La línea de tiempo que muestra cómo se pensó y se vivió el placer a lo largo de los siglos no es necesariamente evolutiva, podría dibujarse como una flecha que sube y baja constantemente. Mientras que los primeros hombres y mujeres se ocupaban de descubrir y divulgar posturas para tener sexo de forma más gozosa, en la Edad Media se comenzó a castigar y juzgar cualquier tipo de roce que no fuera con fines reproductivos. |