Vía La Tecla Mar del Plata

En la antesala de una nueva temporada de verano, la planificación del sector costero emerge como una prioridad para el gobierno municipal, que busca avanzar en licitaciones claves para otorgar en concesión diversos balnearios de la ciudad.

El caso más representativo es la Playa Bristol, la más popular y concurrida de Mar del Plata, que a lo largo de las últimas décadas ha sido protagonista de un modus operandi que generó controversia en el Concejo Deliberante: el otorgamiento sistemático de permisos precarios para su explotación, causa de cuestionamientos por la falta de una planificación a largo plazo en la costa y la escasez de obras para la puesta en valor de las instalaciones de las Unidades Turísticas Fiscales (UTF).

Tras un concurso de precios, la Bristol fue otorgada para su uso y explotación a Ítalo Ravasio-ligado al rubro de la construcción vial, obras hidráulicas, redes de agua y cloacasen la temporada 1995/1996. Luego, en 1997, se realizó una nueva compulsa en la que el municipio otra vez adjudicó al empresario. Desde 1999 a la fecha, el permisionario gozó de sucesivas habilitaciones precarias por parte de las distintas administraciones.

Pero los planes de la administración montenegrista parecen, a priori, haber cambiado. El próximo 31 de octubre se licitará la concesión del balneario. El proyecto apunta a la “puesta en valor del sector”, proponiendo la “jerarquización y respeto de los valores naturales y comunitarios del sector y el entorno”.

La explotación será por un plazo de doce años, con un canon anual de $1.650.000. El que gane la licitación tendrá un plazo de 16 meses para ejecutar las obras que se exigen en el pliego, con especial hincapié en rampas, escaleras y vías de acceso, así como la renovación de sanitarios y vestuarios.

El esquema que se busca es el de una playa pública equipada, con sombrillas móviles y sin espacio de uso exclusivo, teniendo en cuenta que el espacio costero disminuye cada vez más por la erosión del mar.

En este sentido, ampliar la parte pública de los balnearios se plantea como un objetivo del gobierno. “No queremos una carpa más en el espacio costero de Mar del Plata, queremos ir a un sistema de sombra móvil, esto es algo que nos pidió Montenegro”, resaltó Bernardo Martín, el presidente del Emtur.

En el seno del Ejecutivo son prudentes respecto al futuro inmediato del balneario, con la época estival cada vez más cerca. Si bien por las obras solicitadas en el pliego se presume que el nuevo titular de la UTF recién desembarcaría en la próxima temporada, Martín advirtió a La Tecla: “Veremos cómo se da la licitación y, en base a eso, decidiremos”. No se descarta un nuevo permiso precario para Ravasio para la próxima temporada. Lo que sí está confirmado es que el empresario no tendrá derecho de preferencia en la compulsa.

Una impronta similar se busca en el sector norte de la ciudad, donde el gobierno también busca licitar el uso y explotación las playas Beltrán Sur, Beltrán Norte-ambas titularizadas por la Cooperativa de Trabajo de Pescadores Artesanales Independientes en forma gratuita-, Estrada-bajo tutela de la Mutual del Sindicato de Trabajadores Municipales-, Las Delicias, Del Museo y Constitución.



El gobierno enteinde que se trata de una zona que tiene cada vez más concurrencia tanto local como turística, pero que las playas no cuentan con ningún tipo de servicio para los visitantes. En efecto, la idea base del proyecto es mantenerlas 100% públicas, pero dotarlas de equipamiento básico: accesibilidad, baños, gastronomía y sombrillas móviles.

La batería de proyectos se encuentra bajo el análisis del Concejo, con algunas propuestas de modificaciones menores tanto de la oposición como del oficialismo, pero todo indicaría que tendrán luz verde y se transformarán en ordenanza próximamente. Para estos 6 balnearios el Ejecutivo propone un canon de $1.500.000 por cada concesión y un plazo de concesión por 10 años.

Por los tiempos administrativos, se estima que las UTF recién estarán operativas para la temporada 2023/2024.


Un paseo de compras nuevo

En la última sesión, el Concejo autorizó al gobierno a crear una nueva UTF en las inmediaciones de la Bristol, que tendrá carácter de “Paseo de Compras”. El predio en cuestión fue otorgado para el emplazamiento de una feria de venta ambulante-la “Saladita”, que funciona en la vereda lateral al balneariomediante la Ordenanza Nº 12.953, sancionada en 1999. El permiso fue extendido hasta 2009. Desde aquel entonces hasta la actualidad, el emprendimiento se desarrolló sin legislación que lo avale.

Ahora, el Emtur busca recuperar el sector y regularizarlo para “respetar el entorno paisajístico, generar nuevas oportunidades de trabajo”, además de ampliar y modernizar los servicios disponibles.


Seguridad en playas: un triunfo clave del gobierno

El oficialismo logró voltear el proyecto del Frente de Todos que buscaba extender el servicio de guardavidas de 150 a 180 días. Según la normativa vigente, el operativo debe comenzar el 1 de noviembre y finaliza el 31 de marzo.

Desde Juntos tildaron de “demagógica” la propuesta, a la vez que el Ejecutivo rechazó el proyecto aduciendo un costo de $330 millones por el mes adicional de operativo. En tanto, la oposición remarcó la necesidad de brindar más seguiridad a partir de la mayor afluencia de turistas a partir de octubre. Si bien se veía un esquema adverso, el gobierno salió airoso por un aliado.

En la última sesión, el FdT, el pultismo y el edil Alejandro Carrancio votaron a favor del proyecto y llegaron a 12 voluntades. Mientras que el oficialismo logró la adhesión de Nicolás Lauría por la negativa. Esto habilitó el desempate de Marina Sánchez Herero (UCR), la presidenta del HCD, con su voto doble.


La reforma del paseo costanero

El gobierno busca realizar dos obras cruciales: la puesta en valor del paseo costanero norte y central. Si bien se licitaron los trabajos, la suerte fue dispar. En el primer caso, el municipio prevé una erogación de $169 millones. En la compulsa se presentaron tres oferentes, con propuestas por encima del presupuesto oficial. Se registró una oferta por $212,7 millones, otra por $246,1 millones y una más por $356 millones. Asimismo, los proveedores elevaron una oferta alternativa inferior en caso de que se otorgue un anticipo financiero del 30%.

Ahora, el Ejecutivo deberá decidir si adjudica o no. En tanto, para el paseo costanero central, en las inmediaciones de la Bristol, la licitación quedó desierta por segunda vez. El presupuesto asciende a $40 millones.