Sin el llamado a elecciones para renovar autoridades el 17 de noviembre tal cual se había anunciado, Máximo Kirchner prepara un encuentro del Partido Justicialista (PJ) bonaerense en el distrito de Monte Hermoso. La doble jornada prevista busca reunir a intendentes y dirigentes del interior en medio de la disputa encarnizada que atraviesa el peronismo por el bastón de mariscal y la birome.
Durante el fin de semana comenzó a llegarle a los titulares de las unidades básicas de los distritos del interior la invitación para un encuentro del PJ el viernes 4 y sábado 5 de octubre en Monte Hermoso. La convocatoria realizada por el presidente del justicialismo y líder de La Cámpora se hizo con tiempo para tratar de garantizar presencia.
La primera de las dos jornadas previstas será con charlas de la Escuela Justicialista Néstor Kirchner en el Centro de Convenciones de Monte Hermoso. Desde las 17 Julián Domínguez, exministro de Agricultura, realizará la presentación llamada "Buenos Aires, motor del desarrollo agroindustrial". Luego será el turno del exsubsecretario de Energía, Federico Basualdo, con la ponencia denominada "Sector energético en Argentina. Desarrollo, subsidios y tarifas”.
Al día siguiente se llevará a cabo lo más jugoso de la iniciativa y a partir de las 10 está previsto el arribo de Máximo Kirchner para una reunión con los presidentes de los PJ locales del interior. La intención será cerrar a las 13 con almuerzo para todos los que se hagan presentes.
“Las reuniones siempre se hacen en La Plata o el Conurbano y en La Costa algún marzo”, manifestaron a La Tecla desde la organización del encuentro sobre los motivos por los cuales se lleva a cabo en la Sexta Sección. De esta manera, sacaron pecho con la propuesta del desembarco en el interior.
En cuanto a las perspectivas sobre la presencia de Kirchner, indicaron que “queremos plantear los objetivos y dificultades del interior que son muy disímiles al Conurbano”. Entonces, dieron a conocer que “por eso surgió la idea, la propusimos y Máximo estuvo de acuerdo”.
El horno no está para bollos en el peronismo y cada acto o encuentro que realizada determinado sector se mira con lupa. Las últimas tres presentaciones (Cristina Fernández en Merlo, Axel Kicillof en Mar Chiquita y Máximo en La Plata) dejaron definiciones y heridas en los distintos campamentos. Ante esta situación, las lealtades comienzan a medirse con otra vara por lo que las presencias y ausencias tienen un peso preponderante en Unión por la Patria.
La bronca -disimulada públicamente- por parte de la Gobernación con algunos de sus ministros que no participaron del plenario en Santa Clara del Mar ahora pone un gran interrogante sobre el accionar de los intendentes. Desde algunos rincones del kicillofismo se escuchan reclamos hacia Calle 6 para que hagan sentir el peso a los alcaldes que por un lado exigen fondos para pagar salarios, pero por otro se prestan a acciones que -según entienden- liman la imagen del Gobernador.
En este marco, desde el entorno de la presidencia del justicialismo comenzaron con el operativo seducción hacia los titulares de los PJ locales del interior, que muchos de ellos son intendentes. Por tal motivo, levantan el teléfono para invitarlos a formar parte del encuentro del fin de semana en Monte Hermoso.
En las comunicaciones telefónicas se encargan de aclarar que la intención es tener un encuentro distendido y que se realice en paz. El objetivo de comprometer la presencia de todos los sectores también viene acompañado con el mensaje de evitar situaciones tensas en medio de una batalla a cielo abierto entre sus principales dirigentes.
Los llamados comenzaron a agitar el avispero sobre todo en quienes hoy están enfrentados con La Cámpora y reportan a Kicillof. Ahora la pelota la tienen ellos y se preguntan si deben asistir o no a una actividad realizada por Máximo. Según pudo conocer este medio, con el mandatario en México, desde el kicillofismo van a sugerir a los jefes comunales y dirigentes cercanos que no participen de la convocatoria. La preocupación por no ser “desleal” al Gobernador está latente.
Todavía resuenan en los oídos axelistas el cántico de La Cámpora dedicado a Kicillof que decía: “Y si querés otra canción, vení, te presto la mía”. Del mismo modo, las palabras de Kirchner, que propuso “armar nuevo”, reforzaron el distanciamiento. “Ahora dicen `el dedo de Cristina´. Y la pregunta que quiero hacer es ¿si los que fueron señalados por el dedo de Cristina se quejan, qué nos queda a los que no hemos sido señalados por el dedo de Cristina y seguimos haciendo todo lo que tenemos que hacer? Nadie se puede ofender”, dijo y luego lanzó: “Hay dirigentes del espacio a veces que creen que construyen la autoridad frente a Cristina. No, la autoridad se construye frente a Pagano, frente a Mindlin, frente a Eurnekián, frente a Elsztain”.
En los últimos, el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, dejó en claro la mirada kicillofista sobre la discusión interna. En declaraciones a Uno Tres Cinco Streaming Bonaerense, manifestó que “el peronismo tiene que volver a enamorar. Hoy el peronismo no enamora a nadie, ¿por qué no enamora a nadie? Una frase que dijo Axel el otro día en Mar Chiquita: no es cuestión de volver mejores, sino de mejorar para volver”. A su vez, agregó que “Cristina es la conductora de una fuerza política y Axel es el conductor del peronismo en la provincia de Buenos Aires porque tiene el cargo institucional más importante y es el conductor, obviamente, del gobierno, es el Ejecutivo”.