Argentina
Martes, 16 abril 2024
INFORME ESPECIAL
18 de junio de 2020

La pandemia en el Estado

La crisis sanitaria que originó el virus de COVID-19 y el ingreso, hace ya tres meses, en un sistema de cuarentena con diferentes etapas, tuvo su golpe directo en las prestaciones del Estado. De puertas cerradas o con turnos acotados dependiendo de las fases. Cómo trabajan las oficinas de la provincia de Buenos Aires.

Hace tres meses ya que el presidente Alberto Fernández anunció el ingreso en una etapa de aislamiento social preventivo y obligatorio por el avance del virus de COVID-19. En ese sentido, junto con el distanciamiento social, se cerraron las puertas de todo aquella actividad que no haya sido considerada como “esencial” en el decreto de necesidad y urgencia que le dio forma a la cuarentena. La medida alcanzó tanto a privados como a las esferas públicas.

No obstante, con el paso del tiempo, y las variables en cada nueva extensión del aislamiento, algunas puertas de los organismos públicos fueron abriéndose. Sin embargo fueron las menos y las que lo hicieron muestran largas filas de ciudadanos a la espera de ser atendidos, todo en tiempos donde “quedarse en casa es esencial”.

En definitiva, desde el gobierno de la provincia de Buenos Aires remarcaron a LaTecla.info que “la reactivación será paulatina” y de acorde a las fases de cada municipio. “No es lo mismo abrir una delegación en Quilmes, que hacerlo en Pehuajó que no hubo ningún contagio de coronavirus”, detallaron respecto a las dependencias descentralizadas.
La pandemia en el Estado

En la órbita provincial el temor a los contagios es más que importante. En ese sentido, ponen como ejemplo lo acontecido en Olavarría, Necochea y Capitán Sarmiento. “De estar en zona de distanciamiento social tuvieron que volver a fase uno por un brote de contagios. Si abrimos todo exponemos a que el virus circule”, señalaron. Vale recordar que, la fase cinco de la cuarentena cambió su denominación de “aislamiento” a “distanciamiento”.

De esa manera, en el equipo de Axel Kicillof remarcaron que desde el inicio de la cuarentena se incurrió en una serie de etapas correlativas a cada fase. Así, señalaron que en la primera quincena de la cuarentena se decidió cerrar la mayoría de las oficinas públicas y funcionar con guaridas. Además de la apertura para los trabajadores esenciales por DNU (personal de salud, fuerzas de seguridad, fuerzas armadas, actividad migratoria, servicio meteorológico nacional, bomberos y control de tráfico aéreo). 

La pandemia en el EstadoVale destacar que, si bien hoy en día la actividad de las oficinas de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) figura como “esenciales” desde la fase uno del aislamiento, no fue así hasta hace poca semanas. Ese punto, es otro poroto que se anotan en la Provincia. Es que, la decisión fue parte de la asunción de Fernanda Raverta, ex ministra de Desarrollo de la Comunidad, como titular del organismo en reemplazo de Alejandro Vanoli. Incluso, sostienen que las oficinas de Anses cerradas en el primer mes de la cuarentena fue uno de los motores de la salida de Vanoli.

En ese marco, desde hace mes y medio las oficinas de Anses abrieron sus puertas en toda la Provincia bajo el esquema de turnos y ya no funcionan solamente algunas guardias esparcidas en puntos nodales. Así, y en una radiografía que se repite en cada organismo que abrió sus puertas, se puede ver las largas filas de beneficiarios en las calles. Incluso, algunos distritos tomaron la medida de cortar las calles donde se sitúan las oficinas de Anses para usar el asfalto como “sala de espera” a la intemperie.
La pandemia en el Estado

Asimismo, durante los primeros 50 días del aislamiento social en todo el país se produjeron 49 femicidios. Sin embargo, en la provincia de Buenos Aires tardaron la misma cantidad de días para que reabran sus puertas los establecimientos para la atención de personas víctimas de violencia de género. En ese sentido, sostienen que no lo hicieron antes ya que forma parte de las áreas que abrieron desde la fase dos del aislamiento, que suman también a las oficinas de rentas bonaerense y municipales, con sistemas de turnos y guardias mínimas.

Entre las oficinas que se encuentran trabajando en toda la provincia de Buenos Aires están las delegaciones del ministerio de Trabajo y una de las que quizás difiere a la larga lista de colas y complicaciones para su atención. Claro, los sindicatos tienen digitalizada la presentación de reclamos y lo pueden hacer a la distancia. Con dicho escenario, solamente marcan presencia los y las jefas de cada delegación para atender las guardias. “Tener un notificador sentado esperando una notificación, no tiene sentido”, explicaron y detallaron que por la misma pandemia de virus la gente no se acerca a las dependencias.

Por caso, los registros que dependen del ministerio de Gobierno de la provincia de Buenos Aires trabajan con turnos y solamente para las actas de defunción y las partidas de nacimiento. El resto de los trámites, como por ejemplo la pérdida de la licencia de conducir,  se realizan de manera virtual y a paso lento. En los distritos donde hay varias oficinas, no funcionan todas sino las centrales así que los vecinos deben trasladarse desde una punta de la ciudad hacia la zona céntrica.

Al igual que lo que ocurre con la Anses, de gestión nacional, el Renaper del ministerio del Interior es uno de los focos de preocupación. En ese sentido, el Registro Nacional de las Personas que depende de la cartera de Eduardo “Wado” de Pedro habilitó un canal “excepcional” para quienes necesiten tramitar “de forma urgente” el Documento Nacional de Identidad durante el aislamiento social. La medida habilita la solicitud y emisión en forma remota de la credencial virtual del DNI para celulares. Es decir que, en caso de extravío del documento, sólo pueden acceder a una solución temporal quienes tengan acceso a smartphones personales.

Otro de los puntos de bajo trabajo son las sedes del Banco Provincia. Mientras en algunos distritos se ubicaron puestos móviles para la extracción de dinero en zonas alejadas de la casa central local, cualquier trámite que sea necesario realizar hay que movilizarse hasta la sede principal. De mínima, paradójico. En ese sentido, la atención del BAPRO repite la radiografía del Estado con pocos niveles de atención y largas filas de bonaerenses a la espera de ser atendidos.

La situación de IOMA

El Instituto Obra Médica Asistencial (IOMA) tiene una particularidad bastante compleja. Es que, desde el organismo lanzaron líneas telefónicas y virtuales para que los y las afiliadas no se trasladen hasta los centros de atención. A pesar de ello, trámites de internación domiciliaria, por ejemplo, siguen con necesidad de realizarse de manera presencial y no se pueden resolver de manera virtual. Entre otros casos, las oficinas de IOMA siguen con largas filas de afiliados o apoderados para avanzar en resoluciones. 

Por caso, las oficinas y delegaciones mantuvieron el horario de atención con esquemas de guardias para los trabajadores. Conforme detallaron desde el IOMA, son 14 Direcciones Regionales y 198 Delegaciones que se mantienen abiertas al público.


La crisis en los jubilados

Tal como detalló Mercedes Spinetta en “El consultorio de los jubilados y beneficiarios de la asistencia social”, publicado todos los miércoles en LaTecla.info, en el Instituto de Previsión Social se congeló el avance de los trámites jubilatorios y hay hasta casi cinco meses de mora. Claro, el ritmo de trabajo disminuyó y los jubilados quedan afectados por no lograr avanzar con sus expedientes. Al igual que ocurrió con Anses, el primer mes del aislamiento mantuvo sus puertas al público cerrado. Dicha situación empeoró aún más el escenario al reabrir.

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