CFK criticó al Gobierno, pero se mostró zen y pidió un “contrato social de ciudadanía responsable”
En la previa, algunos de los que se acercaron al predio de La Rural albergaban la esperanza que en el acto la expresidenta terminara con la incógnita y anunciara su candidatura presidencial, pero la exmandataria habló de su libro “Sinceramente”, aunque no se privó de las críticas al gobierno de Macri mientras pidió más diálogo y compromiso de todos los sectores para sacar el país adelante. Lejos de su histrionismo, se mostró calma y contemplativa.
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Luego de las presentaciones de rigor, Cristina Fernández tomó el micrófono y agradeció a Alberto Fernández, que fue quien la empujó a tomar la iniciativa de escribir el libro. Su exjefe de Gabinete la escuchaba desde la primera fila.
Luego de contar cómo se llegó a decidir el título de la publicación, la expresidente agradeció a quienes compran el libro pese a la situación económica que atraviesan los argentinos. Dijo que en el tomo cuenta “lo que me tocó vivir, lo que estoy viviendo y lo que están viviendo los argentinos también”.
Negó ser “populista”, y pidió “no enojarnos los unos con los otros”, porque es imposible resolver bien si no se comprende la magnitud de los problemas”. Y agregó que el gobierno “tiene casi un millón de planes, muchos más que los que tenía el gobierno de los planeros y choriplaneros”.
“Tienen que ganar todos y tienen que comer todas”, reclamó.
“Creo, sinceramente, (que el libro) es el aporte que puedo hacer y dar para que entre todos los argentinos y argentinas podamos construir algo diferente”, expresó la senadora nacional. Luego habló de la necesidad de unidad, aunque sentenció que “va a ser necesario algo más, un contrato social de todos los argentinos y de todas las argentinas, con metas verificables, cuantificables, exigibles”.
Habló de Perón e insistió que se necesita “un contrato social de ciudadanía responsable, que incluir a todos, desde el empresario. El dirigente sindical, el intelectual, el ciudadano que trabaja de operario, aquellos que hoy son cooperativistas. Es necesario que generemos trabajo genuino, con el compromiso de todos”.
También reclamó un mercado interno fuerte, y recurrió a un inesperado ejemplo comparativo, al poner como reflejo el gobierno de Estados Unidos (proteccionista) que ha generado empleo, y allí recomendó: “Si tanto escuchan lo que dicen allá, imiten lo que hacen all”, en otra crítica directa dirigida a la Casa Rosada.
Antes del final, volvió a agradecer porque el libro llegó a los 300.000 ejemplares vendidos y dijo “me acariciaron el alma”. La tribuna estalló en el canto “vamos a volver, vamos a volver”. Y ella retrucó con una broma “¿Estamos en el salón Borges, no? Bueno, como decía Borges, son incorregibles, son incorregibles.
Luego, contó por qué eligió el 9 de mayo para la presentación. “Hoy hace 44 años que, en La Plata, en el Registro Civil número 1 Néstor y yo nos casábamos”.
En el estrado del salón Borges Cristina estuvo secundada por María Teresa Carbano, presidenta de la Fundación El Libro, y Juan Ignacio Boido, director en Argentina de Pengüin Random House Grupo Editorial, a cargo de la edición del libro.
La presentación se realizó en la sala Jorge Luis Borges, la más amplia del complejo, con capacidad para mil personas. En el recinto se albergó la dirigencia política y el resto de los invitados, mientras que los militantes se fueron acercando al predio lindante al mencionado salón, donde hicieron “el aguante” pese a la intensa lluvia que cayó sobre la Capital Federal a menos de dos horas del acto. Se montó una pantalla gigante en el patio interno del predio y otra sobre la avenida Sarmiento.