El consultor político Pablo Díaz tomó distintos informes desde la asunción de Javier Milei hasta los de Mercados & Estrategia de agosto muestra una caída notable en el apoyo social al gobierno de Javier Milei, que se manifestaba ya en estudios previos. El Índice de Sustentabilidad General (ISG) del presidente disminuyó a 2,96, reflejando descontento en tres áreas clave: su imagen personal, la gestión de gobierno y la afinidad con sus ideas liberales.
Esta tendencia se vincula con el deterioro de la situación económica personal de los ciudadanos que en el primer semestre sufrieron no solo el aumento de los precios sen alimentos y servicios básicos, sino que las tarifas significó un duro golpe al bolsillo de la mayoría de la ciudadanía.
Un 9,6% de los votantes de Milei en el ballotage mostraron una impaciencia creciente por soluciones económicas. A pesar de la caída en las encuestas (de 54% a entre 42% y 47%), muchos de estos votantes no están cambiando su apoyo hacia otros partidos, sino que se ubican en la categoría de indecisos. Este cambio se debe a una recesión y una creciente incertidumbre económica.
Si las elecciones fueran hoy, se pronostica que La Libertad Avanza obtendría una considerable cantidad de bancas en el Congreso, con estimaciones que varían entre 48 y 64 diputados. Sin embargo, la inminente implementación de la Boleta Única de Papel (BUP) podría alterar el panorama electoral.
La Boleta Única de Papel, utilizada en varias provincias con éxito moderado, ha sido objeto de modificación en el Senado, lo que favorecería el voto cruzado. Esto podría cambiar las estrategias de campaña, obligando a los candidatos a trabajar más en su reconocimiento personal entre los votantes.
Por otra parte, la reciente encuesta de Pulsar revela un cambio en la percepción de los argentinos sobre el gasto del Estado. Si bien una mayoría aún considera que el Estado gasta demasiado (64%), este porcentaje ha disminuido significativamente desde 2023 (80%). Existe un claro apoyo para recortes en áreas como la política (88%), los planes sociales (60%) y el empleo público (66%), pero hay una fuerte resistencia a reducir el gasto en educación (91%) y salud (91%).
En cuanto a la preferencia por la intervención estatal versus el sector privado, un 54% de los encuestados favorece que las empresas privadas generen la mayoría de los empleos. Este cambio hacia el "privatismo" contrasta con los períodos anteriores de 2001 a 2020, y se observa una clara división ideológica entre votantes de diferentes partidos.
Respecto a la agenda de derechos y libertades, el apoyo a la eutanasia en situaciones extremas es alto (76%), mientras que la opinión sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo ha cambiado, mostrando un apoyo del 53% frente a un 46% en contra. Sin embargo, la legalización de la marihuana sigue siendo mayoritariamente rechazada (60%).
Los perfiles ideológicos en la sociedad se segmentan en cuatro categorías: Privatistas, Estatistas, Progresistas y Conservadores. La mayoría se ubica en posturas pro-mercado (52%), pero el 41% se identifica con posturas pro-Estado. Estos resultados reflejan un panorama complejo en la relación entre lo público y lo privado en la Argentina actual, con importantes implicaciones para las políticas futuras.