“Sufrimos los mismos problemas que una familia con esto de la inflación”, evaluó un intendente PRO respecto de los efectos nocivos de la escalada de precios sobre las arcas de los municipios.
La complejidad de la situación es mayor aún cuando los responsables de los ejecutivos comunales repasan en voz alta las variables que, con un alza de precios desbocado y sin intenciones de detenerse, van esmerilando los fondos recibidos.
Tasas municipales, una posible variable de actualización
La lista es larga, larguísima, y tiene a maltraer a los alcaldes, comenzando por la proyección realizada el año pasado para calcular el ajuste en las tasas municipales. Peso arriba, peso abajo, el cálculo para ajustar los tributos en 2022 se hizo con un incremento que rondó entre el 40 y el 50 por ciento respecto de los montos del año anterior.
“A este ritmo ya no alcanza para nada, porque vamos a terminar el año con el doble de esa cifra”, aventuró un jefe comunal radical del interior provincial. Sin embargo, la posibilidad de aumentar las tasas locales no aparece como una propuesta que convenza a los intendentes, habida cuenta del costo político que deberían pagar por una medida tan impopular.
Javier Martínez, Pergamino (PRO)
"Si le planteamos un aumento de tasas el vecino lo va a tomar muy mal, yo prefiero frenar un poco alguna obra o reducir algún gasto”, aseguró a La Tecla el alcalde de Pergamino, Javier Martínez, del PRO.
El impuestazo parece ser una opción a considera, al menos, para el radical Esteban Reino, mandamás de Balcarce, quien sostuvo en comunicación con La Tecla que "lo vamos a tener que analizar, porque proyectamos aumentos de entre el 40 y el 45 por ciento promedio y va a ser el doble. Porque también, seguramente, tendremos que actualizar las paritarias, dar algún otro aumento. Subir tasas es antipático, pero peor es no poder dar los servicios a los vecinos".
Esteban Reino, Balcarce (UCR)
Por su parte, Martínez sostuvo que “nosotros las aumentamos (a las tasas) un 47% para este año, imaginate que la inflación va a estar casi en el doble a este ritmo, por lo cual las arcas se van a resentir. Y más como venimos nosotros, tratando de respetar el salario de los trabajadores".
El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, dejó en claro que "no podemos trasladar la inflación al bolsillo del vecino porque sería romper una relación. Acá la asistencia al pago de parte de los vecinos en cuanto a las tasas es de más del 86%. Este es un municipio que es muy horizontal respecto del tema de los pagos, no produce picos de precios municipales, pero vamos a tener que hacer magia esta vez".
De esa forma, el jefe comunal de Juntos criticó en diálogo con La Tecla que "no hay una tasa diferenciada para municipios. Tanto para la baja tensión como para la media están categorizados como gran consumidor (categoría T3). Somos municipios que reemplazan al Estado central en sus obligaciones primarias".
No con poca ironía, el vecinalista Guillermo Britos, de Chivilcoy, aseguró en diálogo con La Tecla: “Ni Mandrake sabe que va a pasar ni como viene esto. Veremos qué medidas toman, por el momento no pensamos aumentar tasas”.
Guillermo Britos, Chivilcoy (Vecinalista)
Franco Flexas, alcalde radical de General Viamonte, mantuvo la misma tesitura respecto a un posible incremento en las tasas municipales: “No lo vamos a hacer por ahora, ya aumentamos 47% promedio de 2021 a 2022”, explicó a La Tecla.
Qué pasará con los salarios municipales
Otro ítem que los atormenta es el de la pauta salarial de los empleados municipales, que fue actualizada en todos los casos de acuerdo con las reaperturas pactadas (cláusulas gatillo o actualización vía paritarias) a comienzos de año.
El futuro no se presenta optimista respecto de los números de la macroeconomía, y la posibilidad de una nueva andanada de reclamos por parte de los gremios sería algo factible. Una certeza, para ser más exactos.
En los últimos días, varios municipios cerraron actualizaciones anuales cercanas al 60%, aunque la perspectiva hacia los próximos meses en cuanto a incremento de precios y disparada de los dólares libres (referencia para las transacciones) hacen avizorar un panorama complejo en la relación gremios-municipios.
Gustavo Cocconi, Tapalque (FdT), junto al ministro de Infraestructura bonaerense, Leo Nardini
Desde el interior, el intendente de Tapalqué, Gustavo Cocconi (Frente de Todos) se mostró preocupado por la negociación con los sindicatos: “Nosotros quedamos con los gremios que íbamos a intentar ir siempre un punto por encima de la inflación. Pero ahora esperamos que se entienda la situación, todavía estamos viendo. Después del aguinaldo habíamos dado el 15%, pero hoy cumplir el acuerdo está difícil. No nos gusta el ajuste hacia los trabajadores, pero vemos que acá hay una situación general que se nos va a poner difícil a todos”, advirtió en diálogo con La Tecla.
En tanto que al ser consultado sobre los salarios de los empleados municipales, Gustavo Posse expresó que "se actualiza sobre la inflación".
Obras con interrogantes
Entre todas las calamidades que produce la aceleración inflacionaria, el golpe de KO a la normal continuidad de las obras es, tal vez, la más dolorosa. Las consecuencias son diferentes si se trata de un municipio grande o de tamaño reducido, aunque la realidad pone a los intendentes ante la necesidad de recalcular inversiones y emprendimientos.
“Si antes con equis dinero podía hacer 10 cuadras, ahora solo me alcanza para 5 o 6. Perdemos el 40 por ciento por esta situación inflacionarias”, señalaba días atrás el alcalde de La Plata, el “amarillo” Julio Garro.
Julio Garro, La Plata (PRO)
Cocconi, que administra un pequeño distrito en el interior provincial, asegura que, por el momento, no han debido paralizar o ralentizar ninguna obra. “Evaluamos la situación y llegamos a la conclusión que llamar a una nueva licitación era más caro que seguir adelante”, sostiene, en referencia a obras que se inician como la de un centro termal que encaran con fondos coparticipables de la Provincia.
Otros intendentes, en tanto, aseguran que varios proyectos entrarán en una fase de letargo. "Nosotros íbamos a largar el segundo plan de asfalto en agosto, probablemente lo repensemos y lo pongamos en un compás de espera. Lo mismo con la remodelación de un teatro, es otra posibilidad", sostuvo Martínez.
Respecto al tema obras, Posse explicó que "lo que tengo programado lo llevo adelante. Acá la historia siempre es achicar el área central, cuando este espacio político accedió al Gobierno, administración central era casi el 80% del municipio, y hoy es menos del 7%".
Gustavo Posse, San Isidro (UCR), junto a Gabriel Katopodis, ministro de Infraestructura nacional
De esa forma, el intendente de San Isidro aseveró que "el mantenimiento de las calles lleva hierro, cemento, hormigón, y todo está pegado al dólar, y también todo lo que está ligado a derivados del petróleo".
En cuanto a las licitaciones, el alcalde pergaminense aseguró que "no nos ha pasado que nos hayamos quedado sin oferentes en alguna obra, pero sí que al momento de firmar un contrato te piden recalcular los precios".
La cita está vinculada a la ausencia de oferentes para las licitaciones, precisamente por los motivos mencionados: no hay precios de referencia y las empresas se abstienen de participar, habida cuenta de los problemas que luego deberán afrontar para recalcular valores con los municipios, que son los contratantes.
Diego Valenzuela, Tres de Febrero (PRO)
Diego Valenzuela, otro intendente “amarillo”, se refirió también a las dificultades para avanzar con obras de infraestructura en los municipios. “Muchos municipios aún no firmaron el convenio de 2022 y, con respecto a las obras de 2021, recién en junio de este año nos dieron el anticipo”, mencionó el alcalde de Tres de Febrero, quien reveló que muchos distritos aún no terminaron de recibir lo del años pasado. “Kicillof conoce el problema que hay, reconoce la situación y esperamos que intervenga para dar soluciones”, lanzó.
Ricardo Alessandro, veterano peronista de Salto, confirma que en su terruño “seguramente, en algún momento, tengamos que redeterminar precios con el tema de las obras, pero vamos a hacer fuerza para cumplir con lo que ya está en marcha”.
Ricardo Alessandro, Salto (FdT), junto al ministro de Desarrollo de la Nación, Juan Zabaleta
El panorama es ratificado por Flexas, quien señala que “en algunas licitaciones nos cuesta encontrar empresas para hacer obra nueva, y ni te digo si tenemos que comprar alguna maquinaria o algo. Por ahora lo venimos resolviendo, pero sabemos que las empresas van a empezar a pedir redeterminación de precios, más que nada para las obras a largo plazo”. Y afirma que “por ahora no hemos tenido mayores inconvenientes”.
Franco Flexas, General Viamonte (UCR), junto a Agustín Simone, ministro de Hábitat y Desarrollo Urbano bonaerense
Esteban Reino también admitió que “estamos empezando a tener problemas con la compra de insumos, con las obras que tenemos proyectadas a través del Fondo de Infraestructura Municipal (FIM)".
En tal sentido, explicó que "estamos teniendo problemas para que se anoten oferentes y en cuanto a materiales no nos están dando cotizaciones, porque los precios siguen al dólar blue. Por eso creo yo que, si se mantiene esto, lo que hay que hacer es adelantar el envío de los fondos a los municipios, como hablamos en el último Foro de Intendentes Radicales, y después lo rendimos".
Cómo quedará el FIM
El Fondo de Infraestructura Municipal (FIM) reparte $ 12.000 millones entre los 135 municipios, y fue fijado por la Legislatura para ser incorporado al Presupuesto 2022. Según señalan los alcaldes, la mecánica dispuesta (un adelanto y desembolsos contra justificación de obra) se ha convertido en una traba. "Lo que ocurre es que entre el envío del adelanto y el resto de transferencias pasan varios meses, provocando que los precios queden desacturalizados".
Así, para solventar el inconveniente, desde la oposición mantienen reuniones constantes con el Gobierno. Lo hicieron con el ministro de Infraestructura, Leonardo Nardini, con el jefe d Gabinete, Martín Insaurralde y, horas atrás, con el propio Kicillof.
En la mira de los intendentes radicales y "amarillos" está la posibilidad de establecer un mecanismo de actualización para las partidas del FIM según inflación. Incluso, algunos mencionaron la chance de establecer un valor como el UVA de los créditos y que evolucione según el índice de precios.
Otros van más allá y creen que la solución, al menos transitoria, pasa por invertir la forma de distribución. "Una forma de afrontar este momento es que nos envíen buena parte de los fondos como adelanto, un 70% del monto total, por ejemplo. Con eso nosotros podríamos asegurarnos los materiales, para que la inflación no se coma los precios estipulados, y luego el 30 por ciento restante. Así, al menos nos aseguramos los insumos, y la mano de obra la podemos poner nosotros momentáneamente", lanzó un jefe comunal boina blanca en el último Foro de Intendentes realizado en La Plata.
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