La Tecla
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No es novedosa la situación financiera que atraviesa la provincia de Buenos Aires. Por caso, hace poco más de dos meses, la administración de Axel Kicillof quedó al borde del default al hacer frente al vencimiento de un bono adquirido por Daniel Scioli.
Se jugó al límite y sin suerte. Los acreedores no dieron el brazo a torcer y la Provincia debió pagar en tiempo y forma para no caer en cesación de pagos en el primer trimestre de la nueva administración.
Ese antecedente, sostienen en la órbita nacional, marcó un precedente para el resto del camino trazado por Kicillof en materia de negociación de deuda. Como si fuera poco, en el medio estalló la pandemia del virus Covid-19. “Antes tenías una mala noticia sola, con la pandemia tenés dos muy malas noticias”, graficaron a este medio.
En definitiva, este martes, salió a la luz la propuesta que el gobernador bonaerense presentó a los acreedores para reestructurar la deuda pública. Casi pasó desapercibida. No hubo anuncio en conferencia de prensa ni comunicado oficial. La Provincia tomó una postura totalmente diferente a la expresada en el primer mes de gestión. Vale recordar que, en plena negociación por el bono BP21, Kicillof brindó conferencias de prensas sobre el el minuto a minuto de la disputa.
En ese sentido, según pudo saber LaTecla.info, el Gobernador fue aconsejado desde la administración nacional por el tándem del presidente Alberto Fernández y su ministro de Hacienda, Martín Guzmán. Por ello, se tomó el mismo camino. No solo en la propuesta de reestructuración, sino en los gestos previos. La reunión con intendentes propios y de la oposición, además de la conversación para garantizar recursos comunales, tuvo como meta mostrar un trabajo en conjunto en plena crisis sanitaria y financiera.
Así, desde Nación señalaron a este medio que el camino tomado por el Gobernador fue el correcto. “Es lo acertado tener una visión general coordinada”, sentenciaron. Claro, la oferta bonaerense busca un período de gracia de tres años además de un ahorro de 55 por ciento en materia de intereses y 7 por ciento de quita de capital. Es decir, una propuesta muy similar a la realizada por Guzmán, que después del primer trimestre se convirtió en el único portavoz sobre negociación de deuda.
Con dicho panorama, el economista Iván Carrino remarcó que la postura tomada por la Provincia “era esperable, es una oferta bastante similar a la nacional. Solo que hay un poco más de quita de capital y un poco menos de intereses”. De esa manera, señaló que “con estos niveles de riesgo país no podés refinanciar, y si quisieras pagar deberías hacer un ajuste del gasto fenomenal, o subir los impuestos de forma brutal”.
En ese marco, explicó que el camino tomado por Kicillof y su ministro de Hacienda, Pablo López, es el único que aparece sobre el tablero de posibilidades. “Lo que queda es esto: propuesta agresiva y a negociar, y en cualquier caso default. Me parece que en el gobierno no ven tan mal esa última posibilidad”, subrayó Carrino.
La Provincia de Buenos Aires no sale de su crisis financiera, sino que la pandemia complicó más el escenario. Los pagos de la deuda previstos para este año la dejan al borde del colapso si los acreedores no acceden a la renegociación que pide el Gobierno.
“Sin Covid-19 uno podría pensar que se podría hacer una oferta menos agresiva. Aunque creo que el gobierno desde el vamos tenía esto en la cabeza, con o sin Covid, querían ir ´por todo´", señaló Carrino.
En definitiva, con el objetivo de conseguir el mejor de los resultados posibles, la administración bonaerense encolumno los modos de negociación detrás de la impronta de Guzmán. La meta es doble, no interceder en el ánimo de los negociadores nacionales y que la ecuación sea favorable a nivel nacional y distrital.
El juego de la Legislatura
El primer vencimiento que Kicillof afrontará, en caso que no prospere la reestructuración de la deuda, tiene lugar el 9 de junio próximo. Se trata del bono PBJ21 tomado por la gestión de Daniel Scioli y que representa casi 450 millones de dólares. Es decir, 200 millones más que el vencimiento que meses atrás dejó a la Provincia al borde del default.
De esa manera, con la oferta de negociación sobre la mesa, la Legislatura aparece en el horizonte y a la espera de conocer el avance de las conversaciones con los tenedores de deuda.