27 de noviembre de 2025
TABLERO ABIERTO
Presupuesto sí, Endeudamiento no: por qué Kicillof enfrenta su noche más incierta
La Legislatura bonaerense volvió a convertirse en un terreno movedizo para el gobierno de Axel Kicillof. El impasse en la discusión por el endeudamiento expuso fisuras, desconfianzas y reclamos cruzados que dejaron al Ejecutivo frente a un horizonte incierto, pendiente de definiciones que podrían estirarse hasta el viernes.

La Legislatura bonaerense volvió a convertirse en un terreno movedizo para el gobierno de Axel Kicillof, que llegó a la doble sesión de este miércoles con el objetivo de aprobar el Presupuesto 2026, la Ley Fiscal Impositiva y, sobre todo, el endeudamiento. Sin embargo, el tablero político expuso fisuras, desconfianzas y reclamos cruzados que dejaron al Ejecutivo frente a un horizonte incierto, pendiente de definiciones que podrían estirarse hasta el viernes.
El foco del conflicto se posó sobre el fondo para los municipios, un punto que la oposición ,radicales y el PRO, instaló como condición indispensable para acompañar el endeudamiento. Aunque las negociaciones avanzaron en comisión con la promesa de que los intendentes recibirían el 8% de los montos autorizados, la letra fina del acuerdo abrió grietas no solo entre oficialismo y oposición, sino también dentro del propio peronismo.
Según el borrador inicial, el Fondo de Fortalecimiento de la Inversión Municipal se integraría con el 8% del total de deuda autorizada, que supera los 3.000 millones de dólares. Pero la oposición logró además un compromiso adicional: incluso si la Provincia no tomara deuda, se garantizaría un mini-fondo equivalente al 8% del tramo inicial autorizado, lo que rondaría los 120.000 millones de pesos. Fue un gesto que destrabó parte de la discusión, pero no alcanzó para sellar el acuerdo.
El problema surgió cuando la gobernación intervino para frenar las expectativas: Kicillof dejó en claro que no convalidaría un esquema que exigiera más de 30.000 millones de pesos sin deuda tomada. La señal cayó como un baldazo en plena negociación y obligó a volver a foja cero, según plantearon desde la UCR. El ministro de Economía, Pablo López, reforzó el mensaje al advertir que no podía garantizar el cronograma de cuotas que reclamaban los bloques opositores.
Al mismo tiempo, el reparto de cargos en el Banco Provincia se transformó en otra traba de peso. La oposición ató su apoyo al endeudamiento a la presentación de los pliegos para completar y ampliar el directorio de ocho a doce miembros. Pero el Ejecutivo no está dispuesto a abrir esa discusión en medio de las tensiones internas entre el kicillofismo y La Cámpora, que también juega su propio partido en el reparto de poder.
En ese clima enrarecido, las sesiones previstas para la tarde comenzaron con demoras y negociaciones que se estiraron hasta la medianoche. Finalmente, solo se aprobaron el Presupuesto 2026 y la Ley Fiscal Impositiva, en una votación que reunió al peronismo y parte del radicalismo, pero dejó al PRO en contra. El endeudamiento quedó sin tratamiento, empujado a un cuarto intermedio hasta el viernes a las 10.
El Senado, que esperaba la media sanción de Diputados para avanzar con el paquete completo, también quedó condicionado. Si bien se logró aprobar el presupuesto y la fiscal impositiva con los dos tercios necesarios, no consiguió avanzar en la autorización de financiamiento sin el aval de la otra cámara. La falta de definiciones alimenta un clima de creciente incertidumbre en torno al desenlace de la pulseada política.
Dentro del oficialismo reconocen que el principal escollo está en la instrumentación del fondo municipal y en cómo se garantizarán los desembolsos. El gobierno insiste en que el fondo será automático y proporcional al ingreso de los recursos derivados de la deuda, pero la oposición exige un esquema fijo y previsible, con cuotas claramente establecidas y un mecanismo de distribución consensuado.
Las tensiones internas tampoco ayudan. Legisladores de UxP admiten que desde el propio riñón del peronismo se endureció la posición y se presionó para no conceder más recursos ni cargos de los necesarios, un movimiento que complejiza la estrategia del Ejecutivo en un momento en el que necesita asegurar mayorías especiales.
Con el endeudamiento trabado, el Ejecutivo enfrenta ahora un escenario abierto. El viernes será una cita clave: deberá intentar construir los dos tercios necesarios, contener a su tropa, convencer a sectores opositores y resolver, o al menos encauzar, el conflicto por los cargos y los fondos para los municipios. Hasta entonces, todo permanece bajo un manto de incertidumbre que condiciona la gobernabilidad y obliga a Kicillof a recalcular su margen político en la Legislatura.