Todo lo que necesitás saber sobre la vacuna del coronavirus
En conversación con La Tecla, la Doctora en Ciencias Químicas Daniela Hozbor contó qué implica que una vacuna se encuentre en fase 3, cuáles son las diferencias entre la investigación rusa, China y británica. Además, en Argentina se avanza sobre tratamientos para tratar la enfermedad.
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Tras la sorpresa y las consecuentes dudas acerca del anuncio de Alberto Fernández sobre la compra de 25 millones de dosis de la vacuna desarrollada por Rusia, la llamada "Sputnik V", desde La Tecla consultamos a la doctora Daniela Hozbor para conocer qué significa esto. Ella es Investigadora del instituto de biotecnología y biología molecular, integrante del Conicet y especialista en vacunas.
El aspecto distintivo de una situación de pandemia mundial es que se acortan los tiempos y se inyectan poderosas cantidades de dinero en la investigación medicinal relacionada al virus que en otros momentos sería completamente distinto: “En tiempos no epidémicos, no pandémicos, el desarrollo de una vacuna es un proceso costoso y largo, en general ese proceso lleva de diez a quince años y en promedio tiene un costo de mil millones de dólares”, señaló la especialista.
Es que su creación implica muchas pruebas y errores, que en esta situación se han acelerado; este proceso va desde una fase pre clínica en la que se investiga y se diseña qué se utilizará en la formulación vacunal y luego se pasa a testear en animales ya que, según el código Núremberg -serie de principios que rigen la experimentación con seres humanos- no puede pasarse al humano sin este paso previo. “Si esa fase pre clínica fue exitosa se arman los protocolos para hacer los ensayos en humanos, que es lo que se conoce como fase clínica y estas van de la fase 1 a la fase 3”, señaló Hozbor.
-¿Cuáles son esas fases? -Para la primera fase se recluta un número reducido de individuos, que en general es una decena y la pregunta que se evalúa en ese ensayo es si la vacuna, primero que nada, es segura, porque hacemos un salto del animal al hombre. Si es exitoso se pasa a la fase clínica 2, se incluyen centenares de individuos y se vuelve a evaluar si la vacuna es segura, en términos de no generar reacciones adversas importantes y se empieza a evaluar la inmunogenicidad, esto es la capacidad de generar una respuesta inmune. Si esto es exitoso se pasa la fase 3 para la que se reclutan decenas de miles de individuos, se evalúa en esa cantidad mayor y más diversa la seguridad de la vacuna y la pregunta en este caso es si la vacuna es eficaz en generarnos una respuesta que sea capaz de prevenir los daños de la infección. Si eso es exitoso se licencia la vacuna y se pasa a la producción en escala para tener las dosis para aplicar a la población que se quiere vacunar.
-¿Cuáles son las diferencias entre las vacunas que se están creando en el resto del mundo? -Para la covid 19, afortunadamente existen varios candidatos vacunales, varias propuestas, hay más de 200 candidatos vacunales, hay 45 que están que están en estas fases clínicas, en humanos y de estos 45 hay 10 en la fase clínica 3 que es la última. Dentro de esas 10 está la vacuna rusa, varias vacunas de China, la vacuna de Londres: La diferencia que hay entre estas vacunas es su composición. El virus está formado por material genético que es RNA y además está recubierto con una capita formada por proteínas y algunas de ellas forman unas espigas (las protuberancias que se ven en las imágenes) y esa proteína es la que se une a nuestras células y lo que desencadena todo el daño. Las vacunas buscan generar una respuesta contra esta proteína. Existen diseños que están directamente formulados a partir de la proteína para que cuando ingrese en nuestro cuerpo, nuestro cuerpo lo vea como un material extraño y genere respuesta de memoria, anticuerpos que tengan la función de neutralizar la entrada del virus. A estas vacunas se le dice de base de proteína. La de Pfizer, se formulan a partir del RNA, que tienen la información para sintetizar adentro de nuestro cuerpo la proteína y generar respuesta o se toma otro material genético más estable como el DNA, esos serían más o menos los lineamientos de las diferencias de las vacunas.
-¿Qué avances hay en el país en materia de prevención y tratamiento del coronavirus? -Hay varios estudios en el país, hay una propuesta de utilizar ivermectina que ya ha sido probado en un número reducido de pacientes que ha tenido un resultado positivo, es en altas dosis y de manera temprana. También se ha desarrollado un suero hiperinmune a partir de la construcción de la proteína que también se está usando en las vacunas. Este material se inyecta en un animal que la reconoce como extraña y genera anticuerpos, esos anticuerpos después son purificados y son los que se utilizan como si fuera el plasma. Todos son tratamientos a investigar, pero pronto se divulgarán los resultados de los mismos. También se ha desarrollado un tratamiento de ibuprofeno en aerosol que está en investigación.
Según la investigadora el panorama es alentador siempre y cuando no se pierdan de vistas los cuidados preventivos que se vienen aplicando desde marzo. “El uso adecuado de los barbijos, del distanciamiento entre las personas, la limpieza continúa de manos y de las superficies, eso lo tenemos que seguir manteniendo porque todavía no tenemos estas medidas de prevención y cuando lleguen vamos a tener que esperar”, concluyó.
Ayer, además, la asesora del presidente, Cecilia Nicolini aclaró que la opción rusa se aplica en dos dosis, es decir que hay 50 millones de dosis garantizadas para el país. “La aplicación va a ser de acceso gratuito para toda la población. Cada vacuna cuesta USD19,90 y se está avanzando en los últimos detalles dependiendo de la cantidad que se pueda adquirir. La distribución va a ser equitativa, con una visión federal para que todo el mundo pueda acceder en tiempo y en forma. Y se va a priorizar a los grupos de riesgo, al personal sanitario y a las fuerzas de seguridad”, señaló la funcionaria.