26 de junio de 2022
GIRA INTERNACIONAL
Lejos del ruido interno, Alberto Fernández llegó a Munich para participar del Grupo de los 7
Acompañado por Sergio Massa y Santiago Cafiero, el Presidente advertirá acerca del impacto de la guerra en el hemisferio sur. También mantendrá reuniones bilaterales con la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el canciller alemán, Olaf Scholz y el primer ministro de India, Narendra Modi.
El presidente Alberto Fernández llegó a este domingo a Múnich, Alemania, para participar como invitado en la cumbre del G7, el foro que nuclea a las economías más poderosas del mundo y en el que se prevé un debate sobre los efectos de la guerra en Ucrania y la crisis alimentaria derivada del conflicto.
El avión que trasladó al mandatario y su comitiva arribó al Aeropuerto Internacional de Múnich-Franz Josef Strauss a las 14.59 hora local (9.59 de Argentina).
Lejos de las internas políticas, los reclamos de los gobernadores que lo despidieron y de las urgencias del Gobierno, Fernández escuchará a los ejecutivos de las 7 naciones más industrializadas del planeta: Estados Unidos, Canadá, Japón y las potencias europeas Francia, Alemania, Gran Bretaña e Italia, debatir sobre la guerra en Ucrania, las sanciones a Rusia, la provisión de alimentos, la provisión de energía y el cambio climático, a solo 2 mil kilómetros de Kiev.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski acudirá al encuentro, aunque no se sabe si de manera física o virtual. La discusión para la mayoría de ellos continuará en los próximos días en la Cumbre de la OTAN en Madrid.
Fernández también aportará su visión sobre un temario delicado desde un doble rol. Representará a los países latinoamericanos y caribeños de la CELAC, cuya presidencia pro témpore ejerce y por la que fue invitado a este foro. Con ese sayo expondrá en dos breves y cronometrados discursos de 4 minutos durante dos reuniones plenarias foro, el lunes.
A la hora de las reuniones bilaterales, representará fundamentalmente los intereses argentinos que no siempre -sobre todo en lo referido a los tiempos de transición energética- coinciden con los de sus socios caribeños-.
“La guerra volvió a convertir en atractiva a América latina”, expuso uno de los pasajeros de la comitiva.
Discurso y delegación
El Presidente aprovechó el viaje en el charter de Aerolíneas Argentinas para repasar su discurso junto al canciller Santiago Cafiero y el secretario de Asuntos Estratégicos Gustavo Beliz. En un vuelo nocturno, el sueño le ganó a casi todo la comitiva que también integran el presidente de Diputados, Sergio Massa, la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, el secretario general de Presidencia, Julio Vitobello, y la portavoz Gabriela Cerruti.
Fernández reiterará su preocupación por el impacto de la guerra en los precios de los alimentos en América latina. Antes de su llegada, los cancilleres del G7 enfatizaron que sus sanciones a Moscú no afectan la exportación alimentos rusos y acusaron a Vladimir Putin de bombardear depósitos de trigo mientras buscan cómo reabrir la ruta de Mar Negro de cereales.
El Presidente expondrá la necesidad de renovar la arquitectura financiera de los países necesitados de crédito. La ampliación de Derechos Especiales de Giro (DEGS) es una de las alternativas en las que el Presidente piensa. Como apuntaron en la delegación, sería más factible apostar a la transferencia que de países con necesidades más cubiertas que a una nueva emisión de la herramienta. Aunque históricamente, el G7 no toma decisiones de ese tipo, en la delegación confían en que puede mandatar a sus respectivos representantes en los organismo de crédito.
También hablará sobre las oportunidades que la Argentina puede ofrecer como proveedor de gas y su contribución para ser el destino de las cadenas de valor, que deberán relocalizarse en zonas de paz. También se colará la reinvindicación de Malvinas, que el canciller acaba de llevar a Naciones Unidas.
En la delegación argentina celebran que con -la visita a esta Cumbre y la inminentes reunión del Mercosur y la bilateral con Joe Biden en Washington- Fernández completarán seis reuniones de alto nivel en 60 días.
En la comitiva nacional marcaron el carácter casi único de llegar a la Cumbre del G7 apenas un día después de haber compartido un encuentro virtual con el presidente ruso Vladimir Putin, suspendido de este selecto club de naciones tras la invasión a Crimea de 2014.
Cerca del Presidente señalaron que las declaraciones del Presidente equivalieron a una condena a Rusia, aunque técnicamente pidió el cese de hostilidades en Ucrania. Aunque los miembros del G7 son mucho más categóricos para juzgar la responsabilidad rusa, Fernández confirmó un giro de la política exterior respecto a febrero, cuando le propuso a Putin en el Kremlin que la Argentina se convirtiera en la puerta de entrada de Rusia en la región.
Durante su última visita a Berlín, en mayo, el jefe de Estado argentino se había quejado por el efecto de las sanciones de Occidente a Rusia. "Repercuten muy negativamente en el resto del mundo", sentenció cuando recogió la invitación del canciller alemán Olaf Sholz. Esta semana, los ministros de relaciones Exteriores del G7 señalaron que Rusia miente.
Tres bilaterales confirmadas y otra en carpeta
El Presidente tendrá una agenda intensa a causa del protocolo y de las reuniones bilaterales, que comenzarán esta misma tarde, en el lujoso Hotel Bayerischer Hof, donde se hospeda, cuando se entreviste con Narendra Modi, el primer ministro de la India, que al igual que Fernández es otro de los jefes de Estado invitados a la reunión junto a los de Indonesia, Sudáfrica y Senegal.
Modi hace un mes le dio su visto bueno al canciller para que la Argentina se integre al BRICS. En el equipo de Cafiero celebran el creciente comercio con India, en especial en materia de aceite de girasol y harina de soja. El gigante asiático y la Celac, según los cálculos de los funcionarios argentinos, pueden proveer con su producción al 88 por ciento de la seguridad alimentaria del planeta.
A las 20 del domingo (15 hora argentina) el Presidente participará de la actividad de bienvenida de los 5 Países invitados al G7, en el Teatro Cuvilliés en Munich Residenz, construido por orden de Maximiliano III de Baviera, en 1751. El Presidente firmará el libro de honor y presenciará el espectáculo de la ópera del Estado de Baviera antes de tomarse la foto de familia con todos los mandatarios invitados y participar de la cena de honor ofrecida por el ministro Presidente de Baviera, Markus Söder.
El lunes será el último y el más intenso día de la breve gira. Al mediodía (las 7 AM de Argentina), Fernández arribará al inexpugnable castillo Schloss Elmau, sede de la Cumbre del G7 también en 2015, donde lo recibirá el canciller alemán Scholz, con quien más tarde mantendrá una nueva bilateral, la segunda en menos de dos meses. El sucesor de Angela Merkel se ilusionó con una Cumbre donde se definan acciones. “No moveremos montañas, pero tomaremos decisiones importantes”, sentenció.
Antes, el jefe de Estado una reunión bilateral con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen. Fernández buscará generar acuerdos entre la Celac y el bloque europeo.
Por la tarde noche, y luego de asistir a las dos reuniones plenarias, el mandatario argentino está invitado a una cena ofrecida por el canciller alemán a los jefes de Estado, antes de emprender el regreso al país.