30 de agosto de 2019
OFICIALISMO
La derrota dejó a los bloques en crisis
Si se reiteran los resultados de las PASO, Juntos por el Cambio pasará a ser oposición. Ya hay movimientos subterráneos en las bancadas de diputados y senadores, con portazos en ciernes
La Legislatura parece quieta y adormecida en el año electoral. Sin embargo hay una intensa actividad subterránea que va más allá del cierre del ejercicio actual y tiene que ver con el futuro, a partir del recambio legislativo del 10 de diciembre. El resultado de las PASO aceleró un proceso que debió haber comenzado después de las elecciones generales de octubre.
Si bien aparece como temprano aventurar cómo quedará compuesto el nuevo Parlamento bonaerense, son los propios protagonistas los que adelantan los tiempos. Las reuniones y llamados no dejan de producirse en cada uno de los bloques, y mientras los ganadores de las primarias se regodean con la posibilidad de recuperar el poder legislativo, en el actual oficialismo hay un verdadero mar de fondo sobre qué pasará con Juntos por el Cambio (hasta ahora, Cambiemos en los bloques) si se concreta la derrota en las urnas.
Sostener la unidad sería el ideal, al punto que quedaría en manos de los amarillos la mayoría en el Senado, y un bloque poderoso en Diputados. Pero eso aparece como una utopía si se tiene en cuenta que hay rupturas inminentes y charlas entre disconformes y enojados para formalizar distintas bancadas.
El radicalismo despotrica por lo bajo, mientras quienes están en las listas hacen todo lo posible para mantener la calma y no anticipar acciones que puedan agravar la catástrofe electoral de las PASO, con lo cual, hasta ellos perderían lugares. Pero será muy difícil mantener unidos al PRO y a la UCR en una sola bancada después de diciembre, más cuando se multiplican los boinas blancas que piden abrir ya un debate interno y discutir la conducción provincial y nacional del partido.
Algunos aventuran que, tarde o temprano, el PRO, la UCR y la Coalición Cívica terminarán en bloques separados, pero que no sería en lo inmediato, sino cuando transcurra el próximo período legislativo. Sin embargo hay otros actores que anticipan el portazo ni bien juren las nuevas autoridades.
Un caso es, en Diputados, el de Fernando Pérez, quien se presenta como candidato a intendente de Quilmes por Consenso Federal. Pérez ya está afuera, como lo estarán la senadora Ana Laura Geloso y el diputado Guillermo Bardón, quienes responden sin dobleces a Emilio Monzó, desplazado del armado bonaerense y sin posibilidad de incorporar a su gente en las listas este año.
Geloso y Bardón no irán a ninguno de los bloques peronistas, sino que apuntarían a la construcción de nuevas bancadas que junten a varios de los legis-ladores que no reportan directamente a Federico Salvai, Alex Campbell, Jorge Macri y el resto de los alcaldes del Pro.
¿Qué va a pasar con los legisladores que responden al ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre? Es una incógnita que se echa a rodar en el Parlamento. Sobre el funcionario pesa ahora el apodo “joven manos de tijera”, por la diferencia que el intendente de San Miguel, Jaime Méndez, sacó sobre Vidal y Macri en las PASO. De la Torre viene del peronismo y siempre tiene puentes con ese espacio. No sería extraño encontrar pronto un bloque que congregue a su senador, Lucas Fiorini, con Ana Geloso y Claudia Rucci, si esta finalmente ingresa en la Cámara Alta. Ya hay charlas, e incluso contactos, con otros legisladores que no estarían cómodos en el PRO.
En el Senado será clave, además, si llegara a hacer algún movimiento el presidente del bloque, Roberto Costa. Cualquier ruptura, por pequeña que sea, cambiará el es-quema de poder de la Cámara Alta. Al punto que en Diputados aseguran que si el PRO no logra mantener la unidad del bloque de senadores perderá mucho juego de negociación, y lo ganarán quienes realicen el quiebre. En primer lugar, la UCR, que quedaría con una bancada de seis integrantes.
En Diputados, los dirigentes que no se sienten contenidos en el espacio buscarán seguramente puntos en común para ver si pueden formalizar una sola bancada y no quedar disgregados en bloques unipersonales. Fernando Pérez, por caso, podría unirse a Fabio Britos (quien ingresa por ahora por Consenso Federal). Pero ¿cuán lejos de ellos puede estar el monzoísmo, si siempre hubo un muy buen diálogo? También Martín Domínguez Yelpo tiene un fluido contacto con quienes responden al presidente de la Cámara de Diputados de la Nación.
Un caso particular es el de Mario Giaccobe, un silencioso operador interno que ha sido clave en los últimos dos años en el manejo político que le dio a la Cámara Baja Manuel Mosca. Giaccobe, quien ya está prácticamente afuera, fue un puente constante entre el bloque de Cambiemos con las demás bancadas para cerrar los acuerdos políticos que permitieron avanzar en distintas leyes. El hombre de Berazategui y Maximiliano Abad fueron los principales partenaires de Mosca en la conducción.
Juntos por el Cambio parece no tener demasiada vida si se ratifica en las generales la derrota de las PASO, y la ilusión de algunos de mantener la unidad para arrancar desde el día cero como la principal fuerza opositora aparece hoy como una utopía. Sí es claro que el último cierre de listas le permite a Vidal, pese a los costos políticos de perder aliados, consolidar que el PRO es el espacio que más dirigentes conservará en ambas cámaras.
La reunión con Vidal en la que la mayoría se guardó las críticas
Los legisladores de Cambiemos se juntaron la semana pasada con María Eugenia Vidal en la Residencia Oficial, en el marco de las reuniones de contención que encaró el Ejecutivo tras la derrota de las PASO. En la previa eran muchas las quejas, pero en la concreción de la reunión, los reproches quedaron prácticamente al margen y se arengó en pos de mejorar el resultado en los comicios generales.
El diputado monzoísta Guillermo Bardón pidió en un momento una autocrítica de todas las cosas que se habían hecho mal antes de entrar en un nuevo modo campaña. No tuvo, de parte del resto, el acompañamiento como para que aparecieran algunos esbozos de introspección. También faltaron varios legisladores. Uno de ellos dijo a La Tecla que “este espacio me representa cada vez menos, y no consideré oportuno ir a una reunión en la que lo único que tengo son reproches; me parece que la Gobernadora no se lo merece. Sí hubiera ido si era solamente con el jefe de campaña”.
Tampoco estuvo el radical Horacio López, quien había sido muy duro en una reunión previa que tuvo el bloque de senadores, en la que el exintendente de Puán se quejó de que “nadie nos consultó cómo hacer la campaña en la Sexta sección electoral”, y que se centralizaba todo sin tener en cuenta los puntos de vista de los referentes seccionales. También pidió a sus colegas que si en algún momento se encontraban con Vidal, debían decir todas las cosas que se dijeron en esa reunión. Pero resulta que después, el propio López faltó a la cita con la Gobernadora.
Hubo tensión en ese encuentro de senadores, y quienes se sienten desplazados no tuvieron problemas en manifestar: “Por qué voy a tener que militar la boleta de un espacio que no nos tiene en cuenta”.