Florencia de la V narró los motivos por los que pensó sacarse las lolas
Días atrás la panelista de "A la tarde” contó que deberá someterse a una cirugía mamaria y esta mañana, a través de un duro testimonio contó los motivos y reflexionó sobre los estereotipos de belleza que desde joven la llevaron a pasar más de cinco veces por el quirófano. Leé más
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Días atrás, Florencia de la Ve hizo pública su historia personal para reflexionar sobre la importancia de los estudios mamográficos, que a ella le sirvieron para detectar una falla en su salud y motivo por el cual deberá someterse a una cirugía. Sin embargo, esta mañana, narró su actual postura sobre los estereotipos de belleza y dejó en claro que "las tetas no son el ticket de entrada".
La actriz a través de su columna en Página 12, escribió su relato en primera persona y reflexionó sobre sus decisiones de quitarse los implantes mamarios y cómo éstos fueron afectando a su salud a lo largo de su vida. En sus redes sociales, Flor de la V compartió la nota con algunas de sus imágenes y tituló: "¿Sin tetas no hay paraíso?" y narró el miedo que sintió tras realizarse los estudios mamográficos recientemente: " Al realizarme el examen descubrieron que tengo fisuradas las dos prótesis y una parte del contenido migró a las axilas. Cuando me lo informaron, me asusté mucho; no les voy a mentir", sostuvo.
Florencia aprovechó su columna para contar que tiempo atrás viene pensando en quitarse las lolas y cuestionó el rol de las mismas en la femineidad y se preguntó: "¿Tener tetas te hace más mujer? ¿Unas grandes lolas te aseguran la femineidad?". Así mismo, citó a una autora que habla de los estereotipos y plantea el concepto "violencia estética", motivo por el cual la actriz narró su testimonio personal y contó cómo influyeron los medios y el ambiente artístico en sus operaciones.
La comediante detalló los motivos que la llevaron a pasar por el quirófano: "Cuando comenzaba mi transición, estaba muy conforme con mi cuerpo. Las hormonas comenzaban a rendir sus frutos, a pesar de no haber hecho las cosas bien, con la supervisión de un medico endocrinólogo como corresponde. Si bien estaba satisfecha con mi cuerpo, no dejaba de recibir presión del afuera para que me opere. En esa época, las tetas grandes eran casi una condición para trabajar en el teatro de revistas. Y en el ambiente trans, si no te operabas, eras tratada como un híbrido, andrógino, un gay disfrazado de mujer. Era muy chica y con todos estos mandatos encima, decidí operarme. A partir de ahí comencé un viaje interminable hacia ese cuerpo hegemónico femenino y curvilíneo que reinaba en los años 90".
Además, contó las graves secuelas que tuvo y por qué pasó por cinco intervenciones: "Las primeras prótesis fueron de 300cc —un tamaño «normal»—, y se me encapsularon supuestamente porque estaban delante del pectoral. Esto derivó en una segunda operación y claramente debían ser más grandes: 450cc. Me hicieron un bolsillo más amplio para que entrasen detrás del músculo. ¿Cuál fue el resultado? Parecían dos compoteras. Llegó una tercera operación para arreglar la anterior y la sugerencia del cirujano ¡fue pasar a unas de 600 cc! Luego de esta ya no podía ni cerrarme los blazers: eran dos pelotas de básquet."
Llena de inseguridades y disconforme con los resultados, Florencia atravesó por una cuarta intervención donde en el intento de reducir el tamaño sufrió peores daños al punto que "puse en riesgo mi salud y mi vida", sostuvo la actriz y luego contó que conoció a un cirujano que le dio "confianza" y con el cual se someterá a otra cirugía. Desde su lugar, la vedette quiso llegar a aquellas mujeres que estén atravesando por la misma situación y afirmó: "Lejos estoy de hablar desde el lugar de mujer que lo ha superado, pero lo que puedo decirle es: esa perfección nunca llega" y en el final de su relato concluyó: "No sé cómo se ingresa en el paraíso, pero pese a que me reconozco presa de este sistema y de sus contradicciones, ya comprobé que las tetas no son el ticket de entrada."