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Argentina
5 de enero de 2021
NOTA DE TAPA

La trastienda de la movida para que Máximo conduzca al peronismo bonaerense

El primogénito de la vicepresidenta de la Nación se va a transformar en el 1 del peronismo provincial. El asunto parecía más sencillo, pero se complicó. La cuestión legal, los apoyos, los enojos y las negociaciones

La trastienda de la movida para que Máximo conduzca al peronismo bonaerense
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“Máximo es un dirigente de una jerarquía altísima, así que bienvenido si es electo, si se convierte en presidente del PJ bonaerense”, señaló Axel Kicillof. Palabras similares había tenido antes Alberto Fernández. También Verónica Magario. Y la gran mayoría de los intendentes peronistas del Conurbano, a los que se sumaron los del interior. Sólo la conducción del partido parece oponer una tibia resistencia, acompañada por aisladas posiciones en contra, que surgen en su mayoría desde el interior. También hay cuestiones legales por resolver.

Pese a algunos escollos que se deben sortear, todo indica que el kirchnerismo se quedará con el liderazgo del Partido Justicialista. El mismo kirchnerismo que cuando se formó el actual Consejo, allá por finales de 2017, posderrota electoral de Cristina (dicho sea de paso, por fuera del PJ), pese a las insistentes invitaciones, decidió no formar parte. Pero pasaron cosas. Aunque no demasiado influyente, el partido de Perón y Evita se muestra victorioso, ordenado. Ahora, Máximo Kirchner lo quiere. Su principal ladero en esta aventura es Martín Insaurralde, quien fue el primer intendente en hacer público su apoyo.

Luego del lomense se sumaron la mayoría de sus pares. Eso sí, en el medio hubo varias horas de silencio, de dudas, de llamados de la Casa Rosada. De un lado de la línea, los popes del Conurbano, del otro - dicen-, Wado de Pedro y hasta el mismísimo Presidente. Pero la mayoría no es todos. Las formas incomodan. Los detractores de la movida cuestionan el apuro y se preguntan por qué no esperar hasta diciembre de 2021. ¿Por qué el deseo de Máximo tiene que motivar la renuncia de Gray, Menéndez y el resto del Consejo?

El objetivo es que en el año electoral, el justicialismo se muestre unido. Y que la consagración de Alberto como 1 del PJ nacional sea acompañada por la de Máximo (que es Cristina) como 1 del PJ bonaerense. Pero los actuales mandatos provinciales vencen recién el 17 de diciembre de 2021. “Para bajar a la actual conducción tiene que renunciar la mitad más uno del Consejo, o sea, 27 consejeros”, señala un referente del interior. La idea era no llegar a este punto, pero el apuro K hace recalcular la estrategia.

“Martín (Insaurralde) le vendió a Wado, previa charla con Máximo, que este podía ser el presidente del PJ, que no iba a haber problema, que él se encargaba; pero le salió mal”, dice un intendente del GBA, que ya tuiteó en favor del hijo de Néstor Kirchner, pero que reconoce que hubiese preferido “ser más prolijos”. Después de las resistencias llegaron los asados, las reuniones. Las posturas no cambiaban. Y en una de esas juntadas, Máximo mostró su enojo. Les apuntó a Gray, a Menéndez, a Zabaleta, a Descalzo y a Zamora, principales anticambio abrupto.

Desde ese momento, el tema tomó trascendencia nacional. Y aparecieron las respuestas. “Lo que nosotros decimos es que estamos luchando por la institucionalidad del partido, que tiene mandatos hasta diciembre de 2021. No estamos en contra de nadie. Reconocemos a Máximo y a todos los compañeros y compañeras que tienen todo el derecho a ser, pero el PJ bonaerense, a diferencia del PJ nacional, hizo internas, está ordenado, ¿por qué el apuro?”, se quejan los que se inclinan por la calma, los que dicen que hay que respetar a la actual conducción.

“No sabemos por qué el apuro, no nos dicen. Lo que pedimos nosotros es que se respeten los tiempos, todos vamos a apoyar a Máximo Kirchner, pero en su debido momento. Solo pedimos que se respete la carta orgánica del partido, las formas. ¿Por qué tenemos que andar todos a las corridas, peleándonos todos con todos, en el momento más inoportuno? Estamos en el medio de una pandemia, no estamos para pelearnos por la interna del PJ. Es todo una sorpresa. Teníamos un año más. Esto nos aleja de la realidad”, agrega otro consejero.

“Hay opiniones encontradas de compañeros a los que no les gustaron las formas, eso es normal en el peronismo, pero está claro que está muy fuerte la unidad en el Frente de Todos y hay pensamientos disímiles. Estamos seguros que queremos la unidad porque hay un compromiso con el pueblo argentino”, reconoce ante La Tecla el alcalde de Ituzaingó, Alberto Descalzo. Y pone paños fríos a esas posturas encontradas: “No somos todos iguales, y esto agranda la posibilidad de nuestros objetivos en común. No se pongan contentos los enemigos, vamos a estar bien juntos”.

LAS NEGOCIACIONES

Como se dijo antes, el hecho de que Alberto, Kicillof y Magario le den el ok a Máximo hará que, finalmente, la movida se concrete. Pero una vez que aflojen (si es que sucede), los intendentes menos dóciles, los que lideran el partido se van a llevar algo a cambio. Incluso, algunos dicen que ya está todo arreglado. “Fernando (Gray) va a presionar hasta acordar algún reaseguro. En la chica, lo que se negocia es que los intendentes del GBA puedan ir por otra reelección (hay que voltear la ley de las reelecciones indefinidas), que es lo que Máximo no quiere, justamente. Me parece que ahí va a estar el canje”, relata un veterano de tierra adentro.

También, el mismo dirigente reflexiona que la aclamación del presidente del bloque de Diputados como uno del peronismo está relacionada con la disputa a nivel nacional entre Cristina y Alberto. “Teniendo en cuenta que él va a quedar al frente del PJ nacional, ella pretende que Máximo ocupe el PJ bonaerense”, señala, y resalta que “si bien es cierto que Cristina aportó la mayoría de los votos para que Alberto sea Presidente y Axel Gobernador, hoy ella quedaría sin una estructura partidaria, fuera del partido”.

Palabras más, palabras menos, cruces más, cruces menos, tanto de un lado como del otro de la flamante y, por ahora, leve grieta coinciden en que el problema se va a resolver. Que se va a priorizar la unidad. “Hay que empezar a pensar en 2021 y, también, en 2023. El peronismo va a privilegiar ganar, cualquiera sea el candidato, cualquiera sea su presidente. Somos una gran familia. Nos peleamos, pero vamos criando a los hijos. Aun Fernando (Gray) y el Tano (Menéndez) van a privilegiar la unidad”, concluye un alcalde que, además, es consejero.

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