Tras ser postergado por la pandemia, este miércoles 18 de mayo finalmente se lleva a cabo en toda la República Argentina el censo poblacional que, básicamente, consiste en contar de manera simultánea a todas las personas, hogares y viviendas que se encuentran en el territorio nacional en un momento determinado.
Muchos recordarán el último censo. Fue el 27 de octubre de 2010, día en que falleció el ex presidente Néstor Kirchner. La noticia de la repentina muerte de quien por entonces era diputado nacional -y nada menos que pareja de la actual mandataria- copó las noticias y el Censo 2010 quedó en segundo plano.
La División de Estadísticas de las Naciones Unidas recomienda que los censos de población, hogares y viviendas se realicen cada diez años, preferentemente, en los años terminados en cero. Es decir, que Argentina debía ser relevada en 2020. Pero llegó el coronavirus y todo el operativo debió aplazarse.
Dos años más tarde, el país podrá saber cuántos somos, dónde estamos y cómo vivimos. En esta ocasión, se implementó un operativo de relevamiento bimodal: en línea y en el territorio mediante entrevistas presenciales; y por primera vez se realiza bajo la definición de censo de derecho, que contabiliza a las personas según su lugar de residencia habitual, donde pasan la mayor parte del tiempo durante la semana.
En los diez censos anteriores, en cambio, se realizaron bajo la metodología “de hecho”; es decir, se enumeraba a la población en el lugar donde había pasado la noche anterior al Día del Censo.
Ahora bien, ¿para qué sirve el Censo? Básicamente, se podrán conocer las principales características demográficas y socioeconómicas de todas las personas que residen en el territorio nacional y sus condiciones habitacionales.
Además, los resultados del Censo permitirán generar el marco muestral maestro para la producción de las estadísticas de la próxima década, que incluye el diseño de encuestas específicas y la actualización de indicadores demográficos, sociales y económicos. La información censal también aportará los datos necesarios para realizar proyecciones y estimaciones de la población en la Argentina.
El cuestionario, que se utiliza en el relevamiento digital y presencial, indaga sobre las cuestiones educativas, laborales e identitarias de cada una de las personas, y también incluye una serie de preguntas relativas al acceso a la vivienda, los servicios básicos y las características de la misma.
También se relevarán viviendas particulares rurales, viviendas colectivas y la población en situación de calle en grandes aglomerados urbanos. Para el caso de las viviendas particulares, el cuestionario se aplica a toda la población y contiene 61 preguntas. Para las viviendas colectivas (geriátricos, colegios internados, cuarteles, cárceles, por ejemplo), el cuestionario tiene 26 preguntas.
Este miércoles, las personas censistas irán puerta por puerta para visitar las viviendas particulares de las áreas urbanas a lo largo y a lo ancho de todo el país. Quienes hayan completado el Censo digital, deberán presentarles el comprobante de finalización correspondiente y, quienes no lo hayan realizado, tendrán que hacer la entrevista presencial.
Hasta las 20.00 no se podrán realizar funciones teatrales, exhibiciones cinematográficas, competencias deportivas, espectáculos ni reuniones públicas al aire libre. Tampoco podrán permanecer abiertos los clubes y comercios de venta de artículos alimenticios (Ley 24.254).
Los primeros resultados provisorios con el total de las viviendas y de la población por sexo censada durante la jornada se conocerán horas posteriores al Censo. Los resultados básicos preliminares se difundirán 30 días después del relevamiento; los resultados básicos definitivos, 8 meses después del Día del Censo; y los ampliados definitivos, 13 meses después.
Un poco de historia
El primer Censo de la República Argentina fue realizado en 1869 y alcanzó al total de la población de las 14 provincias del entonces denominado Estado nacional en forma simultánea y con la aplicación de un mismo cuestionario.
Las 1.877.490 personas censadas incluyeron al Ejército nacional que intervino en la Guerra de la Triple Alianza y a los argentinos en el exterior. La población de Chaco, Chubut (excepto la Colonia Galesa), Formosa, La Pampa, Misiones, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego no fue censada sino estimada, dado que esas provincias no se encontraban bajo control del Estado nacional. No se realizó un censo de viviendas si no exclusivamente de población.
En el último Censo, el de 2010, llamado “Censo del Bicentenario”, se incorporó una pregunta sobre población afrodescendiente en el hogar y, como en 2001, se indagó por la pertenencia a pueblos originarios.
En aquella oportunidad, se contabilizaron 40.117.096 personas. De ese total, el 70% se concentraba en seis jurisdicciones: Ciudad Autónoma de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Tucumán. Por primera vez desde 1914 se observó un crecimiento del porcentaje de población no nativa, que subió hasta el 4,5%.
Para esta ronda censal, se incorporó una nueva pregunta sobre la identidad de género y se amplió el alcance de la pregunta sobre autorreconocimiento étnico —pueblos indígenas y afrodescendientes— a toda la población.
El Censo en cifras - Participan más de 600 mil personas, entre censistas urbanos y rurales, coordinadores nacionales y provinciales y otros puestos que integran la estructura censal, que será capacitada a través de un campus virtual desarrollado íntegramente por el INDEC.
- Se censan más de 15 millones de viviendas y más de 45 millones de personas.
- Se utilizan 37 millones de cuestionarios.
- El Presupuesto 2022 asignó una partida extraordinaria de 12.954 millones de pesos al INDEC para financiar el Censo 2022.
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