Una vez que se dictó la cuarentena obligatoria por la expansión del coronavirus, Marcelo Tinelli y su familia se instalaron en la majestuosa casa de su propiedad en la localidad chubutense de Esquel.
Inmersos en la paz familiar, el momento se vio opacado cuando el conductor debió comprar unas medicinas para Candelaria, su segunda hija, al no encontrarlas en ningún negocio, las mandó a pedir a Capital Federal e hizo que un avión sanitario las trasladara hasta donde estaba para cumplir con el tratamiento que la joven lleva a cabo tras superar sus trastornos alimenticios. Esto presentó todo tipo de rumores y escándalos que duraron una docena de días.
En el marco del Regreso a casa que permite a los ciudadanos ir volviendo a sus hogares, muy de a poco, el conductor quedó varado porque su vehículo presentó una avería que fue imposible de resolver en el momento. De esta manera, deberá permanecer en Esquel un tiempo más hasta su mentado regreso y posterior vuelta a la televisión.