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Termogénesis para adelgazar
Este proceso se enfoca en las calorías que una persona quemaría en la rutina habitual, es decir durante el desempeño de sus actividades normales como el trabajo, los quehaceres domésticos, trámites, entre otros, todo aquello diferente a los planes deportivos
Por estos días asistimos a un presente sin precedentes donde la vida tal como la conocíamos se detuvo y las actividades, en su gran mayoría, transcurren puertas adentro. De esta manera, las personas realizan trabajo remoto, los niños estudian desde sus casas y la rutina física transcurre en el espacio preferido del hogar puesto a que las clases son virtuales y suceden a través de soportes tecnológicos. En este contexto, el cuidado de la silueta puede peligrar porque se vive un mayor grado de sedentarismo. Además las labores gastronómicas y la llegada de incipiente frío no ayudan, aún más cuando se trata de comida casera y rica en calorías como las que se consumen en esta época del año. En el presente no hay ninguna receta, fórmula o varita mágica que permita un rápido descenso de peso que, a la vez, sea sano y equilibrado. Sin embargo, existe una situación que puede colaborar para mantener la silueta sin esfuerzo en demasía y está dada por la termogénesis que es un procedimiento en que el cuerpo genera calor porque aumenta la tasa metabólica, así se obtiene como resultado que la grasa se aísla del cuerpo y se disuelve.
Entre los métodos para alcanzar la termogénesis se destacan el ejercicio físico, los suplementos químicos, el frío y la dieta en base a ciertos alimentos. Esta última consiste en la forma más rápida y sencilla de lograr el procedimiento y agregarlo a la rutina cotidiana. La primera opción está dada por la ingesta de agua caliente con limón en ayunas a lo que puede agregarse jengibre que brinda beneficios como la desintoxicación del hígado y la sangre como también la eliminación de toxinas. Asimismo el té verde ayuda a quemar entre 70 y 100 calorías diarias, contiene una dosis de cafeína y antioxidantes naturales que aumentan el gasto de energía. Además, las propiedades del aceite de coco, entre ellas las grasas saludables, son ideales para descender de peso porque el cuerpo los metaboliza de forma natural y no disminuye la masa muscular. Por último, pero no menos importante, los ingredientes picantes como pimientos, canela, chile, jengibre, ajo, cebolla, y pimienta conducen a que el organismo se deshinche y colaboran con la reducción del tejido adiposo.
También los alimentos con propiedades termogénicas no garantizan la pérdida de peso. Para ello debe acompañarse con una dieta de tres litros de agua y rica en ingredientes frescos como hortalizas, frutas, pescados y carnes, evitando los procesados o las comidas chatarras, e intentando cocinar lo más que se pueda. Además la actividad deportiva acorde como lo son aquellos ejercicios modernos como el spinning, el aerobic y la práctica funcional.
Por estos días asistimos a un presente sin precedentes donde la vida tal como la conocíamos se detuvo y las actividades, en su gran mayoría, transcurren puertas adentro. De esta manera, las personas realizan trabajo remoto, los niños estudian desde sus casas y la rutina física transcurre en el espacio preferido del hogar puesto a que las clases son virtuales y suceden a través de soportes tecnológicos. En este contexto, el cuidado de la silueta puede peligrar porque se vive un mayor grado de sedentarismo. Además las labores gastronómicas y la llegada de incipiente frío no ayudan, aún más cuando se trata de comida casera y rica en calorías como las que se consumen en esta época del año. En el presente no hay ninguna receta, fórmula o varita mágica que permita un rápido descenso de peso que, a la vez, sea sano y equilibrado. Sin embargo, existe una situación que puede colaborar para mantener la silueta sin esfuerzo en demasía y está dada por la termogénesis que es un procedimiento en que el cuerpo genera calor porque aumenta la tasa metabólica, así se obtiene como resultado que la grasa se aísla del cuerpo y se disuelve.
Entre los métodos para alcanzar la termogénesis se destacan el ejercicio físico, los suplementos químicos, el frío y la dieta en base a ciertos alimentos. Esta última consiste en la forma más rápida y sencilla de lograr el procedimiento y agregarlo a la rutina cotidiana. La primera opción está dada por la ingesta de agua caliente con limón en ayunas a lo que puede agregarse jengibre que brinda beneficios como la desintoxicación del hígado y la sangre como también la eliminación de toxinas. Asimismo el té verde ayuda a quemar entre 70 y 100 calorías diarias, contiene una dosis de cafeína y antioxidantes naturales que aumentan el gasto de energía. Además, las propiedades del aceite de coco, entre ellas las grasas saludables, son ideales para descender de peso porque el cuerpo los metaboliza de forma natural y no disminuye la masa muscular. Por último, pero no menos importante, los ingredientes picantes como pimientos, canela, chile, jengibre, ajo, cebolla, y pimienta conducen a que el organismo se deshinche y colaboran con la reducción del tejido adiposo.
También los alimentos con propiedades termogénicas no garantizan la pérdida de peso. Para ello debe acompañarse con una dieta de tres litros de agua y rica en ingredientes frescos como hortalizas, frutas, pescados y carnes, evitando los procesados o las comidas chatarras, e intentando cocinar lo más que se pueda. Además la actividad deportiva acorde como lo son aquellos ejercicios modernos como el spinning, el aerobic y la práctica funcional.