En presencia del presidente Mauricio Macri, que encabezó el Tedeum en la Catedral metropolitana, el Arzobispo de Buenos Aires y Primado de Argentina, Mario Poli, hizo un llamado a la unidad, al asegurar que "es el momento de un gran pacto nacional".
En un duro discurso, el religioso pidió que "la unidad prevalezca sobre el conflicto", y expresó que "nuestra sociedad no está hecha para la división".
"Necesitamos una dirigencia que trace puentes en nuestra sociedad", dijo Poli, añadiendo que "la política puede convertirse en un instrumento de destrucción".
También fue contundente al afirmar que "los poderosos hacen sentir su autoridad sobre los demás", enfatizando que "la propaganda política invade la vida cotidiana". En tal sentido, pidió a la dirigencia política que "no nos considere solamente en las urnas, porque votar es hacer y construir nuestra historia".
Por otra parte, el arzobispo porteño fue crítico con el rol de los medios de comunicación, mencionando la mecánica comunicacional "que invade la paz de los hogares", apuntando a aquellos que "instalan subjetividades en contra de candidatos".
Tampoco faltaron las referencias a la crisis y sus efectos, al señalar que "comparto que muchos pueden pensar que no hay motivos de hacer fiesta patria, cuando buena parte de nuestro pueblo no se siente invitado porque no posee igualdad de oportunidades y carece de lo necesario para tener una vida digna".
Y citó al Papa Francisco, manifestando que el poder no puede convertirse en "opresión, marginación e incluso destrucción" .
Por su parte, la gobernador María Eugenia Vidal encabezó los actos en La Plata, acompañada de algunos de sus ministros y el intendente Julio Garro.
La conmemoración se inició en Plaza Moreno y se trasladó luego a la iglesia San Ponciano, donde asistió al Tedeum que, por primera vez, sale de la Catedral platense. Allí, pronunció unas palabras el arzobispo de la capital provincial, Víctor "Tucho" Fernández.
En su alocución, el obispo de la capital bonaerense aseguró que "en este día quiero pedir especialmente que despierte en todos los que tienen alguna autoridad o función dirigente en la sociedad, se dejen mover por un sincero amor a las personas, al pueblo, al gran pueblo argentino".
"Pero esta promoción de las personas a través del trabajo no tiene que ver sólo con el resultado de ese trabajo, aunque también sea importante. Tiene que ver también con que el trabajo dignifica a las personas. Por eso me alegró mucho que este año, por ejemplo, en el Astillero (Río Santiago) se abrieran posibilidades de trabajar, de producir algo. No basta que cobren un sueldo, sino que puedan expresar su dignidad haciendo algo por lo que cobran, y produciendo algo para este mundo", añadió.