La Tecla
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“El agua sucia lava todo mal”, reza la banda de rock platense Don Lunfardo y el Señor Otario, que bien podría aplicarse a la realidad que vive Pergamino. Es que, el distrito de la Segunda Sección, desde 2015 bajo la conducción política de un aliado a Mauricio Macri, Javier Martínez, sufre una dura realidad con aguas contaminadas por el uso desmedido de fitosanitarios en zonas urbanas.
Vale destacar que, la relación de Martínez con Macri, como ocurrió en muchas candidaturas bonaerenses, es más que política y surgió desde el fútbol. El actual intendente de Pergamino fue durante varios años presidente de Douglas Haigh, equipo que llegó a disputar el Nacional B y hoy recorre los torneos federales. Allí se fortaleció el vínculo del alcalde con el ex presidente de Boca Juniors.
En ese sentido, Martínez fue uno de los jefes comunales que en diciembre de 2015 asumió con las promesas de cambiar la política. Sin embargo, lejos de olvidarse del club que supo conducir, giró más de tres millones de pesos en subsidios en los primeros años. A la par, el distrito era beneficiado por emergencias agropecuarias producto de inundaciones. La medida del ex titular de Douglas Haig le valió críticas desde la oposición por el uso discriminado de fondos para favorecer a la institución y la desidia ante la crisis por las crecidas de los ríos.
No obstante, la trama de subsidios quedó como una simple mancha ante el avance de la gestión y las duras denuncias realizadas por vecinos de los barrios de Pergamino. Es que, conforme a estudios oficiales, el agua del distrito está contaminada por el uso desmedido de agrotóxicos en zonas urbanas y no es apta para el consumo. Como si fuera poco, a mediados de junio de este año, se conoció la alarmante cifra de 53 casos de cáncer en dos manzanas a la redonda. Claro está, ante la desidia de la municipalidad, el relevamiento fue realizado por los propios vecinos que luchan por poner un freno a la aplicación de fitosanitarios a metros de sus hogares.
Con dicho panorama, y ante la denuncia de los pergaminenses, la respuesta de Martínez no se hizo esperar. “En mi casa, yo tomo agua de la canilla”, lanzó sin preocupaciones el alcalde antes de que se confirmen el nivel de toxicidad del agua del distrito. Fue el Juzgado Federal N°2 de San Nicolás, quien hizo lugar al pedido de “Madres de barrios fumigados” y determinó que el agua no es potable en las barriadas Villa Alicia, La Guarida y Luar Kayad. El estudio esta avalado por el INTI, el Conicet y la Justicia.
En ese sentido, ante la falta de respuestas de la municipalidad, en mayo el titular de la Fiscalía Federal de San Nicolás, Matías Di Lello, reclamó la intervención del Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema). A cuatro meses de la resolución, la comuna volvió a hacer caso omiso a los reclamos judiciales y las respuestas no llegaron.
De esa manera, una vez más la Justicia Federal con departamento en San Nicolás determinó la prohibición de la fumigación a
En definitiva, el juez exigió al Intendente, que informe la cantidad de parajes y pueblos rurales existentes dentro de su partido, para fijar las distancias permitidas para fumigar los campos. En su fallo, el magistrado señala de manera contundente que ordena que "deberá hacerse extensiva dicha prohibición a la totalidad de la ciudad de Pergamino, fijándose un LÍMITE RESTRICTIVO Y DE EXCLUSIÓN DE
Así, Martínez atraviesa los últimos meses de la gestión local bajo la mirada de la Jusicia y la dura marca de la contaminación en los barrios y con más de cincuenta casos de cáncer denunciados por los propios vecinos de Pergamino.