Desde Bragado, Vicente Gatica: “Bajé 14 kilos cuidándome, comiendo sano”
El jefe comunal bragadense muestra el lado B de la pandemia. Feliz con su progreso personal, Vicente habla con pasión sobre el lugar en el que creció y ahora ve crecer a sus nietos, y comparte anécdotas risueñas de su pasado futbolista y otros hobbies.
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El intendente de Bragado, Vicente Gatica, enseña con orgullo el esfuerzo que ha traído buenos frutos para su salud. Además, comparte historias de su paso por el fútbol, cómo fueron sus primeros pasos en la política y el amor por su ciudad y los asados en familia.
-Antes de ser intendente, fuiste presidente de Bragado Cicles Club, ¿Cómo fue esa experiencia?
Antes de eso, fui director de deportes en el año 92, el intendente era Costa. Así empecé, yo venía de la actividad privada y me llamaron, me convencieron para ingresar en el Estado. Yo trabajaba en Aceros de Bragado, una empresa multinacional.
Fui director de deportes por un tiempo y fundamos un club de ciclismo. Yo no soy ciclista, había sido futbolista, pero me gusta mucho el ciclismo, así que con unos amigos formamos un club que se llama Bragado Cicles Club.
- ¿Sigue funcionando?
Sí, por supuesto, sigue funcionando. El club inició allá por el 2008, con dos corredores de acá de Bragado. Cuando yo era funcionario de deportes, teníamos una escuelita de ciclismo y ahí empezamos a apoyar a chicos en el ciclismo, entre 5 y 6 años, y que cuando tuvieron 20 corrieron la "Doble Bragado".
- ¿Cuánto tiempo formaste parte del club?
Hasta que asumí en la Municipalidad, ahí dejé de estar en la comisión, en 2015 que empecé a ser intendente. Para no generar ningún inconveniente renuncié al club, pero por supuesto que el Estado lo ha seguido apoyando, ahora está en una situación difícil porque prácticamente no hay carreras por la pandemia, pero tenemos chicos del club que son corredores internacionales.
- ¿Y de qué equipo fuiste futbolista?
Soy el del medio de cinco hermanos varones, todos futbolistas. He jugado en muchos lugares de la zona, de la región durante mucho tiempo hasta que tuve una lesión cuando tenía 30 años y ahí no seguí jugando, pero jugué por un montón de lugares.
- ¿Extrañás jugar un partido?
Sí. Soy entrenador nacional de fútbol, me recibí con muchos jugadores profesionales, aunque yo no lo soy, y sólo fui un año entrenador, en un club de aquí que se llama Boca Juniors, de local, que salió campeón, pero inmediatamente me llamaron para la función pública y ya no pude seguir en la actividad, pero jugué desde muy pequeño al fútbol.
- Una linda experiencia
¡Sí!, soy un amante del fútbol, de River. En verdad me gustan mucho los deportes, creo que el que más me gusta es el ciclismo, pero me gusta y conozco los reglamentos de todos los deportes, porque soy un fanático y por ser durante mucho tiempo director de deportes, cuando tuve la obligación de saber de cada deporte, conozco hasta los reglamentos.
- ¿Qué te llevó a querer conformar el Partido Vecinalista?
En verdad yo estuve hasta el 2007en la gestión pública, después me dediqué al comercio que tenemos desde hace más de 30 años y me entusiasmó una de mis hijas que trabaja conmigo para conformar el Partido Vecinalista. Le interesó y yo ya no estaba trabajando en política, y un grupo de amigos me vinieron a ver un día, diciéndome que debíamos intentar algo distinto, nuevo en ese momento, fue en el 2012.
Recuerdo que un día me vino a ver Emilio Monzó, me llevó a hablar con Mauricio Macri y armamos el Partido Vecinalista. Ese mismo año, en 2013, nos presentamos en elección y ganamos la legislativa. En 2015 nos presentamos con Juntos por el Cambio y ganamos la elección para intendencia, después otra vez la legislativa y en 2019 repetimos la elección.
Pero insisto, quien me llevó nuevamente a la política fue mi hija mayor, que fue la que me empujó junto a un grupo de amigos a generar esto, un acierto, porque nos fue muy bien.
- En su momento, durante la gestión de Vidal, tenías bastante vínculo ¿Cómo es ahora?
Hablo mucho con María Eugenia, de hecho creo que es una de las dirigentes más importantes de la Argentina. Tengo una muy buena relación con ella, la seguimos manteniendo. La apoyo, insisto con esto de que ha sido una de las mejores dirigentes que tuvo Juntos por el Cambio, junto con otros dirigentes, por supuesto, de enorme valor. Todos esperamos que participe en esta próxima elección, en el lugar que ella se sienta bien, cómoda.
Tengo una muy buena relación con muchos dirigentes. Con Horacio Larreta también. El valor de Juntos por el Cambio aquí en la Cuarta Sección Electoral es que hemos seguido juntos. Los intendentes nos juntamos casi semanalmente o ahora por medio de Zoom a tomar decisiones en conjunto, a trabajar en equipo tanto con los intendentes del radicalismo como los del Pro. Hemos mantenido esa relación de trabajo en equipo que a mí, debe ser por mi formación deportiva supongo, pienso que la mejor tarea es en equipo. Tenemos una muy buena relación de trabajo juntos. Tengo relación con todos los dirigentes de Juntos por el Cambio.
- Más allá de la relación laboral, ¿Qué referentes son amigos?
Tengo una relación de mucho respeto con los dirigentes que tienen la voluntad de ser. Respeto mucho a Jorge Macri, que la tiene. Admiro mucho a María Eugenia y he tenido mucha relación de respeto con el ex presidente Mauricio Macri, que lo he visto varias veces. También con Joaquín de la Torre, que viene a visitarme. Hablo con Cristian Ritondo, con Santlli he tenido conversaciones, con Lucas Delfino.
En realidad, con los dirigentes que han sido funcionarios de Juntos por el Cambio tengo con todos una relación de mucho respeto, el vínculo mío siempre ha sido mediado por el afecto y he bregado porque Juntos por el Cambio esté fortalecido, esa es la forma que yo creo que tiene de ser competitivos y ganar la elección que viene.
Soy alguien muy activo. Si bien somos un partido vecinalista, estoy muy activo dentro de la construcción política que hay en Juntos por el Cambio.
- ¿Cómo es tu relación con la gestión actual?
Tengo una relación normal, de mucho ida y vuelta, soy muy respetuoso de la institucionalidad y la verdad es que en la pandemia me ha ido como a todos: los recursos que vienen no son los que necesitamos, algunas cosas se traban, pero en general no siento de parte del gobierno ningún grado de discriminación absoluta, al contrario, me atienden los funcionarios.
A veces no siempre tenemos la respuesta que necesitamos, pero mi relación con el gobierno es normal.
- ¿Cómo es vivir en Bragado?
Bragado es una ciudad de más de 40 mil habitantes, ahora debe andar alrededor de los 45 mil. Es industrial, tiene 3 o 4 nombres de renombre, textil, de fabricación de acero, de molinos de viento, y ahora se instaló TMH, un Holding ruso, la primera inversión que se hace en Argentina.
En los talleres de Mechita se ha hecho una inversión muy importante. Creo que con el crecimiento de esa empresa, Bragado se va a poner en un grado de un polo de desarrollo industrial regional. Estamos trabajando intensamente en generar las condiciones para darle oportunidades en las empresas que se instalan en nuestra ciudad.
Tenemos un parque industrial, del que hemos escriturado en los últimos meses 28 hectáreas y 60 lotes para instalar empresas así. Está a la vera de la ruta 5. La autopista va a llegar a Bragado y eso nos pone en un lugar muy importante, estamos a 200 km de la capital, eso potencialmente nos genera una oportunidad. Estamos trabajando para aprovecharla, invitar a las empresas a que se ubiquen en un lugar tranquilo, con buen clima, buena tierra.
- ¿Y para vos, qué significa vivir en Bragado?
Es mi lugar en el mundo. Tengo 5 nietos y 2 hijas. Mis nietos están creciendo aquí, es el mayor tesoro que tengo, quiero quedarme a vivir aquí toda la vida, soy un vecino más. En estos lugares todos vivimos a la vuelta de la casa del intendente y uno atiende en la Municipalidad, en el supermercado, en la carnicería, pero también en la puerta de tu casa, donde sacás la bolsa de residuos.
Ese vínculo, esa cercanía es absoluta, y no le pasa a ningún otro gobernante de otro nivel. El gobernador no puede, el presidente mucho menos, pero un intendente tiene esa posibilidad de la cercanía y a veces la impotencia de no poder resolver todo lo que hay que resolver. Uno está lleno de incertidumbres, sobre todo ahora y viene con la idea de resolver todos los problemas, y no siempre se puede, pero la voluntad y el compromiso con el Estado es lo que lleva a que uno se levante todos los días a pesar de los problemas y empiece cada día. Al llegar a la casa, siente que ha hecho algo más para mejorar la situación de los bragadenses, eso te hace dormir tranquilo, aunque después te despertás muy temprano porque los problemas empiezan muy temprano (risas).
- Contame qué edades tienen tus hijas y tus nietos
Mi hija mayor se llama Natalia, tiene 40 años y es abogada. María Gimena es psicóloga y tiene 35 años. Mis nietos son Dante, Carmela, Felicitas, Inés y Milo. Tienen 13, 11, 8, 6 y un año y medio.
-El más chiquito pasó gran parte de su vida en pandemia
Sí, en septiembre nació. Cuando cumplió el año, lo pasó en cuarentena. Veo muy poquito a mis nietos, el año pasado casi nada. Cuando se habilitaron las reuniones familiares, los he visto, pero hoy nuevamente la curva se ha empinado y hay que cuidarse mucho, sobre todo junto a mi esposa, que ninguno de los dos está vacunado, tenemos que cuidarnos mucho también.
- Y de esas poquitas veces que pudiste ver a tus nietos en este tiempo, ¿Qué compartiste?
Somos abuelos muy presentes. Cuando tengo la oportunidad de verlos, disfrutamos muchos de ellos. En su momento, todos los domingos nos juntábamos para comer el asado en mi casa, donde nos juntábamos siempre. Eso es lo que extrañamos y nos angustia muchas veces.
Tenemos un grupo de Whatsapp donde nos comunicamos a través de esta forma, lo que tenemos que hacer ahora en un momento tan difícil. Todos tenemos un grado de responsabilidad.
Siempre digo que la historia nos ha puesto en un lugar a todos, como comunidad, a los funcionarios, pero también a los vecinos, y todos tenemos un grado de responsabilidad. Discutimos si la vacunas son pocas y que deberíamos tener muchas más, pero tenemos que tener nuestra responsabilidad, que es cuidarnos mucho: usar el cubrebocas, distanciamiento, limpieza, todo ese tipo de coas que nos hacen ser coprotagonistas de esta historia en la que el mundo nos pidió sin que nosotros lo pidiésemos.
- Y en esas reuniones de domingo con asado incluido ¿Quién se encargaba de hacerlo?
Yo, soy muy buen asador.
- ¿Con alguna técnica en particular?
La técnica que tenemos la gente del interior: el domingo a la mañana levantarse temprano, escucho automovilismo, prendo fuego. Soy un amante del fuego, me encanta ese acto, para mí es como una terapia el domingo poder hacerlo. Ahora, aunque sea para mí y para mi esposa (Laura), tiro dos chuletas y las hago a la parrilla porque me gusta.
Cuando nos juntábamos, estábamos juntos el mayor tiempo posible y después cada uno se iba a su casa. Me gusta mucho asar.
- ¿Qué otras cosas extrañás y que podías hacer antes de la pandemia?
En general no soy muy salidor. En general salía sólo los sábados a la noche, durante la semana no porque uno trabaja todo el día. Extraño mucho la gestión personal como funcionario. La función pública es de mucha cancillería, hay mucho de ir a visitar los ministerios, hablar con los funcionarios. No hay nada como el trato personal, eso lo hemos tenido que dejar de hacer.
Ni bien asumió este gobierno, puede hacerlo con varios ministros, pero ya después fue imposible. Por más que haya técnicas que tienen que ver con la virtualidad, no hay como el contacto personal. Siempre digo que los intendentes del interior necesitamos de la presencia de los funcionarios, que conozcan el territorio, que sepan cómo vive la gente, porque a veces no sucede que cuando asumen conozcan las localidades. Necesitamos que nos acompañen.
Extraño mucho el no "poder estar". En general lo que hacía era ir a Buenos Aires y me quedaba una noche, después iba a La Plata. Ahora hace más de un año que no lo puedo hacer.
- ¿Te gusta la ciudad?
Sí, me gusta, pero me gusta estar allí el tiempo que tengo que trabajar. Después me gusta volver a mi ciudad, que la amo.
- Estar lo justo y necesario
Así es, a mí me apabulla la vertiginosidad de las ciudades cosmopolitas y tan grandes. El mundo tiene un tranco . Allá uno camina más rápido, a veces me pregunto "¿¡Por qué estoy caminando tan rápido si en Bragado camino más despacio!?" (risas).
- ¿Qué otras cosas trajo aparejada la pandemia?
Bajé 14 kilos cuidándome, comiendo sano, no tomando vino, y haciendo mucha actividad física. He sido deportista profesional cuando era joven. La verdad que en pandemia estuve muy bien, y cada vez que voy al médico me dice "Vicente, lo que has logrado es impresionante", "Estás mejor que en los análisis" (risas). Bajé esos kilos en un año, un año y pico, desde septiembre o noviembre del 2019, después de las elecciones.
Voy a hacerme un control médico cada 45 días, hago un laboratorio y me acerco. Pero me dicen "La verdad que lo que has logrado, el esfuerzo, es increíble". La actividad física es clave, y nosotros que tenemos un estrés de base muy importante, es muy importante.
En mi pueblo tenemos un parque y una laguna hermosa, voy ahí todos los días a caminar. Voy con una gorra y anteojos para esquivar a los que me paran (risas), a algunos los confundo, sino la gente te para todo el tiempo.
- Bueno, ahora con el barbijo ahora es más fácil
(Risas) Sí, con el barbijo y la gorra.
Hago una meditación, eso lo tomé muy en serio, estoy muy bien.
Todavía no estoy vacunado, ahora empezamos a vacunar acá a los de 60 años, probablemente me toque, estoy anotado.
-Imagino que estar en la dinámica de las elecciones hacen que uno se achanche un poco también
Sí, yo no como mucho, pero en los viajes también uno come mal, a deshora. Logré equilibrar eso, ocuparme.
La terapia hizo que pudiera ocuparme un poco más de mí, porque veía esta situación que empezamos a vivir en marzo del año pasado y la dificultad que esto traía. Me empecé a ocupar, me entusiasmé y lo tomé como algo absolutamente imprescindible para poder tener la energía que se necesitaba en este momento, tenía que sentirme muy bien yo y lo logré.