El ministro de Educación de la Nación tiene múltiples vertientes: política internacional, educación en todos sus ámbitos y generación de contenidos. Un todoterreno inagotable.

El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta (44), es un multifacético; tanto, que algunos aseguran que podría ocupar cualquier cargo dentro del gabinete del Presidente, Alberto Fernández.

Es abogado, docente universitario, dirigió una editorial, fue rector de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), hizo un documental y escribió varios libros. También despuntó el vicio en el mundo del periodismo con un ciclo de entrevistas que aún se encuentra al aire por el canal A24.

Aunque algunos lo vinculan políticamente con el dirigente del peronismo porteño Víctor Santa María, sus comienzos en la política se dieron con el propio Alberto Fernández, a quien se acercó cuando este era jefe de Gabinete de Néstor Kirchner. Por esos años formó parte de
la creación de la agrupación “Juventud K”, para luego pasar a ocupar la dirección de la Escuela Nacional de Gobierno, dependiente de la Jefatura de Gabinete de la Nación.

“Es un pensamiento en acción”, lo describe su amigo, el diputado nacional Eduardo Valdés, en diálogo con La Tecla. El legislador recibe al ministro cada semana en su bar Café Las Palabras, que funciona como base para el ministro de Educación y sus iniciativas por fuera de la función pública. “Va a ser el Malraux de Alberto Fernández”, se entusiasma Valdés, en referencia a un icónico ministro de Educación francés descripto como un novelista, aventurero y con importantes influencias en la política internacional.

Es amigo personal de los expresidentes brasileños Luiz Lula Inácio Da Silva
y Dilma Rousseff, y tiene estrechos vínculos con otros líderes de la región, como el uruguayo José “Pepe” Mujica, el paraguayo Fernando Lugo y el ecuatoriano Rafael Correa. Sus vínculos políticos internacionales no terminan ahí, ya que frecuenta a los españoles José Luis Rodríguez, expresidente, y Pablo Iglesias, actual vicepresidente segundo.

Desde su entorno aseguran que no tiene hobbies que puedan destacarse. Dedica todo su tiempo a la política y el debate público. El resto de las horas del día, lo pasa junto a su esposa y sus tres hijos en su casa de la Ciudad de Buenos Aires, lugar donde nació y del que se siente un fiel embajador.

Pese a su nuevo cargo, su productividad no para. En los próximos meses editará un nuevo libro, sobre Pepe Mujica, y continuará presentando su documental Latinoamérica, territorio en disputa por todo el país.

De Brasil a España, sus vínculos en la política internacional

“Nicolás podría haber ocupado tranquilamente el lugar de canciller”, confiesa a La Tecla
un importante dirigente del Frente de Todos, que ubica en la figura del ministro de Educación a un hombre con influencias políticas en la región y el mundo. Conocidos sus lazos con varios expresidentes latinoamericanos, con quienes mantiene un vínculo cotidiano, Trotta también forjó una cercana relación con el ahora vicepresidente segundo de España y fundador del partido Podemos, Pablo Iglesias.

Tal es el vínculo con el partido español y sus líderes, que al momento de asumir en el Gabinete nacional, el ministro llamó para integrar a su cartera a Pablo Gentili, un argentino experto en educación que dirigió el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) hasta 2018, momento en el que fue convocado por Iglesias para integrar su espacio, del que fue jefe de Gabinete.

Gentili conocía a Trotta de su paso por la UMET, donde fue director del Núcleo de Políticas Educativas de la universidad que condujo el ministro hasta el año pasado.

A la red de relaciones internacionales suma su vínculo con el gobierno francés. El titular de la cartera educativa demostró buena sintonía con la embajadora de Francia en Argentina, Claudia Scherer-Effosse.

Con los expresidentes brasileños Luis Inácio Lula Da Silva y Dilma Rousseff y el uruguayo José “Pepe” Mujica, el trato es cotidiano. Permanente pero no tan intenso es el ida y vuelta con el ecuatoriano Rafael Correa, el boliviano Evo Morales y el paraguayo Fernando Lugo, todos ellos, actualmente alejados del poder pero aún con gran influencia en sus países de origen y en toda la región.

Utilizó su rectoría en la UMET para acercar a las figuras internacionales al país, mediante la promoción de charlas, debates y conferencias que centraban la discusión en el desarrollo de políticas progresistas.

Entre la familia y el trabajo

Sus allegados definen a Nicolás Trotta como “un tipo familiero”, ya que dedica mucho tiempo a la crianza de sus hijos -tiene tres: dos nenas y un varón-, así como también a la realización de las tareas del hogar, como ir al supermercado a hacer las compras de la semana o cocinar algo para toda la familia. Sin embargo, su fuerte presencia en el hogar no le impide abandonar sus obligaciones profesionales.

Antes de ser ministro, tarea a la que se está abocado plenamente en la actualidad, se desempeñaba como rector de la UMET, aunque también se hacía tiempo para desarrollar sus proyectos personales, como la escritura de libros, realización de entrevistas a personalidades públicas o la presentación de su documental, motivo por el que viajó por toda Latinoamérica en los últimos años. Aún sostiene su ciclo de entrevistas Argentina piensa, que se emite cada sábado por el canal de cable A24, y prepara su próximo libro, sobre Pepe Mujica.

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