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Argentina
17 de junio de 2021
NOTA DE GRAFICA

Habitaciones y cocinas, en terapia intensiva

La crisis que afecta al sector hotelero-gastronómico produjo el cierre de miles de establecimientos. Se perdieron más de 170.000 empleos. En la Provincia, el mismo panorama

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Casi quince meses de pandemia, con consecuencias adversas para la salud física y mental de la población, también esparcieron su efecto destructivo sobre la economía y la actividad productiva mundial. Y Argentina, una verdad de Perogrullo, no escapa al panorama general. 

La crisis se ceba, especialmente, con algunos sectores de la actividad comercial que, hasta hoy, no han podido regularizar, mínimamente, todo su potencial. Y hoteleros y gastronómicos encabezan la tabla de actividades castigadas. 

Un reciente informe de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA) mostró de manera despiadada la realidad del sector: desde el inicio de la pandemia de coronavirus, casi 11.800 establecimientos quebraron, 3.800 más que en 2020, año en que cerraron sus puertas 8.000 de ellos. 

Las sucesivas restricciones dejaron en el camino unos 175.000 puestos de trabajo, señalan. “Lamentablemente, la situación ya es crítica, y empeorará si siguen las prohibiciones. No hay empresa que resista sin posibilidades de trabajar”, dice Graciela Fresno, presidenta de la entidad. 

Los números que muestra el último relevamiento, con la evidencia de una caída estrepitosa en todos los indicadores, son para ponerse a llorar. “Nosotros entendemos que hay una pandemia, que es necesario tomar medidas para cuidar la salud de la población”, señalan desde la organización, aunque se preguntan quién piensa en ellos. 

En su informe “Seguimiento de Coyuntura del Sector Hotelero Gastronómico”, publicado hace unos días y realizado en base a datos oficiales, afirman: “Desde 1980 se observa que esta es la crisis más grave en la historia del sector, con una caída del 50 por ciento”. Y añaden que la actividad agregada del rubro se hundió a niveles comparables a los de 1980. 

Habitaciones y cocinas, en terapia intensiva

Claro que los inconvenientes no solo obedecen a las restricciones, con mayor o menor intensidad, sino también a lo que, aseguran, es una falta de apoyos suficientes para mantener abiertas las puertas de los establecimientos. 

Desde FEHGRA entienden que es valorable que el Gobierno haya implementado el Programa de Recuperación Productiva (Repro), además de disponer de una línea de crédito específica para esta castigada actividad. Sin embargo aspiran a obtener “apoyos en sintonía con la dimensión de las pérdidas”. 

Sin noticias aún con respecto a la declaración de emergencia a nivel nacional, y a la espera de la elaboración del Plan Federal de Reconstrucción, que contempla varias medidas económicas, impositivas, tributarias y laborales, el sector redobla esfuerzos para hacer oír su voz. 
En concreto reclaman una asistencia equivalente a dos salarios mínimos, aplicable al pago a los trabajadores, y mayor acceso a las ayudas. Según FEHGRA, el Repro II asiste a poco más de 45.000 personas del sector, mientas que el ATP 2 alcanzó a más de 180.000 empleados hoteleros y gastronómicos. 

En la Provincia, la situación es igual de desalentadora. Según datos aportados por la Asociación de Hoteles de Turismo de la provincia de Buenos Aires se perdieron 19.000 empleos formales desde que empezó la pandemia, y luego de casi 15 meses de nula o escasa ocupación en territorio bonaerense En total se estima que la actividad emplea a casi 200.000 trabajadores, el 18% del total del país en este rubro, mientras que el hotelero-gastronómico ocupa a casi 50 mil. 

La crisis se dibuja en números. “En diciembre y enero de 2020, la Provincia fue la región que registró el mayor porcentaje de ocupación, con el 76% de promedio y un pico de 88,4% en enero. Sin embargo, en 2021, los porcentajes cayeron al 44% y 49%, respectivamente”, expresan desde dicha entidad. 

¿Soluciones? Pocas a la vista por el momento. Aunque los empresarios reclaman ayudas equivalentes a las de todo el país. En concreto exigen al Gobierno bonaerense la eximición del Impuesto Inmobiliario durante la vigencia de la pandemia. Las cámaras aseguran que entre los años 2018 y 2021 se vio sextuplicado el monto del mismo aplicado a los grandes hoteles. 

Habitaciones y cocinas, en terapia intensiva


Luis Cerone (Tandil)
Cierres, pocas ayudas y una rebelión infraccionada

“La situación es muy mala”, aseguró a La Tecla el titular de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines de Tandil, Luis Cerone. Explicó que “la mayoría de los hoteles llevamos varios fines de semana en los que no tenemos ni una habitación ocupada, a lo sumo una o dos; por lo que el futuro es muy complejo”. El directivo empresario agregó: “Teníamos 28 hoteles en Tandil, sin contar los casi 200 complejos de cabañas, y ocho de ellos cerraron, lo que es una proporción muy grande. Seis, en forma definitiva, y los otros dos cerraron provisoriamente, por 60 o 90 días, para ver qué va a suceder”. En cuanto al rubro gastronómico afirmó que hay más de 120 locales, entre restaurantes, pizzerías, cervecerías, que cerraron, o cambiaron de rubro; algunos, por no poder pagar el alquiler. En cuanto a la posibilidad de acceder a ayudas oficiales, Cerone sostuvo que “hasta abril, el sector hotelero de Tandil la recibió en una cifra cercana al 40%, mientras que de la gastronomía recibió el 32 por ciento. Con respecto a mayo, si bien no tenemos datos puntuales, la cifra fue superior a la del mes anterior”. En referencia a la resistencia de algunos restaurantes al límite horario, dijo: “El miércoles pasado, unos 14 locales siguieron trabajando, pero vinieron de la Municipalidad y amenazaron con infraccionarlos y clausurarlos; por eso, la mayoría decidió cerrar, a pesar de las protestas de los comensales. De esos, cinco o seis establecimientos fueron multados”.

Jesús Osorno (Mar del Plata)
“Nos cortan las piernas y nos dicen ‘andá a jugar’”

El vicepresidente de la Asociación Hotelera Gastronómica de Mar del Plata, Jesús Osorno, indicó que “la hotelería está, francamente, en un momento horrible, y muchos hoteles cerraron sus puertas y no van a volver a abrir”. El empresario hotelero explicó: “Ya tenemos unos 130 hoteles cerrados. Incluso algunos ya habían cerrado en el mes de enero. Hoy tendría que hacer al revés: es más fácil contarte cuáles quedan abiertos, que no serán más de 20 o 25”. Osorno dijo además que “el año pasado estábamos mal, con nueve meses cerrados, pero teníamos algún subsidio, como los ATP; podíamos pedir reducción en energía, de cable. Y ahora nos dejan abiertos pero nos cortan la circulación, que es como cortarnos las piernas y decirnos que vayamos a jugar. Con los muñones no podemos”. Añadió que “en una ciudad como esta, a un restaurante alguien va a ir a comer; en cambio, a los hoteles no viene la gente porque dificultan circular. La mayoría con cuatro o cinco habitaciones ocupadas, de más de cien”. El hotelero aseveró: “Veníamos de una temporada muy mala, con una ocupación del 25%”, y agregó: “Muy pocos pueden acceder a los Repro este año. Encima, para nosotros es difícil reconvertirse; no es como un local comercial, donde en lugar de vender zapatillas vendo sombreros. O a una farmacia, que te dejan trabajar”. Por último deslizó un reclamo para los gobiernos: “Nos eximen de Ingresos Brutos, cuando no tenemos ingresos. Lo que nos serviría es que nos eximieran del Inmobiliario, que es mucho dinero y nos pega”.

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Carlos Leuzi (La Plata)
“A principios de año cerró casi el 40% de locales gastronómicos”

Carlos Leuzi, presidente de la Cámara de Empresarios Gastronómicos de La Plata, aseveró a La Tecla que “acá, en La Plata, nosotros teníamos un relevamiento que arrojó que a principios de año había cerrado casi el 40% de locales gastronómicos, que incluye restaurantes, bares, pizzerías, cervecerías, también salones de fiestas. Eso implica más de 60 establecimientos, de todos los tamaños, de los 350 existentes en la ciudad, sin contar los salones de fiestas”. El empresario refirió que “hubo algo de respiro en noviembre, diciembre y parte de enero, porque la gente salió y se pudo trabajar, pudimos afrontar deudas acumuladas en los siete meses anteriores porque estuvimos prácticamente cerrados”. Por otra parte, Leuzi sostuvo que “a partir de marzo nos bajan el horario a las 23, después a las 19, y el mes pasado tuvimos que cerrar 9 días. Encima, casi la mitad de los comercios no pudieron acceder al Repro II. Por eso, la necesidad que teníamos de que nos permitan abrir, porque bajar el cierre a las 19 nos significa bajar la facturación al 45%, porque perdemos la cena”. En cuanto a las respuestas obtenidas tras sus reclamos de ayuda, el dirigente del sector gastronómico platense dijo: “De Provincia no tuvimos respuestas, solo estuvimos trabajando con algunos legisladores un proyecto de Emergencia, que esperamos se pueda tratar sobre tablas en la próxima sesión, porque nos permitiría, entre otras cosas, pagar en cuotas las deudas con distintos servicios”.

Habitaciones y cocinas, en terapia intensiva

Flavia Delmonte, senadora JxC
“Son muchas las familias que dependen de estos comercios”

La senadora provincial Flavia Delmonte preside la comisión de Comercio Interior, Pequeña y Mediana Empresa y Turismo. La legisladora por la Quinta sección aseguró que “el sector hotelero y turístico trabajó mucho para garantizar una temporada de verano, que finalmente resultó la peor de la historia, y eso puso al sector en una situación muy complicada. Y las restricciones les dificultan trabajar, o hacerlo a puertas cerradas, generándoles una terrible incertidumbre. Incluso respecto de qué van a hacer en las vacaciones de invierno”. Además consideró que “Mar del Plata es una cosa, y otros municipios, como Necochea, La Costa, Alvarado, Pinamar, tienen otra realidad, viven casi exclusivamente del turismo, por eso se genera una gran angustia”. En cuanto a la emergencia turística para la Provincia, Delmonte recordó que “es un proyecto mío, junto con Melisa Greco en Diputados”. Luego se refirió a la rebelión de algunos comerciantes ante las restricciones en partidos como General Pueyrredón o Tandil. “Me preocupa mucho el desconocimiento que tiene el Ejecutivo provincial de lo que sucede en el interior bonaerense, que no tiene la misma realidad que el AMBA. Son muchas las familias que dependen de estos comercios, y en situaciones como estas tiene que haber un Estado provincial y municipal muy presentes para hacer llegar ayudas que permitan mantener la actividad productiva y mantener el empleo”, expresó. En cuanto a la queja por la escasez de apoyos dijo que “los empresarios del sector, muchas Pymes, sostienen que solo tienen acceso a beneficios algunas categorías del monotributo, quedando afuera una porción enorme. Y se les sigue pidiendo que hagan frente a las cargas tributarias, cuando no están trabajando y tienen dificultades para acceder a descuentos”. Delmonte añadió: “Los empresarios nos plantean que el esfuerzo lo hacen solamente ellos, y que el Municipio y la Provincia están ausentes, no les dan una mano. Yo pedí que a este sector le dieran un nuevo ATP para que pudieran pagar los sueldos, porque la temporada fue muy mala”.



 

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