La Tecla
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El Area Metropolitana Buenos Aires (AMBA) es el sector más golpeado por la pandemia de coronavirus y donde se da la mayor cantidad de contagios. Además, la crisis social amenaza con golpear fuerte a los sectores vulnerables. En ese marco, LaTecla.info conversó con Leonardo Nardini, intendente de Malvinas Argentinas, y uno de los hombres con mayor articulación con Nación y Provincia.
El día a día de la articulación entre la familia y la responsabilidad de gestión, un contagio familiar, la búsqueda de soluciones a futuro y más.
-¿Cómo llevás adelante la responsabilidad institucional con la familia?
Es difícil, uno tiene responsabilidades y tiene que estar siempre, capaz terminas viendo a un montón de gente que también tienen responsabilidades y ven a otro montón de gente. Hay que utilizar todos los recaudos que le recomendamos a la gente, utilizar el tapaboca, usar alcohol en gel. Cuando llego a casa lo primero que hago es cambiarme la ropa, ponerme alcohol en gel, lavarme bien las manos, decirle a mi esposa que la tenga a upa a la nena porque cuando llego enseguida me quiere abrazar y uno no lo puede hacer. Es algo que se volvió cotidiano después de tantos meses. Lamentablemente a mis viejos no los puedo ver hace más de cuatro meses, por algún descuido mi mamá el día lunes se sentía mal, le hicieron el hisopado y le dio positivo. Están en su domicilio sin salir, no sé de qué forma se contagiaron, pero está transitando la enfermedad también. Gracias a Dios, dentro de su cuadro de salud que no era muy bueno, la están llevando bastante bien.
-¿Qué respuestas tenés de los vecinos de Malvinas Argentinas?
La gran mayoría está conforme porque desde el primer momento hicimos un esfuerzo bárbaro. Muchos piensan que esto no es verdad, que no se van a contagiar nunca. Te contaba el caso de mi mamá no por victimizarse, sino con mucha preocupación, cuando te toca a un ser querido, un vecino, un conocido, ahí te entran las alertas. Uno sabía que esto era una cuestión compleja, les recomendé y me hicieron caso, no sé si cuando salieron a comprar o alguna situación puntual se terminaron contagiando igual, así le puede pasar a un montón de gente. Hay que seguir insistiendole a la gente que tenga responsabilidad ciudadana, que tomen todas las medidas necesarias. Es normal que muchos después de tanto tiempo quieren disfrutar de los espacios públicos, uno no los quiere restringir, los quiere cuidar.
-¿En lo personal de qué manera te despejas en este escenario?
No soy de salir mucho, los escasos momentos me gusta poder disfrutarlo con mi esposa, con mi hija, juntarme con amigos que hoy no lo puedo hacer. Es muy difícil desenchufarse, siempre algún vecino o vecina termina necesitando alguna situación y el teléfono suena a cualquier hora. Mi cable a tierra son los momentos que puedo estar con mi esposa, que puedo jugar con mi hija, lo que ella me manda lo quiere hacer, eso me hace reír, me puedo desconectar.
-Estás en tu segundo mandato, ¿cómo ves esta situación particular que se vive en las calles del distrito?
Es una situación difícil, donde no solamente nos tocó la pandemia que es una crisis a nivel mundial y Axel lo explicó muy bien, la situación económica ha caído en todo el mundo y dio el ejemplo de Estados Unidos. Si una economía tan potente como esa cayó, como no ibamos a caer nosotros con las medidas que se tomaron para tratar de cuidar a la gente y ganar tiempo en el sistema sanitario. Entonces nos encontramos en una situación bastante compleja en donde se están haciendo los esfuerzos necesarios para paliar la situación y salir de la mejor manera.
-¿Cuál es el camino para salir de la mejor manera?
Hay noticias alentadoras, como fue el cierre del canje con los bonistas, que eso es muy bueno por lo que significa en la credibilidad ante el mercado externo y las posibilidades a futuro. Nosotros podemos empezar a pensar, más allá de la urgencia con el Covid-19, ir planificando cómo ayudamos al gobierno provincial y nacional a reactivar la parte económica que es la otra problemática que está padeciendo la gente hoy.
-Se habló de muchos temas como un ingreso universal que lo dijo el Papa Francisco, el impuesto a las grandes fortunas. ¿Son caminos viables para salir de la crisis?
Lo que dice el Papa Francisco es una realidad, teniendo en cuenta la situación compleja que estamos viviendo. El proyecto más avanzado es el impuesto a la riqueza y va a tener una viabilidad importante, se va a llegar a buen puerto más allá de las discusiones que se den en el Congreso. Van a ser cuestiones complementarias que terminen ayudando también en lo que es el empuje de la reactivación económica para los sectores más vulnerables que ya venían muy golpeados y con una fuerte pérdida del poder adquisitivo por la inflación galopante, con una economía que se fue dolarizada debido a la toma de deuda indiscriminada, que parece que pasó hace mucho pero pasó hace poquito, donde el Gobierno nada más tomaba deuda para permitir que muchas empresas o inversores depositaban los dólares, los cambiaban a pesos, tenían las leliqs, lo aguantaban un par de meses y sin ningún tipo de restricción se terminaban llevando los dólares afuera y al país lo único que le quedó es más pobreza y deuda. Alberto con mucha convicción, coraje, se hizo cargo de esta realidad.
-¿Y en lo social cuál es la realidad del distrito?
Se ha triplicado el pedido de asistencia alimentaria, hay un trabajo inmenso de diferentes organizaciones sociales, de entidades intermedias como las iglesias evangélicas, católica, que hacen diferentes comedores con viandas diarias. Todos tratan de ayudar. Más allá de la asistencia que recibimos de Nación y Provincia, más los aportes del municipio, que todo los días fue creciendo un poco más y parece que nada alcanza. Uno es un agradecido del gran trabajo que hicieron esas organizaciones de manera silenciosa y con mucho compromiso para tender una mano a la gente que la está pasando mal. Sabemos que algún sector se puede llegar a escapar, pero tratamos de mantener un vínculo fluído para poder articular con todos y que esa ayuda llegue a la mayor cantidad posible.
-En este tiempo hubo un aumento de la inseguridad...
Todos los intendentes de todos los partidos políticos ponen lo mucho o poco que tienen para colaborar en lo que es la prevención en seguridad. Es de público conocimiento que las fuerzas de seguridad no la manejan los intendentes, pero así todo se colabora todos los meses poniendo dinero para la nafta de los patrulleros, también en algunos casos con móviles, con cámaras de seguridad. En Malvinas tratamos de fortalecer esto desde el 2018 con más tecnología, más cámaras, pero así todo en el último mes vimos que se han visibilizado los delitos de una manera muy violenta y nadie puede desconocer eso. Tratamos de ayudar y poner nuestro granito de arena para articular con el ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires como con Nación, que hoy está haciendo un despliegue de las fuerzas federales en algunos puntos del Conurbano donde el mapa del delito va marcando que hay que tratar de fortalecer en este trabajo articulado que se viene tratando de desarrollar más allá de las miradas o las metodologías de cada uno, todos buscamos el mismo fin, que la gente no sufra hechos de inseguridad.
-Alguna vez se habló que los Intendentes tengan el control policial
No planteo eso, lo que sí es que hoy podemos llevar adelante una mesa de trabajo donde hacer diferentes planteos de acuerdo a lo que vemos y buscando el compromiso de la gente que ayude a denunciar diferentes delitos que se van sucediendo. Mucha gente trata de ayudar en ese sentido, para focalizar el lugar de conflicto. En otros casos la gente tiene miedo y se complica. Hoy, nosotros podemos tener un diálogo con los ministerios de Seguridad y aportar ideas y alternativas en base a la problemática que nosotros vamos viendo que se desarrolla en territorios a través de nuestras fuerzas de seguridad.
-¿En ese sentido es buena la relación con Provincia o hay tironeos?
Hay más mito que verdad en eso, siempre hemos tenido la posibilidad de tener un telefóno a disposición. Todos los intendentes, los del Frente de Todos o los de la oposición saben que siempre tienen un canal de comunicación para poder charlar, los ministros, el gobernador, siempre están al pie para plantearles alguna duda, una cuestión que uno ve que se puede mejorar. El diálogo se viene desarrollando de manera muy fluída. La mayoría de nosotros tenemos claro que hoy más que nunca tenemos que ayudar a Alberto, a Axel, tenemos que estar más unido que nunca.
-Hubo algunas diferencias públicas...
Las diferencias, porque no todos pensamos de la misma manera, enriquecen un proyecto político que es muy diverso porque el Frente de Todos tenes peronistas históricos hasta gente del radicalismo o de movimientos sociales. En el andar, en el conocernos vamos planteando situaciones o miradas que uno tiene que tener la capacidad de escuchar lo que piensa el otro y ponerlo en valor en una discusión y reconocer cuando la idea, la crítica constructiva sirve para fortalecer el proyecto. Esto no fue una coyuntura política que se dio en el marco de una alianza para ganar una elección, sino que la suma de un montón de voluntades que no pensaban igual pero comprendimos que lo más importante era, obviamente, buscar una opción más representativa para toda la gente que la estaba pasando muy mal y que si nosotros no teníamos la capacidad de dejar la mezquindad de lado, correr esas diferencias para buscar un proyecto político que represente electoralmente a la gente y trabajar en solucionar su problemática la verdad que le estabamos fallando al pueblo.
-¿Se aprendió de las derrotas?
Habla de la madurez, en el medio va a haber un montón de circunstancia que va a haber discusiones, pero las veo con el vaso medio lleno. Terminan enriqueciendo el espacio político y no debilitandolo, en los últimos años hemos aprendido que el proyecto liberal que llevaba adelante Cambiemos no ha favorecido en nada a la sociedad. Ganaron una elección en 2015 y rompieron todo, siempre tenemos que volver al debate presidencial que acertó todo lo que dijo. No terminó perdiendo el FPV, terminó perdiendo la gente que apostó a un proyecto político y le terminó perjudicando la situación social, económica, con un gobierno que tal vez necesitaba mejorar un montón de cuestiones pero que había reivindicado un montón de derechos para un montón de gente durante doce años.
El día a día con Máximo
-Sos uno de los intendentes que más habla con Máximo y con Alberto. ¿Qué dicen de esta situación?
Entiendo las situaciones y las escalas de responsabilidades que tienen cada uno, que tiene Máximo, Sergio Massa, Cristina, Alberto o Axel. Tal vez antes de la pandemia uno lo podía hacer más fluido. Yo me trato de ubicar en tiempo y espacio, entiendo que si yo tengo un montón de problemáticas que afrontar no estar molestando todo el tiempo, pero cada vez que tengo alguna consulta puntual o alguna duda, a cualquiera de ellos sobre todo a Máximo o a Sergio uno lo puede llamar y la respuesta siempre está. Te sentís acompañado, no te sentís solo y eso se valora un montón, porque fueron cuatro años que a nivel institucional no era de la misma manera, uno entendía que era oposición.
Por ejemplo, con el canje de los bonistas había tenido la oportunidad de hablarlo con Máximo, con Sergio, y tenía un parámetro que lo dije con otros compañeros de la Sección, les decía tengan paciencia, se va a cerrar, esto le va a terminar implicando que la Argentina un ahorro entre 40 y 45 mil millones. Estos días me mandaban mensajes preguntandome como lo había anticipado, y la verdad es que yo no la ví pero tuve la oportunidad de hablarlo con ellos (Máximo y Massa) que están en la superestructura, son generosos y eso te hace sentir parte de un proyecto político.
“No tuvimos la mezquindad de hacer una chicana para sacar rédito político”
-De Malvinas Argentinas salió la ley de donación de plasma y se te nota orgulloso en las redes.
Me sentí muy orgulloso de que una idea que tal vez se me ocurrió la charlé con Luis (Vivona), el tomó el guante, me escuchó y armó un proyecto. Tratamos de trabajar en pos de encontrar algo bueno en un momento de crisis, como tuvimos la experiencia de nuestros profesionales médicos que tuvieron la voluntad de poner en debate el tratamiento con plasma lo hicieron y tuvo resultados muy positivos en paciente en estado crítico, gracias a eso se fue contagiando, se lo plantee a Gobernador, al ministro, al viceministro. También se hizo a nivel nacional presentado por Máximo y acompañado en unanimidad, terminó siendo reconocido porque en los fundamentos se pone como ejemplo que el primer lugar donde se desarrolló el tratamiento de convaleciente rico en anticuerpo fue en Malvinas. Eso da orgullo, en momentos muy difíciles no tuvimos la mezquindad de hacer una chicana para sacar rédito político, sino aportar una campaña solidaria de concientización de algo que veíamos que mucha gente tal vez se recuperaba y podría salvarle la vida a mucha gente más. Nos pone orgulloso que está en boca de todos, más allá que se está trabajando en el suero equino que también viene el desarrollo de las pruebas clínicas y en 60 días vamos a tener una confirmación. Después con noticias alentadoras como las vacunas, que nos pone muy contento haber sido promotores partidos políticos sino que se hizo pensando netamente en las personas que transcurre la enfermedad.
La oposición distrital
-¿A nivel local como es la convivencia con la oposición?
A nivel local tenes lo que era JxC que está partido en diferentes subgrupos, algunos con una mirada crítica pero objetiva y otros con la misma metodología de siempre. Es parte de la formación política de 20 años de gestión de una misma persona (Jesús Cariglino), que lo único que hace es cuestionar sin aportar ideas, tal vez las ideas que tiran no son viables en este momento y ellos no las desarrollaron durante dos décadas gobernando el distrito. A veces visibilizan cuestiones que son reales, que todavía le faltan a Malvinas pero queriendo hacernos cargos a nosotros de no solucionarlo y ellos no fueron capaces de solucionarlo en tantos años. Más allá de eso se ha democratizado la participación política, todos pueden opinar, hacen cuestionamientos de todo tipo, a veces carentes de valor en lo que hace al sentido verdadero de lo que están planteando no tienen sustentabilidad en su reclamo.