El fin de semana extralargo que vivió Mar del Plata en octubre fue el puntapié inicial de un camino que se dirige hacia el principal objetivo: la temporada de verano. En este marco, las expectativas en el gobierno municipal están puestas en que la próxima época estival sea lo más cercana a la “nueva normalidad”; pero ese anhelo podría quedar expuesto, cual castillo de arena frente la marea, ante las dificultades de la Comuna para una planificación integral de la temporada.
Un primer foco de conflicto se observa en la utilización del Fondo de Promoción Turística, implementado durante la gestión de Pulti y que se compone de un aporte extra del 10% sobre el total que abonan comercios e industrias por la Tasa de Inspección de Seguridad e Higiene. Se debería destinar para el fin que, con elocuencia, marca su nombre. Sin embargo, con el paso de los años se fue desvirtuando su utilización y actualmente se destina casi integralmente para el pago del operativo de seguridad en playas.
La reciente municipalización de la totalidad del cuerpo de guardavidas vuelve aún más dependiente al Ejecutivo local de esos fondos, que este año ascienden a 380 millones de pesos, mientras que los empresarios reclaman su uso para la promoción. No solo lo hace el sector privado, sino también la oposición encabezada por el Frente de Todos y Crear Mar del Plata, que estuvo a punto de dictar una ordenanza que reoriente el total del ingreso a la promoción turística. Un acuerdo de último momento con Acción Marplatense salvó a Montenegro de desfinanciar el servicio de guardavidas (este año se destinarán 300 de los 380 millones del fondo), pero le abrió otro frente de conflicto ante la dilación en la resolución.
La situación profundizó el malestar del sector privado, desde donde advierten que la ciudad pierde cada vez más terreno no sólo con otros distritos de la región, sino con provincias que apuestan a la difusión de su oferta turística, como Córdoba, Mendoza y San Luis. Del lado del gobierno apuntan a que no se puede desafectar el fondo, pero que se apostará a un “esquema progresivo” para financiar la promoción del Municipio. La próxima discusión del Presupuesto 2022 reabrirá el debate en el Honorable Concejo Deliberante.
Por su parte, en lo político también se abren otros interrogantes. Uno es la propia conducción del Ente Municipal de Turismo (Emtur). La ruptura de Montenegro con el senador Lucas Fiorini -en mayo, en el marco de la discusión del pliego del transporte- dejó vacante la presidencia del ente, el cual quedó provisoriamente al mando de su vicepresidente, el lilito Bernardo Martín. Todo el proceso de diagramación de la temporada es atravesado por un funcionario a cargo que no se sabe si seguirá tras el 10 diciembre, cuando se espera una reestructuración del gabinete.
Algunos cambios serán obligados, como los de Fernando Muro (Producción) y Alejandro Rabinvoich (coordinador de Gabinete), que asumirán como concejal y senador provincial, mientras que se espera la llegada de nuevas figuras del radicalismo, como Vilma Baragiola. “Hay conformidad con el trabajo realizado por Martín, es muy probable su continuidad”, reconocieron altas fuentes municipales a La Tecla, aunque para su conformación habrá que esperar a diciembre.
Balnearios en debate
El Ejecutivo afronta otra complicación con la autorización para el funcionamiento de tres balnearios y un cuarto ámbito recreativo en diversas zonas de la ciudad. Esas Unidades Turísticas Fiscales (UTF) arrastran un largo periplo de constantes otorgamientos de permisos precarios de explotación anual, ante la falta de planificación para realizar una licitación en los últimos tres gobiernos municipales. En la idea de algunos ediles está que el 2021 marque un punto de inflexión, y, sin mayoría en el HCD, el oficialismo se expone a las urgencias. Entre esos balnearios se encuentra el más icónico de la ciudad, el de Playa Bristol Popular, explotado por Italo Ravasio. Los otros alcanzan a las playas Punta Cantera (en Punta Mogotes) y Estrada (en zona norte), y al llamado Piletas Punta Iglesia, espacio recreativo para jubilados en la zona céntrica. El Concejo Deliberante espera un informe para continuar con el tratamiento legislativo, y a la fecha es una incertidumbre qué ocurrirá con esas UTF.
En este marco, operadores turísticos, trabajadores y la política local en general leyeron la amplia concurrencia del fin de semana por el Día del Respeto a la Diversidad Cultural como una señal de adelanto de un verano récord. Faltan solo semanas para comenzar a comprobarlo.
Montenegro, entre la estrategia partidaria y el pragmatismo
El anuncio de los viajes gratuitos para 220.000 estudiantes bonaerenses realizado por Kicillof encontró a Santilli de campaña en Mar del Plata. Junto a Montenegro criticó con dureza la medida, por electoralista. La postura fue acompañada por los protagonistas de ese lado de la grieta. Pero algo cambió a las pocas horas en el gobierno local, cuando entraron en juego otras variables.
“Estamos haciendo un programa desde el Emtur para que Mar del Plata sea uno de los lugares elegidos”, planteó el intendente, con la intención de que la ciudad acoja a estudiantes que viajarían entre marzo y mayo de 2022. El escenario terminó de ganar complejidad con el anuncio de Rodríguez Larreta de ampliar el calendario escolar en 12 días, lo que acortará el tiempo de vacaciones de las dos próximas temporadas. La disposición generó el inmediato rechazo y preocupación de prácticamente todos los sectores empresariales de la ciudad vinculados al turismo, que ven no solo el perjuicio inmediato sino el peligro de un efecto contagio que arrastre a que otras provincias tomen medidas similares.
La situación pone a Montenegro en una posición incómoda: las medidas de Kicillof favorecen la actividad económica en Mar del Plata, mientras que las de Larreta la complican. Por ende debe equilibrar entre los posicionamientos partidarios y su rol como jefe político de una ciudad que necesita una temporada récord para proyectar un mejor 2022.