17 de noviembre de 2022
AMENAZAS POLíTICAS
Round 2: la batalla del Presupuesto 2023 y la sombra de la extrema tensión legislativa
La fallida sesión en Diputados, tras el enfrentamiento por la Ley Bapro, ¿influirá en la rosca por la "ley de leyes"?. Todos confían en que no incidirá, aunque nadie pone las manos en el fuego. El oficialismo puntea nueva fecha para debatir y se retrasa la conformación de la Mesa de Enlace Legislativo.
Como el termómetro en estos días, la temperatura política subió de manera notable en estas últimas horas, luego del fracaso de la sesión legislativa de ayer. Oficialismo y oposición se trenzaron a cuenta de la Ley Bapro, con un final poco feliz: no pudieron debatir.
Tras los escarceos de ayer, unos y otros tratan de recomponer los canales de diálogo, dinamitados por la decisión de Juntos de no dar quorum y las permanentes picanteadas del gobernador Kicillof en la previa al encuentro.
Por estas horas, el interrogante que recorre los pasillos de la Legislatura y llega hasta calle 6 está vinculado al tema más trascendente que tienen en sus manos los diputados y los senadores bonaerenses: ¿Afectará esta pirotecnia la negociación del Presupuesto 2023?
Por lo pronto, desde el oficialismo confían en retomar las buenas relaciones y ya plantean fecha para volver a las bancas. “No creo que lleguemos para la semana que viene, por ahí podríamos sesionar el martes 29 o el miércoles 30”, confiaron desde el cuartel general del Frente de Todos, que conduce César Valicente, el camporista presidente del bloque.
La semana anterior, el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde y la vicegobernadora Verónica Magario iniciaron los contactos con Juntos para comenzar a trabajar la “ley de leyes”.
El resultado no puede cuantificarse, ya que los opositores solo plantearon sus reclamos (FIM y Seguridad de 82.000 millones de pesos, pago de deudas por IOMA y otros organismos, cambios en el envío de fondos para obras y análisis minucioso de personal contratado, entre otros) y esperan ahora una devolución.
Al respecto, La Tecla.info confirmó que la próxima semana se realizará un segundo contacto. En dicho encuentro, la oposición espera que pueda estar el ministro de Hacienda, Pablo López. “Y si puede estar Kicillof, sería mucho mejor”, señalan en off.
El cruce parlamentario de este miércoles también retrasó la conformación de la mentada Mesa de Enlace Legislativo, que estará integrada por diputados y senadores de Juntos y el Frente de Todos, con la misión de interactuar con el Ejecutivo para llegar a consenso en torno a la previsión de recursos y gastos para el año próximo.
“Del PRO estarán Julio Garro (intendente de La Plata) y Christian Gribaudo (presidente del bloque Juntos en el Senado); del lado de la UCR, Miguel Fernández (presidente del foro de intendentes y alcalde de Trenque Lauquen) y Maximiliano Abad (titular del Comité Provincia y presidente de la bancada de Diputados)”, señalan desde la alianza opositora. Y agregan: “Además, los representantes del oficialismo, esa sería la mesa”.
En el caso de Fernández, tiene una misión extra: la de supervisar con el vicejefe de Gabinete, Juan Pablo de Jesús, la marcha del pago de deudas a los municipios.
Se suma, además, el segundo de Gribaudo en el Senado, el radical chacabuquense Agustín Máspoli, enfocado en la ley impositiva. Y podrían incorporarse otros dos “amarillos”: Adrián Urreli y Alex Campbell, vicepresidente de la Cámara y del bloque de Juntos, respectivamente, sin descartar a los senadores Andrés De Leo (Coalición Cívica), Juan Pablo Allan y Nidia Moirano, estos dos del PRO.
Por el oficialismo tampoco terminan de inscribir a los integrantes del grupo negociador, aunque suenan fuerte César Valicenti, titular del bloque de Diputados, junto al vicepresidente de la cámara, Rubén Eslaiman: por el Senado irían la presidenta de la bancada, María Teresa García, y el vice José Luis Pallares, además de los titulares de las cámaras, Federico Otermín y Verónica Magario.
Desde las filas de Juntos creen que lo ocurrido ayer en la Legislatura no influirá en la rosca por el Presupuesto. Aunque un radical matizó: “No influirá, a menos que (Axel) Kicillof quiera que influya”.
