La iglesia se plantó, renovó sus pedidos por trabajo y alertó sobre la pobreza
Ante una nueva celebración religiosa, la Conferencia Episcopal Argentina reflexionó sobre la situación actual y exhortó por: "Paz, pan y trabajo".
Ante una nueva celebración religiosa de San Cayetano, la Conferencia Episcopal Argentina, a través de un mensaje de la Comisión Ejecutiva, reflexionó sobre la situación actual y exhortó por: "Paz, pan y trabajo".
Mediante un comunicado, los religiosos resaltaron: “Pedir por el trabajo es pedir que todos los trabajadores y trabajadoras tengan derecho a vivir dignamente del fruto de sus esfuerzos cotidianos y a desplegar sus potencialidades y talentos para aportar al crecimiento de nuestra Patria. ¿Cómo no pedir a San Cayetano que todos los varones y las mujeres de buena voluntad puedan vivir dignamente del fruto de su trabajo?”
Por otra parte alertaron: “¿Cómo no pensar en la cantidad creciente de hermanos y hermanas que se acercan cotidianamente a los comedores, en los adultos mayores que no pueden comprar sus medicamentos, en las familias cuyos ingresos son cada vez más insignificantes? Como reza una canción: ‘no es posible morirse de hambre en esta tierra bendita del pan’. El pan que se pide para todos, el que se logra con el propio trabajo, es un clamor de justicia”.
En este sentido reclamaron: “Pedimos también el pan de la fraternidad, porque el pan no se come en soledad, se comparte en la mesa de familia, en comunidad”.
Al mismo tiempo alertaron que “parece imposible generar proyectos comunes, donde la verdadera brecha se agiganta cada vez más en relación a los últimos, a los que padecen la pobreza y peor aún la indigencia! ¡Cuánto bien nos haría dialogar y compartir el pan de las ideas y de las prácticas que construyan una fraternidad política, para pensar prioritariamente en quienes más sufren esta crisis y para buscar soluciones honestas y realistas que prescindan del uso clientelar de la necesidad de la gente! Se necesita más que nunca en los políticos un ejercicio de la responsabilidad que vaya más allá de los propios intereses. Así aparecerá en nuestro horizonte la paz y la amistad social, que también están incluidas en ese pedido sencillo y a la vez esencial de “paz, pan y trabajo”.