26 de septiembre de 2019
17 AÑOS DESPUES
Araceli González rompió el silencio y apuntó contra Adrián Suar
En un reportaje exclusivo, la actriz aseguró: "Ya es hora de decir la verdad" y habló a corazón abierto de su divorcio con el productor de Polka
Esta semana, Araceli González dio una entrevista exclusiva para Gente; pero sus declaraciones hicieron eco en todos los medios. Y es que a 17 años de su separación de Adrián Suar, por primera vez la actriz rompió el silencio acerca de una cuestión pendiente sobre su divorcio.
El productor y la artista se separaron en el año 2002, luego de seis años de romance y con un hijo en común, Toto Kirzner. Pese a que los dos son grandes figuras del medio, se trató de una separación de sumo bajo perfil. Sin embargo, ahora Araceli reveló que jamás logró la división de bienes.
"Quiero contarles veinte años de mi vida. Durante todo ese tiempo vieron a una mujer que iba y venía, que trabajaba hasta el desmayo, que rió y que lloró, a veces entera, otras desestabilizada. Y ya es hora de decir la verdad", comenzó diciendo en una extensa nota con la revista Gente. Para luego terminar revelando: "Desde mi divorcio jamás conseguí la división de bienes".
En esta línea, aclaró: "He firmado papeles que me mostraban, hubo 'arreglos' nunca arreglados y postergaciones sostenidas. He sido paciente con las tantas vueltas que se dieron alrededor de este asunto. Pero hasta aquí llegué".
Y agregó: "Siempre he dicho que denunciar protege. Que acobardarse es un error. Y no voy a seguir dando un ejemplo contrario. Si me quedo en casa haciéndome la pelotuda y mostrándoles a todos que la vida es embellecerse, no estaría comunicándoles quién soy en realidad. Esta que ven aquí es una guerrera dispuesta a salir por su dignidad, y por ende la de todos".
En este marco, la artista que se encuentra en pareja con el actor Fabián Mazzei, contó que decidió iniciar "una lucha definitiva, ni más ni menos que por lo que me corresponde".
"La lucha de las mujeres todavía continúa, y será constante. No bajemos los brazos, no confundamos sensibilidad con debilidad. Que no crean que porque una parece estar 'en otra' se resigna a la línea del machismo y el destrato", afirmó. Y concluyó: "Todas padecemos lo mismo. Es por eso que, como persona pública, tengo la obligación de sumar mi voz: que estos atropellos suceden sin distinciones y deben ser extirpados. Siento que mi misión es ayudar a construir desde mi propia historia, desde mi propia experiencia de búsqueda de la evolución".