21 de octubre de 2022
CAMINO A 2023
Al calor de la interna oficialista, funcionarios bonaerenses subieron la temperatura
Luego de que los distintos espacios que integran el Frente de todos celebraran un 17 de octubre más separados que nunca, distintos funcionarios condenaron las "operaciones mediáticas" de los propios en las redes.
A los resquemores que se generaron la semana pasada con el Día de la Lealtad, este viernes La Cámpora agitó el avispero al publicar un sugerente mensaje en redes en el que acusó al Movimiento Evita de formar alianzas con el ex mandatario Mauricio Macri, lo que provocó una rápida respuesta de ese sector que mantiene sus cuadros dirigenciales en el Gobierno.
Los dirigidos por el diputado Máximo Kirchner y por Andrés “Cuervo" Larroque twittearon una selección de noticias de distintos medios de comunicación en las que se informa la reunión entre los representantes de la CGT y los referentes de los movimientos sociales que responden al presidente Alberto Fernández para trazar una potenciar alianza electoral.
"Y Macri también", ironizó la fuerza alineada detrás de la vicepresidenta desde su cuenta oficial de Twitter tras las imágenes del intercambio. Del otro lado, la respuesta no tardó en llegar.
La publicación se produjo a horas de que los principales referentes de la CGT y los movimientos piqueteros oficialistas se hayan reunido en el predio de UPCN con el objetivo de delimitar una alianza que le haga peso político al kirchnerismo en el camino a las elecciones de 2023.
Minutos después, y por el mismo canal, la fuerza que responde a Emilio Pérsico replicó: "Compañerxs, hagámonos cargo de los problemas que sufre la Argentina y trabajemos para resolverlos", y agregaron: "Además, no era que Clarín miente?".
No es el primer cruce entre las fuerzas con mayor número de militantes del Frente de Todos, más bien su rivalidad se extiende por más de una década y se relaciona a disputas por el control del territorio, y a las concepciones antagónicas sobre el rol de la economía popular y de los movimientos sociales.
La tensión se remonta hacia finales del primer mandato de Cristina Kirchner, tras la muerte de Néstor Kirchner, cuando la agrupación de su hijo, Máximo, demostraba un crecimiento ponderable en volumen militante, y sus cuadros ocupaban cada vez más cargos en las estructuras del Estado.
Esta situación generó recelos en el Evita, una organización heredera del Movimiento de Trabajadores Desocupados Evita (MTD- Evita), y las disputas por el territorio se convirtieron en moneda corriente. Tras la reestructuración económica del país, desde el kirchnerismo empezaron a ver con otros ojos la persistencia de los movimientos sociales en protestas callejeras o en tomas de tierras.
En 2012, La Cámpora y el Movimiento Evita se aliaron para dar forma a "Unidos y Organizados", la coordinadora de organizaciones en el que iba a apoyarse el Gobierno de Cristina Kirchner, pero la unidad duró poco.
Una vez desplazado el Evita de la toma de decisiones por parte de la organización de Máximo Kirchner la grieta tomó profundidad y el año que viene adoptará nivel electoral.
Unidad y nada más
Ante dicha situación, distintos funcionarios bonaerenses pusieron manos a la obra en pos de apaciguar las aguas y mantener la compostura en la Provincia.
El jefe de gabinete Martín Insaurralde, la ministra de gobierno Cristina Álvarez Rodríguez y el intendente de Escobar (en uso de licencia) Ariel Sujarchuk fueron algunos de los que salieron al cruce en las redes.