localidad de Lima (Zárate) ,alberga dos centrales nucleares (Atucha I y Atucha II) y un reactor modular pequeño (Carem). Este complejo representa un hito en el desarrollo tecnológico y científico de Argentina, tanto por su contribución significativa a la generación de energía como en el avance en la investigación nuclear.
La Junta Interna de ATE en la Comisión Nacional de Energía Atómica confirmó que la gerenta del proyecto CAREM-25 informó su paralización. Implica el despido de los obreros que estaban abocados a su construcción. Además denunció que, por el retraso salarial, se está yendo gran parte del personal capacitado de la empresa.
Desde la Junta Interna explicaron que el Gobierno Nacional decidió paralizar por completo la construcción del proyecto CAREM-25 lo que tiene, entre tantas otras implicancias, el despido de todo el personal de la construcción abocado directamente a la obra.
Vale recordar que el CAREM es el primer reactor nuclear de potencia íntegramente diseñado y construido en la Argentina, situación que coloca al país a la vanguardia en el mercado de los SMR.
“La nueva gerenta del área del CAREM anunció la decisión de no seguir avanzando en la construcción civil, frenando la obra casi por completo”, plantearon desde el gremio que representa a los estatales.
“El resultado inmediato es que se frenan o se descontinúan los trabajos en el predio CAREM-LIMA lo que genera el despido de la mayoría de los obreros de la construcción y el retraso en general del proyecto CAREM”, remarcan.
Además, explican que la excusa son problemas de ingeniería cuando entienden que en realidad el problema es “el brutal ajuste que está realizando el gobierno de Milei y ejecutando las autoridades de la CNEA”.
Remarcaron, adicionalmente, que “el congelamiento y licuación de nuestros salarios, los despidos en la obra, las renuncias y la pérdida de derechos laborales destruyen los más de 70 años de historia y experiencia en manos de los trabajadores”.
Explicaron que la privatización de IMPSA, empresa que hizo los 4 generadores de vapor de la central Embalse y que está trabajando en el propio CAREM implica la desnacionalización de una proveedor y generará que el Estado deba pagar esos componentes en Dólares.
“Tenemos que frenarlos”, señalan desde ATE y remarcan que, entienden, que Milei “vino a terminar el trabajo que dejó inconcluso el menemismo y que pudimos frenar en el 2001”.
En diálogo con La Tecla, Ana Julia Aneise, economista (con un magíster en Economía y Derecho del Cambio Climático) e investigadora de Fundar, explica las capacidades y el impacto del parate en las obras del Centro Nuclear Atucha.
¿Qué importancia tienen las centrales nucleares Atucha I y II?
-La energía nuclear representa el 6% de la generación de electricidad en Argentina, y provee energía de “base” (es decir, constante y predecible), baja en emisiones y segura a todo el país. Esto no es trivial: en el marco de la transición energética, buscamos incorporar fuentes que no emitan gases de efecto invernadero como la eólica, solar e hidroeléctrica. Pero, a diferencia de las fuentes eólica y solar, que son intermitentes porque solo funcionan cuando brilla el sol o sopla el viento, la energía nuclear tiene a favor que además de ser limpia, entrega energía de manera estable.
La generación eléctrica de las tres centrales nucleares, y todo el conglomerado nuclear que las rodea, son producto de más de 70 años de apoyo ininterrumpido por parte de la sociedad al sector: para generar capacidades, investigar, desarrollar la tecnología y formar profesionales especializados. Gracias a ello, es un sector maduro, sólidamente establecido y generador neto de riqueza. Y que representa ese potencial tecnológico de nuestro país.
Luego de semejante apuesta, las capacidades nucleares construidas son una gran oportunidad: hoy estamos viviendo a nivel internacional un renacer de la industria nuclear, lo que abre la oportunidad de pensar estratégicamente cómo fortalecer al sector para impulsar el desarrollo del país y exportar tecnología. Como en todo el mundo, esto no es algo que sucede de manera automática, si no en base a estrategias nacionales operativizadas a través de políticas públicas que se mantienen en el tiempo y a través de diferentes administraciones. Si bien hay mucho para corregir y mejorar en la estrategia de Argentina respecto a sus capacidades nucleares, sería un desperdicio no aprovechar lo ya construído, producto de una inversión de tantas décadas.
¿Qué objetivos tiene el Gobierno con el parate de las centrales y del Carem?¿Hay posibilidad de privatización?¿Hay sectores que se benefician directamente?
-El problema es más bien el no objetivo: no hay criterio alguno detrás de los recortes presupuestarios, es simplemente hacer lo que sea por reducir el déficit, sin pensar en los costos que ello implica en el corto, mediano y largo plazo. Lo vemos en el recorte al sistema de ciencia y tecnología, a las universidades, en el no pago a las centrales generadoras de energía, cuestiones nodales para el desarrollo de nuestro país y para la atracción de inversiones. No hay evaluación alguna, es un recorte indiscriminado que destruye cosas que después son muy difíciles de reconstruir.
El sector nuclear en Argentina está conformado por gente muy valiosa, científicos y especialistas de primer nivel, que pudiendo insertarse laboralmente en el exterior por remuneraciones mucho mayores, eligen apostar al desarrollo tecnológico e industrial de nuestro país. El ninguneo sistemático a estos profesionales no hace más que socavar nuestras propias posibilidades de desarrollo como país en el futuro.
Las tres centrales nucleares argentinas dependen de la empresa pública Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA), sociedad anónima 100% del Estado nacional. En la Ley Bases se plantea la posibilidad de privatizar parcialmente, aunque manteniendo la mayoría accionaria estatal. Esta empresa viene operando las centrales de manera exitosa: sin incidentes destacables en términos de seguridad, y un nivel de generación energética en línea con los estándares internacionales. Prueba de sus capacidades es que ha realizado tareas de altísima complejidad técnica, como finalizar la construcción de la central Atucha II en 2014 o realizar la extensión de vida de la central de Embalse en Córdoba (2016-2018). Una privatización que tenga el mero objetivo de “hacer caja” corre el riesgo de debilitar las capacidades de la empresa.
Desfinanciar el proyecto (Carem) sin ningún tipo de planificación es, de nuevo, tirar a la basura años de apoyo de todos los argentinos. Nuestro país no está en la frontera tecnológica en muchos sectores, dejar pasar esta oportunidad y simplemente dejar caer el Carem, sería un enorme error que, además de grave, es irreversible.