La Tecla
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A tan sólo días del traspaso de mando, y en medio de una transición sin demasiados sobresaltos, el Gobierno saliente sorprendió hoy con el anuncio de presentación de un proyecto de ley para blindar al Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC) de eventuales presiones o intervenciones políticas.
La iniciativa, presentada por el ministro de Hacienda de la Nación, Hernán Lacunza, fue leída rápidamente como un mensaje hacia el kirchnerismo, que en los últimos años al frente de la Casa Rosada fue duramente cuestionado por el manejo del INDEC.
El proyecto prevé el nombramiento de un director que tendrá mandato fijo de cinco años y será designado por concurso con acuerdo del Senado, al tiempo que crea una comisión bicameral para el monitoreo de la gestión del organismo.
Según Lacunza, uno de los objetivos centrales del proyecto es "proveer un marco institucional robusto para que pueda hacer frente a las presiones políticas".
Otro objetivo, planteó el funcionario, es la necesidad de "adaptar una ley de estadísticas bastante antigua, de 51 años, a las mejores prácticas internacionales que han evolucionado mucho en estas últimas cinco décadas".
El proyecto de ley busca consolidar al Indec como una "entidad autárquica, con autonomía funcional, personería jurídica y patrimonio propio, dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros"´, y afianzarlo en su rol de "órgano rector del Sistema de Estadísticas Públicas".
En caso de ser aprobada, la nueva ley buscará adjudicarle al organismo "status de servicio público para las estadísticas oficiales" y fijar "estabilidad y pautas claras para el nombramiento y la remoción de autoridades", con un mandato fijo de cinco años para el director general. Éste deberá ser designado por concurso público, del mismo modo que el director técnico.