El
Día de la Lealtad peronista estuvo marcado justamente como una jornada en la que se pusieron en juego las fidelidades en medio de la batalla interna en el justicialismo.
Axel Kicillof tuvo su acto masivo con un marco político en el que juntó a dirigentes de peso mientras que
Cristina Fernández de Kirchner hizo su aparición en Avellaneda. El clima tenso que se vivió en la previa, durante y después de la actividad en Berisso choca con el optimismo de un ministro bonaerense.
“Los mejores días siempre fueron peronistas: los más felices fueron con Cristina y los mejores tienen que estar en el futuro”, dijo Kicillof en lo que pudo ser una de las frases más resonantes de su discurso en el kilómetro cero del peronismo. La referencia a CFK estuvo para graficar el pasado, pero no cuando miró hacia adelante. No fue la única vez que hizo referencia, hubo otras cuando citó el “acá no sobra nadie”, repudió la condena por la causa de Vialidad, habló de su proscripción y también de lo que hizo junto a Néstor Kirchner cuando comandaron los destinos del país.
En cuanto a la discusión interna sobre la presidencia del
Partido Justicialista (PJ) nacional, no se inclinó ni por Cristina ni tampoco por
Ricardo Quintela. El riojano había sido otro de los invitados, pero no concurrió. Al respecto, Jorge Yoma, contó que “desistió de ir para no exponer a Axel en la disputa interna del peronismo”.
Al respecto, el Gobernador bonaerense fue contundente:
“Nunca me van a ver buscando divisiones, eso es lo que quiere la derecha". En esa línea, remarcó que "no me interesa disputar ninguna interna, quiero colaborar en la construcción de una alternativa superadora: la única pelea en la que estoy interesado es contra las políticas de Javier Milei”.
En diálogo con
La Tecla, el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos,
Gabriel Katopodis, valoró el discurso de Kicillof y lo calificó como “potente. Asimismo, aseguró que "es un momento donde tenemos que ser claros al hablar, tenemos que ser nítidos y
esa claridad hoy está puesta en palabras de unidad, está puesta en palabras de futuro y está puesta en una acción muy concreta y muy clara: no tenemos un segundo para perder, no tenemos ninguna energía que se pueda distraer en lo que no sea lo fundamental, y lo fundamental es cuidar a nuestra gente".
En esa línea, resaltó que "lo fundamental es que desde la provincia de Buenos Aires podamos no solamente ser trincheras, sino fundamentalmente un punto de inflexión para lo que viene, el 2025.
El año que viene es un año electoral y como tal tiene que ser el inicio de la reconstrucción, de la construcción de una alternativa a nivel nacional para el peronismo".
Luego se mostró optimista con la resolución de la discusión interna en el justicialista y consideró: "
En las próximas horas el peronismo va a dar una muestra madura, seria, responsable, de unidad. En las próximas horas el peronismo va a demostrarle a los militantes, pero fundamentalmente al pueblo argentino que está a la altura, que no hay ninguna interna, ninguna discusión de cargos que nos pueda distraer".