El fin de semana extralargo que vivió Mar del Plata en octubre fue el puntapié inicial de un camino que se dirige hacia el principal objetivo: la temporada de verano. En este marco, las expectativas en el gobierno municipal están puestas en que la próxima época estival sea lo más cercana a la “nueva normalidad”; pero ese anhelo podría quedar expuesto, cual castillo de arena frente la marea, ante las dificultades de la Comuna para una planificación integral de la temporada.Balnearios en debate El Ejecutivo afronta otra complicación con la autorización para el funcionamiento de tres balnearios y un cuarto ámbito recreativo en diversas zonas de la ciudad. Esas Unidades Turísticas Fiscales (UTF) arrastran un largo periplo de constantes otorgamientos de permisos precarios de explotación anual, ante la falta de planificación para realizar una licitación en los últimos tres gobiernos municipales. En la idea de algunos ediles está que el 2021 marque un punto de inflexión, y, sin mayoría en el HCD, el oficialismo se expone a las urgencias. Entre esos balnearios se encuentra el más icónico de la ciudad, el de Playa Bristol Popular, explotado por Italo Ravasio. Los otros alcanzan a las playas Punta Cantera (en Punta Mogotes) y Estrada (en zona norte), y al llamado Piletas Punta Iglesia, espacio recreativo para jubilados en la zona céntrica. El Concejo Deliberante espera un informe para continuar con el tratamiento legislativo, y a la fecha es una incertidumbre qué ocurrirá con esas UTF. En este marco, operadores turísticos, trabajadores y la política local en general leyeron la amplia concurrencia del fin de semana por el Día del Respeto a la Diversidad Cultural como una señal de adelanto de un verano récord. Faltan solo semanas para comenzar a comprobarlo. Montenegro, entre la estrategia partidaria y el pragmatismo El anuncio de los viajes gratuitos para 220.000 estudiantes bonaerenses realizado por Kicillof encontró a Santilli de campaña en Mar del Plata. Junto a Montenegro criticó con dureza la medida, por electoralista. La postura fue acompañada por los protagonistas de ese lado de la grieta. Pero algo cambió a las pocas horas en el gobierno local, cuando entraron en juego otras variables. “Estamos haciendo un programa desde el Emtur para que Mar del Plata sea uno de los lugares elegidos”, planteó el intendente, con la intención de que la ciudad acoja a estudiantes que viajarían entre marzo y mayo de 2022. El escenario terminó de ganar complejidad con el anuncio de Rodríguez Larreta de ampliar el calendario escolar en 12 días, lo que acortará el tiempo de vacaciones de las dos próximas temporadas. La disposición generó el inmediato rechazo y preocupación de prácticamente todos los sectores empresariales de la ciudad vinculados al turismo, que ven no solo el perjuicio inmediato sino el peligro de un efecto contagio que arrastre a que otras provincias tomen medidas similares. La situación pone a Montenegro en una posición incómoda: las medidas de Kicillof favorecen la actividad económica en Mar del Plata, mientras que las de Larreta la complican. Por ende debe equilibrar entre los posicionamientos partidarios y su rol como jefe político de una ciudad que necesita una temporada récord para proyectar un mejor 2022. |