La Tecla
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En una gestión alborotada y con algunas complicaciones para ponerse en marcha, el ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires fue uno de los equipos, sino fue el primero, en establecer un rumbo para la administración. El mismo día de ingresar al edificio ministerial en el microcentro de La Plata, el titular de la cartera y el viceministro, Daniel Gollan y Nicolás Kreplak respectivamente, marcaron lo que sería la primera actividad: fortalecer el trabajo contra el sarampión y evitar una epidemia. Los días iniciales la actividad transcurrió por ese lado.
Con una línea de acción definida, la cartera comenzó a planificar lo que denominan la “recuperación” del sistema sanitario bonaerense. En ese sentido, en conferencia de prensa fue el propio Kreplak quien denunció que seis nosocomios nacionales emplazados en distritos de la Primera y la Tercera Sección fueron abandonados durante cuatro años y su puesta en funcionamiento será objetivo de la gestión que en la Provincia comanda Axel Kicillof.
Cañuelas, La Matanza, Esteban Echeverría, Escobar e Ituzaingó, cinco comunas conducidas por el peronismo desde hace varios años son las sedes donde los hospitales quedaron sin abrir sus puertas, algunos hasta con el final de obra realizado.
Tres de ellos pertenecen al sistema SAMIC (Servicio de Atención Médica Integral para la Comunidad). Se trata del Hospital de Cañuelas, uno de los que integra la lista de los primeros en recomponerse y que servirá de derivación para el distrito donde está emplazado, General Las Heras; San Vicente; La Matanza (Virrey del Pino); y Presidente Perón. Actualmente se encuentra en funcionamiento a un 5 por ciento de su capacidad operativa. En la comuna matancera, están los dos restantes SAMIC que funcionan con sistemas similares al Hospital Garraham y El Cruce. En Rafael Castillo está el Favaloro, con un 95 por ciento de avance de obra y que fue abandonada en diciembre de 2015. Mientras que el Néstor Kirchner, en Laferrere, está en un avance de 85 por ciento de obra y la operatividad no será inmediata ya que la contratista se llevó la maquinaría del lugar al dejar de cobrar por las prestaciones y deberá reabrirse el proceso licitatorio.
Los tres restantes pertenecen a los Hospitales del Bicentenario creados por el PAMI (Programa de Atención Médica Integral). Uno, el caso más paradigmático, en Esteban Echeverría que tenía el final de obra firmado y se encontraba listo a abrir sus puertas. “Su equipamiento fue llevado al hospital de Mar del Plata, que estaba listo para abrir. En vez de comprar equipamiento nuevo, se lo sacaron a uno y lo llevaron a otro”, explicó a LaTecla.info el viceministro de Salud, Nicolás Kreplak. Similar ocurrió con el Hospital del Bicentenario en Ituzaingó, donde la comuna de Alberto Descalzo se encargó de ponerlo en función. El restante, en Escobar, tendrá un proceso más lento. Conforme lo adelantado por Kreplak a este medio, si bien los tres nosocomios pertenecen al PAMI se llegó a un acuerdo, el pasado lunes, para que se incorporen a la red de hospitales de la provincia de Buenos Aires.
Cañuelas y Esteban Echeverría serán los primeros dos hospitales en ponerse en marcha cuanto antes.
“Los tres SAMIC están en condiciones de salir a trabajar, es montar los equipos, ponerlos en condiciones, empezar a transitar un camino de apertura de hospital que es todo un proceso, uno arranca con aperturas al vacío, con apertura de áreas, empezas a habitar el hospital y lleva un año y pico. El problema más grande es la fuerza laboral, como conseguimos los trabajadores adecuados en una región que no hay hospitales sin que nos comamos los trabajadores de otros hospitales, como le buscamos la vuelta lleva un tiempo”, explicó Kreplak en relación al plan futuro para recuperar la atención sanitaria en la Provincia.
“Hubo una intención de que el sistema colapsara”
En conversación con LaTecla.info, el viceministro de Salud y hombre a cargo de los hospitales bonaerenses, Nicolás Kreplak profundizó la línea de acción para recuperar el sistema sanitario y brindó su visión sobre lo ocurrido en los últimos cuatro años.
Además de los hospitales abandonados, ¿qué se encontraron?
Tenemos cosas como el Oñativia en Almirante Brown, que se prendió fuego, un hospital bastante nuevo y decidieron hacer una obra grande, la abandonaron enseguida. Se habían quemado los cables, en vez de reponer los cables decidieron rehacer las áreas, cerraron la internación, la terapia intensiva, así que está cerrado el Hospital. Me impresiona la decisión que tomaron, uno no se sube a la decisión de cerrar un hospital y abandonar la obra. Si decide hacerlo la termina. La verdad que, creo que hubo una intención de que el sistema de salud colapsara, que no diera respuestas.
La gestión de Cambiemos hizo mucho hincapié en las guardias de los hospitales…
Ellos trabajaron mucho las guardias, lo que pasó en Oñativia es paradójico, se paró la obra del Hospital y por otro lado se siguió la guardia. La guardia está nueva y atrás no hay hospital, los terminan derivando a Florencio Varela, a otro lado. Es un modelo que también se hizo en la Ciudad de Buenos Aires, si uno pasa por los hospitales parecen totalmente nuevos y adentro se caen a pedazos.
Acá tenemos guardias muy buenas, pero quizás la obra que necesitaba ese hospital no era la guardia. La idea es fortalecer, es muy importante asistir a los centros de atención primaria de salud, no es un problema de recursos nada más, sino también de recuperar los programas nacionales y provinciales, ya volvió el Remediar, vamos a trabajar con los Médicos Comunitarios para fortalecer las redes, que el primer nivel tenga capacidad resolutiva, queremos lograr que haya un sistema lógico, claro de salud. Si vos vas a un centro de salud y te dicen que tenes que hacer algún estudio no tengas que peregrinar por los hospitales, sino que el propio centro de salud te gestione ese estudio y vayas a hacertelo. Si el primer nivel es resolutivo va a ser la entrada al sistema de salud que vamos buscando, esa es la visión que tenemos nosotros, el modelo de atención basado en el primer nivel. Hay que tener hospitales que sean resolutivos, si el primer nivel te diagnostica un cólico y no tenemos quirófano para operar no sirve.
¿Se puede llegar a esa meta?
La posibilidad real es generar un sistema que integre, no podemos tener un sistema que desatienda las necesidades básicas. Lo que tenemos que pensar nosotros es cómo hacemos para que el sistema de salud sea sustentable con el aporte de dinero que tiene que no es escaso, lo que sucede es que hay zonas de pérdidas de los recursos, cosas excesivamente costosas, medicamentos, tecnologías, uso indebido de la tecnología que genera una pérdida hacia un sector muy concentrado de la economía internacional. Tenemos que redireccionar esos recursos y que vayan en post de una mejor salud.
¿Se planea hacer nuevos hospitales?
Hay algunos sectores que la población creció mucho y hay que pensar en la posibilidad de tener hospitales bonaerenses, con los que tenemos hoy y los que están por inaugurarse que dejó Cristina, estamos muy fuertes para arrancar. En un par de años vamos a empezar a planificar algunos hospitales en el tercer cordón del conurbano y en el interior.
Muchas veces se habla de inseguridad en los Hospitales...
Tenemos que trabajar en que los hospitales estén más cerca de la sociedad. Repusimos los POLAD, estamos reponiendo los guardianes de los hospitales que tiene una función de persuasión, de acompañamiento, caminan por los pasillos.
¿Cuál es el objetivo de la gestión en el ministerio?
Que logremos tener un sistema claro, que la sociedad sepa que su equipo de salud sea claro, hacer un seguimiento, hemos perdido la noción del seguimiento y donde hubo un síntoma hay que estudiarlo, queremos volver a tener un modelo de atención claro. Hoy, en el corto plazo, estamos en una situación enorme de deuda, tenemos que volver a poner de pie la provincia, tenemos gastos muy grandes, cosas que se pagan mal, el sistema de compras es muy descentralizado y queremos reducir gastos extraordinarios
¿Cambiemos abandonó los hospitales como una política de gestión?
Es la visión que tenían, la forma de gestionar de ellos, no valoran el Estado.