El vencimiento del cargo de Guido Lorenzino es inminente. Cómo se preparan el oficialismo y la oposición para la nueva batalla. La palabra de los protagonistas
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La caducidad del mandato de Guido Lorenzino al frente de la Defensoría del Pueblo es cuestión de semanas. Mientras el titular del organismo de control buscaría atornillarse a su lugar y conseguir la continuidad, la oposición de Juntos haría valer su peso para acomodar a uno de los suyos. Cómo se viene la pelea y los tironeos en un área clave.
El nuevo año comenzará con importantes definiciones, que estarán marcadas por la relación de fuerzas entre el oficialismo y la oposición, como así también los acuerdos que comenzarán a tejerse con la próxima conformación parlamentaria. Cómo será la discusión por los cargos vacantes y, también, los que vencerán, donde todas las miradas apuntan a un solo sitio.
Uno de los principales organismos es la Defensoría del Pueblo, cuya titularidad hoy ocupa Lorenzino. Su lugar en esa área, como el de los adjuntos, quedará vacío en el mes de enero. Previamente será la Legislatura, mediante la conformación de una Comisión Bicameral, la que definirá su continuidad o el nuevo nombre que reúna los requisitos que requiere la ley.
Más allá de los formalismos y protocolos, detrás de la letra de la normativa en cuestión se comienza a vislumbrar una batalla entre el Frente de Todos y Juntos. Por lo bajo, voces consultadas por La Tecla dieron cuenta de que Lorenzino no estaría dispuesto a ceder su lugar, y para ello haría valer sus respaldos en el Ejecutivo bonaerense; aunque desde su entorno fueron más cautos al indicar a este medio que su continuidad estará supeditada a la decisión que tomen los parlamentarios designados para esa tarea.
Los posicionamientos no están exentos de polémicas hacia la figura de Lorenzino, quien ya fue blanco de cuestionamientos, y hasta los senadores de Juntos por el Cambio amagaron con pedirle su cese en el cargo por sus posicionamientos políticos, al manifestar públicamente en el mes de abril que “la tarea de Defensor del Pueblo debe ejercerse con autonomía e independencia funcional del Ejecutivo”.
Si bien la oposición prefiere bajar la espuma, lo cierto es que los principales referentes que resultaron favorecidos con el respaldo en las urnas el 14 de noviembre, como también legisladores e intendentes importantes del AMBA, buscarán el sillón de la Defensoría del Pueblo, junto con el de los principales organismos de control.
En este sentido, desde Juntos acusan que el Gobierno, “de alguna manera no quiso avanzar con la negociación de los cargos, quiso hacer una negociación parcial, y por eso nosotros no concedimos ese apoyo, por lo cual la Defensoría del Pueblo ingresó dentro de este mecanismo de evaluación”.
En esta misma línea argumentaron que “es un organismo que debería estar en manos de la oposición y formará parte de una discusión. Juntos ha demostrado al Gobierno que estamos dispuestos al diálogo pero no a la imposición”.
Mientras los principales rumores apuntan que Guido Lorenzino buscaría atornillarse a su lugar, desde su entorno se mantienen en la línea de dejar esa determinación en los mecanismos que establece la Ley 14.883, que fue modificada al momento de su designación, en 2016, como también la de sus acompañantes.
En diferente posición se manifestó su adjunto, Walter Martello, quien no ocultó sus intenciones de seguir en su puesto a partir del 12 de enero de 2022, cuando termine su mandato actual. Mientras las semanas están contadas, los tironeos no aflojan para definir la suerte de los conductores de la Defensoría.
La oposición va por todo, a la par que el oficialismo queda bajo la lupa de trabar las negociaciones. Solamente la próxima composición parlamentaria tendrá la difícil tarea de resolver la cuestión de fondo, y será el escenario donde los principales contendientes medirán sus fuerzas.
Duración, nombramientos y continuidad
De acuerdo a la modificación que quedó establecida por Ley 14.883, del 21/12/2016, el Senado y la Cámara de Diputados determinaron que:
El Defensor del Pueblo es el funcionario titular de la Defensoría del Pueblo, que se integra además con dos Adjuntos Generales y dos Adjuntos: Adjunto de Derechos Humanos y Sociales y Adjunto de Derechos de Consumidores y Usuarios (Artículo 1).
Para la elección del Defensor del Pueblo, los Adjuntos Generales y los Adjuntos quedará constituida en el ámbito de la Legislatura de la provincia de Buenos Aires una Comisión Bicameral integrada por siete Senadores y siete Diputados, la que dictará su reglamento de funcionamiento (Artículo 2).
La duración del mandato del Defensor del Pueblo, de los Adjuntos Generales y de los Adjuntos será de cinco años, pudiendo ser reelegidos solo por un período. Si han sido reelectos como Defensor del Pueblo, Adjunto General o Adjunto no podrán ser elegidos para ninguno de esos cargos (Artículo 3).
Guido Lorenzino: El deseo de seguir en su cargo y las negociaciones que se vienen
La disputa por lugares claves en los principales organismos de control en la Provincia comienza a levantar temperatura tanto en la Gobernación y en la Legislatura como en los espacios de discusión donde tiene presencia la oposición de Juntos por el Cambio.
Consultados por La Tecla, desde el entorno del actual Defensor del Pueblo, Guido Lorenzino, se dejó en claro a este medio que “es un tema que tiene que resolver la Legislatura”, aunque otras voces indiquen que el actual titular desearía permanecer en su puesto.
Para resolver el trámite parlamentario se deberá constituir en el ámbito de la Legislatura de la provincia de Buenos Aires una Comisión Bicameral, integrada por siete senadores y siete diputados, la que dictará su reglamento de funcionamiento.
En su composición se deberá mantener la proporción de la representación en cada cuerpo. Según establece la norma, la misma tendrá carácter permanente, será presidida en forma alternada y con rotación anual por un diputado en la primera oportunidad y luego por un senador, y adoptará sus decisiones por simple mayoría de votos.
De esta manera comenzará el tironeo respecto a la conformación de fuerzas que tendrá cada cámara a partir del 10 de diciembre y las negociaciones que realice el Ejecutivo con los nuevos interlocutores, principalmente los de la oposición de Juntos, que tendrán que definir o, al menos, dar a conocer quiénes serán los postulantes para el ansiado sillón que quedará vacante si Lorenzino emprende la retirada de un puesto clave.
La mirada de Juntos: Negociaciones, reclamos al Ejecutivo y hermetismo en la oposición
El vencimiento de los cargos en la Defensoría divide las aguas en la oposición. Mientras un sector se mantiene cauto respecto de los nombres que deberían ocupar la titularidad, como también determinar la continuidad de la actual conducción, otros están con los cañones en fila, listos a dar la batalla por hacer valer su peso en la discusión.
Fuentes legislativas de Juntos afirmaron en off a La Tecla que “los organismos de control del Estado no obedecen solamente a la decisión del Ejecutivo, sino a una composición que tenga representación parlamentaria donde la oposición tenga que ocupar sus lugares”.
Al mismo tiempo se apuntó directamente al Ejecutivo al señalar que “el Gobierno provincial, de alguna manera, no quiso avanzar con la negociación, quiso hacerlo de forma parcial, y por eso nosotros no concedimos ese apoyo, por lo cual la Defensoría del Pueblo ingresó dentro de este mecanismo de evaluación”.
Desde el arco opositor se dejó en claro que “históricamente siempre ha sido un organismo que, de alguna manera, fue concedido a la oposición. Ese criterio sigue estando”. Otros, en cambio, se mantuvieron cautos al desconocer si la discusión se dará con la actual conformación parlamentaria o, bien, se esperará al recambio que se producirá con el ingreso de nuevos legisladores el próximo 10 de diciembre.
Sin embargo se dejó en claro que “seguimos creyendo que es un organismo que debería estar en manos de la oposición, formará parte de una discusión”.
Walter Martello: “Si la Legislatura lo convalida, obviamente, me gustaría continuar”
Al ser consultado por La Tecla acerca de las intenciones de continuidad, el Defensor Adjunto, Walter Martello, afirmó que “nuestro mandato concluye el 11 de enero. La intención personal es continuar. Es un organismo en donde me siento cómodo”. En esta misma línea agregó que “la conducción me dio la oportunidad, después de ser legislador, de incorporarme a un espacio que tiene que ver mucho más con la gestión y resolución de conflictos directos”.
En cuanto a las negociaciones consideró: “Veremos cómo transcurren estos dos meses sabiendo que es una decisión de ambas cámaras de la Legislatura y que se precisan los dos tercios de aprobación”.
Al ser consultado sobre si hay algún diálogo con el bloque de la oposición en cuanto a la posibilidad de continuar en el cargo, Martello señaló: “En mi caso personal, no, porque es una gestión propia de los legisladores”, y aclaró desde su posición anterior como legislador que “esos diálogos se dan ahí, y los mecanismos que dan continuidad a los mandatos ya están en la ley y deberá decidirse en el corto plazo, teniendo en cuenta la fecha del 11 de enero, que, en caso de no resolverse, quedaría el organismo en situación de vacancia y sería una situación constitucional complicada”.
En este punto añadió que “la ley también nos impide tener posiciones políticas partidarias; ahí no nos podemos expresar, y es una decisión que debe tomarse a través del diálogo en las cámaras. Esperamos que haya un diálogo que propicie que no haya una acefalía, como ocurre en Nación, que hace doce años que no se elige un Defensor”. Por último aseveró: “En mi caso personal me siento cómodo en este cargo, y si la Legislatura lo convalida, obviamente, me gustaría continuar, pero depende de qué resuelven los legisladores”.