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Argentina
21 de diciembre de 2021
EN PRIMERA PERSONA

2001, en la memoria de sus protagonistas

A 20 años de la crisis que provocó la renuncia del presidente Fernando de la Rúa, sus principales actores relataron a La Tecla sus vivencias y reflexiones

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Pasaron 20 años, sin embargo, en la memoria de todos los argentinos siguen presentes los convulsionados sucesos del 19 y el 20 de diciembre de 2001. Cómo lo vivieron sus protagonistas, qué enseñanza y deuda dejaron esas jornadas que marcaron a fuego la historia reciente de la democracia de nuestro país.

2001, en la memoria de sus protagonistas

Una seguidilla de medidas erráticas comenzaron a convulsionar el clima al acercarse la primera mitad del Gobierno de Fernando de la Rúa, que había asumido en 1999 y venía golpeado tras la renuncia de su vicepresidente, Carlos “Chacho” Álvarez, en el año 2000.
La promesa de cambio que representaba el Gobierno de la Alianza se esfumaba, al tiempo que empeoraba la situación económica producto de una heredada y sostenida recesión, como también la continuidad de la menemista ley de convertibilidad que equiparaba el valor del peso con el dólar estadounidense. La llegada de Domingo Cavallo como ministro de Economía no alcanzó para apaciguar el clima de tensión, que no paraba de recalentarse. Los paros, protestas y marchas eran cada vez más recurrentes, mientras la crisis social se profundizaba. Como reflejo de ello, los movimientos sociales comenzaron a tomar más protagonismo, y escenas como los clubes de trueque eran el reflejo de una convulsión que estaba a punto de estallar.

2001, en la memoria de sus protagonistas

En paralelo llegaron los re-cortes salariales a los empleados estatales y jubilados, como también el surgimiento de las cuasimonedas, que generaban cada vez más rechazo en la población. Y la limitación a la extracción de dinero en efectivo, más conocida como “corralito”, fue el puntapié del llamado “Argentinazo”, que replicó en toda la Provincia y el país escenas de saqueos, represión y marchas donde, con el sonido del golpe de cacerolas, se exclamaba “¡Que se vayan todos!”. La violencia se volvió insostenible y el orden institucional vivió sus jornadas más luctuosas desde el retorno de la democracia. Los fallidos acuerdos políticos no llegaron y el estado de sitio decretado por De la Rúa no fue suficiente para calmar la anarquía que se vivía en las calles. 

Finalmente, a través de una carta de puño y letra, el Presidente renunció, y la imagen de un helicóptero despegando del techo de la Casa Rosada fue el fin de su Gobierno y la postal de esas trágicas jornadas.

2001, en la memoria de sus protagonistas

En los municipios, como así también en las provincias, el clima era más caliente de lo que marcaba ese verano que recién comenzaba. Comercios fortificados y marchas por doquier alteraban la cotidianidad de lo que debía ser una situación de festividad, con una Navidad y un Fin de Año que se aproximaban.

En lo inmediato de esos días, varios presidentes intentaron tomar las riendas. Pasaron dos décadas y mucha agua bajo el puente. 

Con aciertos y errores, la política tomó nota de aquellos acontecimientos. Algunos intendentes todavía siguen al frente de sus comunas, y en un nuevo aniversario comparten con La Tecla vivencias y sensaciones. También hicieron lo propio el expresidente Eduardo Duhalde y el exgobernador Carlos Ruckauf. Cómo vivieron esos momentos y cómo se cocinaron las decisiones que hoy forman parte de los libros de historia.

Eduardo Duhalde (Expresidente de la Nación)
“A mí, Alfonsín prácticamente me exigía que aceptara la Presidencia”


El expresidente Eduardo Duhalde habló con La Tecla y reflexionó acerca de su experiencia al frente del Ejecutivo tras los trágicos sucesos de diciembre de 2001. En este sentido expresó: “Mi especialidad es la gobernabilidad, y lo que yo más sé es de gobernanza.

2001, en la memoria de sus protagonistas

También sé que cuando hay una crisis como había en ese momento, la misma es multicausal”. En esta línea agregó: “Realmente, todo no se puede resolver de una sola vez, y quienes quieren hacer eso es porque no entendieron cómo se gobierna y hacen un pastiche”. 

A modo de reflexión, el exmandatario dijo: “Uno tiene que rodearse con personas con experiencia previa. No se puede ir a una crisis a aprender. A mí, Alfonsín prácticamente me exigía que aceptara la Presidencia; y dije que si estaban todos, yo asumía. 

El secreto de la gobernanza es la unión, y eso es algo que yo siempre pude hacer. Cuando era intendente, el noventa por ciento de los concejales estábamos juntos; cuando fui gobernador arreglamos con Alfonsín que el que gana gobierna y el que pierde, también; y cuando fui Presidente, lo mismo. Eso es lo primero que tenemos que saber”. 

Prosiguió: “Por eso, lo que hay que hacer es juntarse; ese es mi criterio y el que utilicé al llegar a la Presidencia. Mis once ministros tenían que tener un pasado vinculado con el Parlamento y ser gente especializada como gobernadores o senadores. Además, el centro de la gobernabilidad tienen que ser el trabajo y la producción, y los que no entienden eso tienen que saber que los países salieron adelante trabajando y produciendo; y hay muy poco ADN productivo en la política argentina”.

Carlos Ruckauf (Exgobernador bonaerense)
“Fueron días difíciles y busqué una salida consensuada con el Gobierno”


2001, en la memoria de sus protagonistas

El exgobernador bonaerense Carlos Ruckauf dialogó con La Tecla acerca de los sucesos de diciembre de 2001 y sus vivencias de aquel entonces. Al respecto recordó: “La crisis de la magnitud que fue tomó por sorpresa a la clase dirigente, porque, si bien había quedado claro en la elección del 14 de octubre de ese año que en la provincia de Buenos Aires la segunda fuerza había sido el voto en blanco, atrás de la votación por Duhalde, no parecía que había una bronca tan grande, que, obviamente, se desata con el corralito, y eso trae aparejada una serie de acontecimientos que terminan con la renuncia de Fernando de la Rúa”.

Sobre el recuerdo de esos días agitados, el exmandatario expresó: “El 19 estábamos reunidos en un hotel de la Capital con la cúpula del radicalismo y el ministro del Interior, Ramón Mestre, junto  una serie de gobernadores peronistas buscando una forma de aliviar la situación producida por el corralito, luego vino el discurso del Presidente y posteriormente la manifestación de la gente que caminaba por las grandes avenidas. El 20 fue un día distinto, porque se sumaron grupos alborotadores y comenzaron los saqueos. Con mi ministro de Seguridad, que era Juan José Álvarez, estuvimos dos noches sin dormir tratando de que se preservara la vida, que en medio de esa situación no se nos desbordara la respuesta policial ante los saqueos y que no hubiera una masacre; por eso había que ser cuidadoso y no permitir que se usaran armas de fuego. Esos fueron dos días muy difíciles, y creo que ese fue uno de los motivos por los que yo busco una salida consensuada con el Gobierno y le planteó al presidente De la Rúa la posibilidad de un gabinete de unidad nacional, que no creyó, y por eso terminó en la renuncia. Eso luego sucedió en el acuerdo entre Raúl Alfonsín y Eduardo Duhalde, de armar un gabinete con gente de ambos partidos y con apoyo parlamentario; eso también se podía haber hecho con Fernando (De la Rúa)”.

2001, en la memoria de sus protagonistas

El radical Gustavo Posse llegó por primera vez a la intendencia de San Isidro en diciembre de 1999, y desde entonces fue reelegido en todos los comicios siguientes. Como jefe comunal del partido gobernante durante el Argentinazo de diciembre del 2001 analizó junto a La Tecla la coyuntura de ese entonces. Al respecto indicó: “Todo estaba ligado a un clima social muy denso y operado que requería la caída de la convertibilidad, que era necesaria porque eso era una ficción. Además la ciudadanía estaba bajo un fuerte clima existente y otro provocado. Mirando a la distancia estaba todo bajo la operación de aquellos que requerían que se dieran todas las condiciones que luego se traducirían en leyes, como una pesificación asimétrica, la protección al declarar como bienes culturales a los medios de comunicación”.

En esta misma línea, el jefe comunal agregó: “La falta de una actitud anticipatoria por el Gobierno electo de ese entonces dio lugar al Gobierno no electo que lo sucedió. Se trató de un clima social existente con una fuerte operación de distintos sectores para que ocurriese lo que pasó.” En referencia a sus vivencias en los agitados días que provocaron la renuncia de Fernando de la Rúa, Posse recordó: “Acá se vivía normal y no se participaba de la operación que existió en aquel momento, donde desde los instrumentos del Estado y junto a sectores sindicales y sectores políticos se participaba de los disturbios y saqueos. Acá no hubo porque el Municipio, con su patrullaje, impedía esa realización, porque nuestras convicciones actuaban en ese sentido”.

Alberto Descalzo (Ituzaingó)
“Parecía que se podía cortar el aire con las manos”


Alberto Descalzo fue elegido por primera vez para ejercer el cargo de intendente de Ituzaingó en las elecciones generales del 14 de mayo de 1995. En diciembre de 2001 transcurría su segundo mandato. En referencia a los hechos dialogó con La Tecla y recordó: “En aquel momento, las negociaciones que llevó adelante el Gobierno nacional con el corralito y el ajuste hicieron que se llegara a un nivel donde parecía que se podía cortar el aire con las manos. Nosotros veíamos las movilizaciones que se estaban haciendo, las manifestaciones de clase media reclamando que no podían sacar su dinero y de las clases populares que estaban desesperados porque no tenían para comer y, tampoco, trabajo. Además, los comerciantes y empresarios ni siquiera podían pagar los salarios de sus trabajadores; por eso se provocó una gran manifestación de todos los argentinos en distintos lugares. La crisis era muy grande y la situación se tornó difícil en muchos lados”.

Sobre sus vivencias en aquel entonces, el jefe comunal expresó: “Había manifestaciones de vecinos, de comerciantes, de empresarios en las calles, que, obviamente, atendimos”. Añadió: “Aquí hicimos una gran movilización, donde todos hablaron en la calle y yo mismo convoqué para que todos se pudieran expresar, porque no era una bronca con nosotros, sino una bronca nacional, que terminó en un gran escándalo”.

A modo de reflexión, el mandatario ituzainguense puntualizó: “No se aprendió que no se puede endeudar al país porque sí y los caminos del ajuste no son buenos para ninguno de los argentinos”.
 

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