Hay mucho debate sobre el sexo oral, pero es una de las poses que más placer dan y la que garantiza el orgasmo tanto femenino como masculino. Esta práctica sexual implica utilizar labios, lengua y, en algunos casos, dedos y manos para estimular la zona erógena de la otra persona; por ejemplo, cuando se practica sobre mujeres se habla de cunnilingus, y en el caso de los hombres, de felación.
Muchas mujeres son motivadas por su roce con la zona vulvar, y quienes lo saben hacer disfrutan el doble. También hay parejas que no lo implementan por temor de no saber por dónde empezar o por los mitos que circulan a diario, lo cierto es que a veces hasta los más expertos tienen miedo o inseguridades; pero lo principal es relajarse, dialogar con la pareja y testear qué movimientos le gusta más y en qué lugar de la casa o habitación se siente más cómoda.
Después, a disfrutar: la lengua es una gran herramienta para calentar motores. Antes que nada hay que higienizar la zona, para evitar que los malos olores bajen el clímax. Cabe
destacar que existen distintas posiciones para disfrutar: la más conocida es el 69, pero hay hombres que piden a su compañera que chupen sus genitales durante la previa y otros que prefieren encenderlas primero, mientras van humedeciendo la zona y acariciando otras partes.