Dentro de todos los golpes que sufrió el Frente de Todos en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias de ayer, el peligro que comienza a correr el control de la Legislatura de cara a los dos últimos años de mandato de Axel Kicillof es una piedra más en un zapato ajustado.
Como se sabe, hasta el 10 de diciembre Juntos por el Cambio tiene mayoría en el Senado, con 26 bancas contra 20 del oficialismo. De acuerdo a los resultados de las PASO, si el Frente de Todos no da un vuelco sustancial la oposición seguirá con mayoría propia en la Cámara alta. Hasta ahora, el peronismo solo descontaría un escaño, que vendría de la Cuarta sección, donde el reparto en 2017 fue de 5 para JxC y 2 para el FdT, mientras que ahora sería de 4 a 3.
En tanto, la coalición opositora mantendría la supremacía de 3 a 0 en la Séptima, 5 a 2 en la Quinta y 5 a 3 en la Primera. Esta y la Séptima son las secciones en las que el peronismo apostaba a, por lo menos, ganar un escaño más y de esta manera, como mínimo, empardar en 23 desdeel10 de diciembre. Pero esa realidad quedó lejos en el escenario actual y así las cosas desde diciembre el Senado podría seguir con mayoría de la oposición, con 25 escaños contra 21 del oficialismo.
En la Cámara de Diputados actual el Frente de Todos tiene un bloque de 45 y Juntos por el Cambio 38. El oficialismo arriesga este año 22, de los cuales retendría 20 de acuerdo a los resultados de las PASO y si los mismos se replican en noviembre. En tanto, Juntos arriesga 19 (en 2017 habían entrado 23 pero algunos migraron de bloque) y obtendría 24.
De esta manera, los bloques podrían quedar empatados desde el 10 de diciembre en 43 por lado. Y allí comenzarán a tallar las voluntades delos bloques minoritarios. Hasta ahora el oficialismo contó con el apoyo del 17 de Noviembre, pero Mario Giacobbe, que fue hasta ahora el principal aliado del bloque oficial vence su mandato. Esa bancada (que cambiaría de nombre) quedará integrada solamente por Fabio Britos y habrá que qué acuerdos y con qué sector cierra el hermano del intendente de Chivilcoy.
También el oficialismo podría contar con la legisladora del FE que continúa por dos años más, pero tampoco es una aliada segura.
Mientras tanto, el vínculo delos dos legisladores que quedarán de Cambio Federal sigue siendo muy cercano a Juntos por el Cambio. O sea que con los aliados también se podría llegar a un empate.
Queda el Frente de Izquierda, que llegaría a contar con dos bancas si repite la performance en la Tercera sección. Sin posicilidad de aliarse con ninguna de las fuerzas mayoritarias, la dinámica legislativa podría llevar a que el Bloque de Izquierda adquiera una importancia inusitada en eldesempate de las votaciones.
A todas luces, si no hay cambios sustanciales en la composición del voto en las generales de noviembre, los acuerdos legislativos serán mucho más complejos y el ejecutivo deberá resignarse a entrar en negociaciones que hasta ahora ha querido esquivar.
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