Marangoni: “Después del 14N, la disyuntiva será radicalización o giro pragmático”
La consultora que comanda el politólogo y expresidente del Banco Provincia analizó el escenario post electoral. Las variables económicas, la inflación y los próximos dos años del gobierno de Alberto Fernández.
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La consultora Marangoni & Rodríguez Asociados hizo público un informe sobre la situación económica a pocas horas de las elecciones, y tras el anuncio de que la inflación de octubre fue del 3,6%, según el Indec.
En su trabajo, el grupo que comanda Gustavo Marangoni asegura que en la previa del proceso electoral “las preocupaciones no se centran tanto en los porcentajes finales que obtenga cada una de las fuerzas en pugna como en lo que suceda a partir del lunes siguiente. La población en general, analistas locales y extranjeros e inversores dirigen su atención menos a las diferencias finales en las urnas y mas a como se resuelvan las internas dentro de la coalición de gobierno ya con el resultado puesto”.
“Se requiere unificar liderazgo, mejorar el esquema de gobierno y trazar un rumbo único sin los zigzags característicos del bienio 2020-2021 para encarar la segunda etapa del gobierno.¿Sucederá? ¿Podrá salir el gobierno de Alberto Fernández de una transición permanente que parece no lleva a ningún lado? Y también, las miradas se posarán con el transcurso de las semanas en las reacciones de la oposición. ¿Acompañará con una actitud de mayor colaboración a un gobierno que seguramente quede más debilitado tras el 14N y con menos peso parlamentario? O por el contrario entrará en una dinámica de fuerte oposición para complicar todo lo que se pueda a un oficialismo atrapado en frentes como la deuda con el FMI, el dólar y los precios”, añadieron.
En su informe, añaden que “los interrogantes se tiñen de estrés cuando son acompañados por la inquietud en el mercado cambiario en un contexto donde la relación peso-dólar es inestable y despierta los fantasmas conocidos. ¿Cuánto cambia realmente que el Frente de Todos mejore marginalmente su situación en las urnas o pierda algunos puntos respecto del 12 de setiembre? Probablemente poco o nada. Desde luego que una recuperación, aunque sea parcial ayuda a enfrentar mejor la noche del domingo, pero no necesariamente resuelve los problemas que quedaron explícitamente expuestos la semana posterior a las PASO. Podría, inclusive, darse la paradoja que con números iguales o peores se pudiese generar una reacción gubernamental más firme para alejarse de escenarios turbulentos”.
Además, evalúan que “nadie está en condiciones de poder afirmar una cosa o la otra porque los propios interesados probablemente no lo sepan. De allí que la incertidumbre reina y abre espacio para todo tipo de especulaciones, entre ellas las cambiarias (se acelera la devaluación pero sin salto brusco, se desdobla el mercado cambiario? la corrección se realiza de golpe?). Desde la radicalización de la política económica hasta el giro pragmático se abre el abanico de escenarios pensables. El no poder descartarse el escenario de radicalización sin acuerdo con el FMI, aunque no sea el escenario más probable, es lo que empeora el panorama de expectativas y complica el mercado cambiario. La dinámica de precios y el volumen de los instrumentos que ofrecen cobertura, ya sean títulos o futuros, ilustran dicha situación”. “La coyuntura y el horizonte de mediano plazo requiere desandar el plan en modo electoral que aplicó el gobierno durante buena parte de 2021, y que a la luz de los resultados en las PASO y las perspectivas según las encuestas en las Generales del próximo domingo tuvo un fracaso rotundo. Se atrasó el dólar, las tarifas, los subsidios treparon a 3 puntos del PBI, la economía se llenó de trabas inútiles en los precios, en las exportaciones, en el mercado de cambios, y se impulsó un plan de gasto para remontar los resultados que tampoco arroja ningún beneficio perdurable”, sostienen.
Comicios en la mira
En referencia a los comicios del domingo, Marangoni & Rodríguez se preguntan: “¿Cuánto cambia realmente que el Frente de Todos mejore marginalmente su situación en las urnas o pierda algunos puntos respecto del 12 de setiembre? Probablemente poco o nada. La coyuntura y el horizonte de mediano plazo requiere desandar el plan en modo electoral que aplicó el gobierno durante buena parte de 2021, y que a la luz de los resultados en las PASO y las perspectivas según las encuestas en las Generales del próximo domingo tuvo un fracaso rotundo. De nuevo, ¿será la moderación y el giro pragmático lo que aparezca luego del domingo para encarar esta tarea de reformular la política económica, bajar la inflación y cerrar el capítulo con el FMI? ¿O el gobierno intentará seguir emparchando, refugiándose en los controles y cuidando las últimas monedas de las reservas para dilatar la crisis”? “Se viene por delante una tarea muy compleja que conlleva la necesidad de mucha responsabilidad por parte de oficialismo y oposición. Unos y otros deberán revisar sus paradigmas para hacer frente a lo que viene. Claro que la responsabilidad del gobierno y del presidente se presentan como más urgentes. En un régimen como el nuestro todas las miradas se dirigen a quien ocupa el sillón de Rivadavia. De allí que cualquier reacción de la coalición gobernante deberá asumir la necesidad de su empoderamiento no con declaraciones o acciones cosméticas sino con una reconstrucción del poder político sobre supuestos diferentes a los del 2019 que evidencian señalan claras de agotamiento”, sostiene.
El informe asegura que “en este contexto y como mencionamos en informes anteriores, el Gobierno sigue necesitando un abordaje integral para combatir los elevados niveles de inflación actuales. Muy posiblemente el año termine entre 50% y 51%, siendo el segundo más alto desde 1991 (solo superado por 2019). Los desequilibrios macroeconómicos y monetarios actuales no son pocos e impactan directamente en las expectativas de devaluación, como puede verse en la brecha cambiaria, pero así también en la curva de futuros de dólar y la demanda de bonos CER.
“No hay paritarias que le puedan ganar a la inflación en un contexto inflacionario como este, por lo que el salario real difícilmente pueda crecer en el corto plazo, comprometiendo un despegue robusto del consumo”, evalúa.
Finalmente, sostiene que “en noviembre podría observarse cierta desaceleración en los precios a raíz del impacto de lleno del programa, aunque algunos otros efectos recién podrían verse en diciembre, mes donde también podría verse licuado su impacto ya que tradicionalmente es un período de estacionalidad positiva para los precios”.